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Mi primera vez como pasivo en lencería (parte 1)

Desde mi despertar sexualme gustaron mucho las mujeres, recuerdo que en mi casa se miraban los programascómicos de finales de los 80 principio de los 90. Los de Olmedo, las gatitas dePorcel, Hiper Humor, etc, donde salían minas en lencería todo el tiempo.Estaban ahí como adornos para que los tipos se calentaran, para que haganchistes. Yo no lo entendía muy bien porque era chico, pero que ellas seprestaran para eso, que fueran tan putas, que se rieran mientras les hacíanmostrar el culo, bueno todo eso me volvía loco! pero así como me calentaban, teníala fantasía de estar en su lugar. Quizá porque al ser chico no me podíaimaginar del todo cogiéndome semejantes hembras o vaya a saber por qué, peromuchas veces me terminaba imaginando a mí en su lugar, así con la bombachametida en el culo siendo el objeto para otros tipos. Estas fantasías bisexualesnunca me dejaron, quizá un poco cuando empecé a tener relaciones con mujeres,pero en alguna parte siempre me siguió calentando la idea de travestirme y serpasivo con otro hombre. Ya con algo más de 30 y teniendo acceso al porno porinternet, empecé a consumir mucho contenido de trans, después aprendí lasdiferencias con los crossdresser y con eso me enganché más, con eso me podíaidentificar más y al final terminé entrando a salas de chats para pajearme conotros tipos y contarles mis fantasías. Al poco tiempo ya estaba pasando fotoscon la ropa de mi novia que me sacaba cuando ella trabajaba y finalmente mecompré una web cam. Hacia un tiempo que chateaba con un activo en particular,yo tenía 34 y el 50 y me fue comiendo la cabeza con vernos en persona, teníamil miedos e inseguridades pero al final me di cuenta que la paja ya no mealcanzaba, quería probar pija de verdad. Así que una vuelta que estábamospajeándonos por chat, junté coraje y le dije que me gustaría probar, pero queno sabía si yo le iba a gustar (hasta ese momento nunca nos habíamos visto lascaras) le dije que era consiente que no era una modelo trans, que era un tipode treinta y pico, con cara de hombre, que eso me frenaba. Me contestó que yasabía, que lo que le calentaba era justamente eso. Así que le pregunté si podíaconfiarle una foto mía donde se me viera la cara, que me jurara que la veía yla borraba (ingenuo de mí, nadie hace eso!) le dije “si no te gusto estátodo bien, lo voy a entender, pero por favor sé sincero” me dio el ok ytemblando como una hoja subí al chat una foto mía de cuerpo entero, parado defrente apoyado contra la puerta de mi cuarto, con las manos en la espaldamirando a cámara, estaba vestido con un body blanco con encajes, portaligas ymedias blancas, mirando a cámara… por ahí a muchos que leen esto les parece unanimiedad, pero yo era alguien que se había reprimido toda la vida y ahora leestaba mandando una foto a alguien con quien solo chateaba, mostrándome así. Enese momento sentía que la pija me explotaba, el corazón se me salía y que nopodía dejar de temblar. Y para ser honesto no sabía que quería más, que me dijeraque si, o que no le gustaba, y así tener una excusa para dejar esta locura queestaba pensando!
Pasaron 2 segundos (o 2años para mí!) y me respondió “Te re cojo”
Le pregunte como mil vecessi estaba seguro, si me había visto bien. Medio para estar seguro yo, mediopara que tuviera una chance más de rechazarme y medio por que exhibirme así mehabía calentado como nunca en mi vida, le mande algunas fotos más, más de cercade mi  cara así vestido. Me dijo que legustaba, que si quería podía ir y vestirme así y no hacíamos nada, que si yo nome animaba me cumplía la fantasía de estar así delante de un tipo y el solo sepajeaba. Acepté la invitación y pusimos una fecha, yo estaba casado así queobviamente esto era doblemente en secreto, por mi relación y porque era derecontra closet. Nada ni nadie en mi vida real tenían el mínimo contacto oaceptación con algo que rozara con que un hombre use lencería y se deje coger.
El día llego y totalmentenervioso decidí cumplir con lo que habíamos quedado, me subí al auto y me puseen camino. Como no podía llevarme la ropa de mi mujer, paré de pasada en unacasa de lencería, conseguí un body como el que usaba y medias, sospecho que lamina que me atendió se re dio cuenta que eran para mí, pero ya estaba en marchay no iba a retractarme. Aunque admito que todo lo que estaba haciendo era enpiloto automático, en cierta forma no me atrevía a pensar en nada porque estabamuerto de miedo. Solo me había fijado los pasos y los iba cumpliendo.
Llegué a la dirección, toquéel timbre y escuché las llaves, me abrió mi “amigo” Miguel, por fin nos veíamosen persona. Me saludó con total naturalidad y me hizo pasar diciéndome“viniste!” yo respondí mirando al piso con un “si si” y pasé. ¡Sentía que todoel mundo en la calle se daba cuenta que había ido a que me rompieran el culo!
