Hoy tuve las ganas de escribir está historia verídica, por qué me gusta contar cosas reales, y que a ustedes les gusta leer cosas reales, siempre será todo real.
Hace algunos años, trabajaba yo en una casa de empeño, el dueño era conocido y me contrató como empleado de confianza, en unos cuantos meses me hice el encargado del lugar, era el paraíso Godin, aire acondicionado, internet, tiempo libre de más, podía jugar con las consolas de videojuegos, obviamente las que ya estaban para venta, y además, estaba yo solo, no tenía compañeros de trabajo.
Las actividades eran relativamente sencillas, valuar objetos, hacer el corte de caja, ver el inventario, hacer el aseo, hacer depósitos, y pues me pagaban bien por prácticamente hacer nada o casi nada.
A unos cuantos locales de la casa de empeño, se encontraba una guardería con estancia, la verdad, me encantaba llegar temprano para ver a las mamás de aquellos niños, unas hermosas y algunas veces iban a dejar los niños en pijama, por lo cual, dejaban poco a la imaginación.
Una tarde una de esas mamás entro a la tienda, supe que era de ahí por qué llevaba a su hijo de la mano y era la hora de la salida. Le llamaremos Daniela.
Daniela: hola amigo buen día, oye quería saber de casualidad cuánto me podrías prestar por este celular, en dado caso que me ocurriera una emergencia, solo para el dato.
Yo: si me lo permite ahorita lo reviso y le digo cuánto, si gusta tomar asiento y ahorita le hablo para decirle.
Comencé a revisarlo y valuarlo, no era un celular de alta gama ni nada, termino y le hablo para decirle cuánto.
Yo: se le pude prestar x cantidad.
Daniela: ay, tan poquito!! Bueno para salir del apuro estaría bien. Muchas gracias.
Pasaron algunos días y como era de esperarse, llegó para empeñar su celular. Para no hacer está historia tan larga, le empeñé su celular le preste algunos pesos de más de lo que le había dicho hice su boleta y se fue agradecida por el acto de generosidad.
El plazo se cumplió además de los días con interés que se le daban, era momento de sacar el celular a venta, yo aún así no lo saqué y espere algunos días, pero el morbo me decía que lo revisara. No encontré material, solo algunos audios donde le decía una amiga que le presentaría a un amigo de ella para salir, pero no se por que ella en si me daba mucho morbo.
Cómo tres días después, llegó ella y super apurada me dice.
Daniela: oye, ya vendiste mi celular?
Yo: no, aún no lo saco, apenas lo iba a poner, pero me quise esperar a que usted viniera y preguntara por el por si aún le interesaba recuperarlo.
Daniela: si la verdad es que si, es con el que entretengo a mi hijo y esos días me ha quitado el mío para el usarlo.
Yo: mire, lleguemos a un acuerdo, pague la cantidad más el interés que se lo voy a bajar a tal porcentaje para ayudarle, le doy unos días más o dime cuándo podías y yo aquí lo dejo.
Daniela: el viernes vengo por el y te doy tu dinero.
Llegó el día y llegó Daniela con el dinero, le dio su celular y ella me dijo que estaba súper agradecida, que poca gente tenía la gentileza de comportarse de esa manera. Me pidió mi número para estar en contacto si se le ofrecía un favor de nuevo y yo se lo di sin problema.
Nos hicimos buenos amigos, fumabamos un cigarro y charlamos de vez en cuando que nos topamos, platicamos nuestras situaciones, en fin, de ser alguien desconocida surgió una especie de amistad rara, hasta que una ocasión me pidió que si le podía empeñar el Celular de nuevo, a lo cual, le dije que no tenía dinero en la caja, pero que yo se lo prestaba de mi bolsa, que no había problema, y así fue.
Recuerdo que era sábado en la mañana y me preguntó que a qué hora cerraba ese día, le contesté que cerraba a las tres de la tarde, me dijo que después iba para darme mi dinero y yo lo vi normal, ok le contesté. Llegó a la tienda super acalorada por qué hacía mucho calor en esos días, a medio día estaba insoportable, yo tenía el aire acondicionado prendido pero estaba del otro lado de la ventanilla, así que la invite a pasar para que tuviera aire fresco.
Estuvimos platicando y le invite de comer, el día estaba muy tranquilo y estábamos en el almacén y me dice.
Daniela: de verdad que estoy súper agradecida contigo, ni mis amigos me ayudaron como tú lo haz hecho y sin interés de nada.
Yo: no pues a veces hay que ayudar, si puedo bien y si no pues te lo digo, pero solo quería ayudarte.
Daniela: pues mira, ten tu dinero y además me gustaría darte algo más de mi parte como agradecimiento.
Yo: ah si? Pues que me quieres dar? Que me compraste?
Daniela: primero ocupo saber una cosa. Las cámaras funcionan?
Yo: no la verdad es que hicieron un corto y no las han venido a arreglar
Daniela: en serio no funcionan? No me mientas.