¡Estaba ahí parado delantedel tipo a quien le había dicho que quería hacer todas las barbaridades delmundo, a quien le había putaneado por web cam, mostrándole el culo en tanga, yahora estaba delante suyo! Solo atiné a mostrarle la bolsa que tenía en la manoy decirle “traje algo para ponerme” me indicó que me cambie tranquilo en elbaño. Mi cerebro seguía empeñado en cumplir los pasos sin pensar, así que medesnudé, me puse las medias y me calcé el body. Me fije de que me hubieraquedado bien en el culo y me empecé a acomodar los breteles, y recién ahí hiceel click de lo que estaba pasando. Me acuerdo que pensé “me estoy arreglandopara que me vea bien otro tipo, me estoy arreglando los breteles de un body…para el tipo que me va a coger…” decidí apagar mi cabeza de nuevo y me pintélos ojos y los labios lo más rápido que pude, no quería hacerlo esperar,realmente estaba enfocado en complacerlo, en cumplir lo que había prometido queiba a hacer, creo que quería sacarme de encima la situación para decir “ya está,ya cumplí con él, ya probé, listo!”
Salí del baño y lo llamé “¿Miguel?...”“vení, pasa” me contestó desde una habitación. Camine así, en body y medias porla casa vacía de un tipo que me esperaba en su cuarto… para cogerme. Nunca mesentí tan expuesto en mi vida, pero fui. Llegue a la pieza desde donde me habíallamado y finalmente estuve en lencería frente a él, por primera vez en mi vidaun tipo me veía así en persona, recuerdo que pensé, “me está viendo la cara asíen bombacha”
“mira cómo te viniste! québien!” me dijo, y a continuación me dijo “querés hacer eso que dijimos?”
Eso que dijimos…
Eso que dijimos era algo simbólicoque yo le había pedido, y a él le había encantado. Yo le había dicho que si un díame cogían, quería reconocer un instante donde empezara a ser un puto de verdad,un momento donde yo pudiera ser bien consiente de que perdía mi hombría, de queya no había vuelta atrás y de que algo se había traspasado y no se pudieradeshacer.
¿Se acuerdan que dije quehabía crecido viendo las minas de la tele? Bueno, la que más me había calentadoera la nena de Porcel, Sandra Villarruel. Ella, en sketch que hacía de nena,entraba, decía una rima y después se agachaba y le mostraba el culo a Porcelque hacía de carnicero. No tanto por verle el culo, pero el hecho de que ellafuera y lo hiciera como si nada ¡a mí me destruía la mente! A Miguel también leencantaba ese sketch y le calentaba tanto como a mí.
Así que le dije que esemomento simbólico donde yo aceptara que desde ahí en adelante iba a dejar deser “machito” me gustaría que fuera haciendo lo que hacían en ese sketch, quesi yo decía la rima, y después le mostraba el culo, significaba que dejaba deser hombre, que pasaba a ser un puto, un puto pasivo, y que era mi forma depedirle que me cogiera.
Así que ahí estaba, en bodyy medias de mujer, descalzo y Miguel preguntándome si quería “hacer eso quedijimos” eso que significaba perder mi condición de hombre, que él me laquitara. Respondí con la cabeza, porque el “sí” que dije ni se escuchó. Me divuelta dándole la espalda, y dije la rima de la Nena… “a la lata, al latero, ala hija del chocolatero…” Sin pensarlo más, me metí el body en el culo mientrasMiguel se reía, y con la espalda bien arqueada y las piernas juntitas me agachédespacio exhibiéndole el orto, como hacía Sandra Villarruel, pero despacio,como hacia yo cuando era chico y me quedaba solo en casa frente al espejo, comohabía hecho frente a la web cam para que él se haga la paja, pero ahora en sucasa, en su habitación, con mi cara descubierta. Nomás que ahora no era parahacerse la paja, ahora tenía un significado que habíamos acordado de antemano.Ahora por hacer eso me iban a coger de verdad.
Me incorporé aun dándole laespalda, sin dejar de mirar la puerta del cuarto, sentí que Miguel se acercabay me decía “¡muy bien!” y entonces me tocó el culo por primera vez. Con las dosmanos. Me estaba re manoseando y yo me dejaba, me acariciaba las nalgas y memetía la mano bien en la zanja, casi levantándome. Yo no podía ni respirar.
“¿Sabes lo que significa loque acabas de hacer, no Martín?” escuché desde atrás de mi nuca. “si…” le respondí.“Bueno, quiero escucharte decirlo bien clarito, en voz alta” me dijo mientrasme agarraba de la cintura y me apoyaba, podía sentir su pija dura bajo elpantalón de gimnasia metida entre los cachetes de mi culo, me acuerdo de pensar“uff, me está apoyando”
Respiré agitado y busqué unhilo de voz para contestarle, “significa… significa que no soy más un hombre…”dije finalmente. Él me apoyó más fuerte y me dijo “no, acá el hombre soy yo, elmacho soy yo, ¿entonces vos que sos ahora?” Venía la parte más difícil dedecir, pero que más quería decir y que fuera cierto de una vez por todas “unputo… soy un puto Miguel”
Lo escuché reírse de nuevoy me di cuenta que yo estaba parando el culo para sentirle bien la pija, estabaentregadísimo.
“si, eso es lo que sosMartincito, sos un puto y yo soy tu macho, así que ahora vas a hacer lo quehacen los putos maricones como vos con sus machos, ahora te toca cumplir tupromesa”
Me hizo girar y quedamosfrente a frente, estire mi mano y solito le empecé a sobar la pija por encimadel pantalón, me indicó que me arrodille poniéndome la mano en el hombro.
Lo hice y su entre piernaquedó a la altura de mi cara, al agacharme sentí como el body, que era ajustado,se me metía bien en la zanja del orto, abriéndome el culo, apretándome el ano.
Miguel se bajó un poco elpantalón y el boxer y su pija parada quedó a centímetros de mi cara, entoncesdijo “besame la pija puto”


Continua en la segunda parte!!!!

2 comentarios - Mi primera vez como pasivo en lencería (parte 1)

Donmonti +1
Lindo tu relatoMartin!!! quiero chatear contigo.Te animas?
Roby_CD +1
Me encantó tú relato, como me gustaría conocer un macho así, crear confianza por chat y cuando se de el momento hacer realidad lo hablado