Yo: no, en serio, mira si quieres las puedo desconectar para que veas que no pasa nada, pero para esto, por qué me lo preguntas? Que tienes pensado hacer?
Daniela: te lo diré pero primero cierra la puerta y apaga las cámaras.
Yo lo hice en seguida que me lo dijo.
Daniela: en forma de agradecimiento, quiero que me cojas aquí, tengo esa fantasía contigo.
Yo: estás segura? Yo la verdad no lo hice con esa intención.
Daniela: por eso te quiero premiar de esta manera, además es algo que yo te quiero hacer a ti.
Yo: bueno está bien, solo bajaré la cortina y pondré que vuelvo en cierto tiempo.
Hice lo que le dije que haría, y regrese al almacén con mi verga super erecta.
Daniela: primero te la quiero mamar, quiero mamartela de rodillas.
Se arrodilló y me saco la verga como toda una perra en celo, le notaba desesperada, y me empezó a dar un oral delicioso, garganta profunda y jaladas riquísimas, yo me puse cachondo en seguida, y le dije, que se sacará las tetas para poder verlas y tocarlas, me senté en la silla y ella se montó sobre mi, me puso sus tetas en la cara y yo parecía bebé amamantado, ella solo gemía y gemía, se puso de perro apoyándote en la mesa y la penetré, se sentía tan húmeda que no batalle nada en meterla, le agarraba sus tetas y jalaba su cabello en aquella posición. Por un segundo pasó por mi mente " que haces? Estás cogiendo en el almacén de tu trabajo" pero ya no podía parar aquella fantasía de Daniela, después la voltie y la subí a la mesa, ahí la seguí penetrando duro ella gemia y gemía, era una perra, le veía si mirada perversa y cachonda y eso hacia que me calentara más y más, al final le pedí que me diera unos sentones a lo cual ella accedió sin problema. Movía el culo delicioso, y chorreaba su humedad.
Yo: Daniela, ya ya, ya me voy a venir. Dónde los hecho?
Daniela se puso de rodillas de nuevo y me dijo, los quiero todos en mi boca y me comenzó a mamar la verga como si no hubiera un mañana, explote!.
Daniela se los tragó todos sin hacer gestos, parecía que le encantaron, incluso jugó con ellos en su boca, seguido a eso fui al baño a limpiarme.
Daniela: muchas gracias por cumplir mi fantasía y también por ayudarme cuando lo necesito, favor con favor se paga amigo.
Ya era casi hora de cerrar a lo que le dije si quería que le llevara a su casa, estába haciendo un calor insoportable y después de tan buenas atenciones no podía dejarla así nada más, entonces, cerré la tienda y le lleve hasta la puerta de su casa en forma de agradecimiento. Nos despedimos con un gesto de agradecimiento y un abrazo.
Ella siguió llendo a la casa de empeño de vez en cuando, pero ya no teníamos sexo, solo a veces me daba orales o le sacaba las tetas para mamarselas, después ella tuvo pareja y yo también así que nos distanciamos.
Me salí de aquel trabajo por qué la empresa quebró y ya no pude ver a Daniela ni saber de ella, espero y se encuentre bien y ojalá que pueda volver a verla para reforzar la amistad.
Gracias por leerme.
Hace algunos años, trabajaba yo en una casa de empeño, el dueño era conocido y me contrató como empleado de confianza, en unos cuantos meses me hice el encargado del lugar, era el paraíso Godin, aire acondicionado, internet, tiempo libre de más, podía jugar con las consolas de videojuegos, obviamente las que ya estaban para venta, y además, estaba yo solo, no tenía compañeros de trabajo.
Las actividades eran relativamente sencillas, valuar objetos, hacer el corte de caja, ver el inventario, hacer el aseo, hacer depósitos, y pues me pagaban bien por prácticamente hacer nada o casi nada.
A unos cuantos locales de la casa de empeño, se encontraba una guardería con estancia, la verdad, me encantaba llegar temprano para ver a las mamás de aquellos niños, unas hermosas y algunas veces iban a dejar los niños en pijama, por lo cual, dejaban poco a la imaginación.
Una tarde una de esas mamás entro a la tienda, supe que era de ahí por qué llevaba a su hijo de la mano y era la hora de la salida. Le llamaremos Daniela.
Daniela: hola amigo buen día, oye quería saber de casualidad cuánto me podrías prestar por este celular, en dado caso que me ocurriera una emergencia, solo para el dato.
Yo: si me lo permite ahorita lo reviso y le digo cuánto, si gusta tomar asiento y ahorita le hablo para decirle.
Comencé a revisarlo y valuarlo, no era un celular de alta gama ni nada, termino y le hablo para decirle cuánto.
Yo: se le pude prestar x cantidad.
Daniela: ay, tan poquito!! Bueno para salir del apuro estaría bien. Muchas gracias.
Pasaron algunos días y como era de esperarse, llegó para empeñar su celular. Para no hacer está historia tan larga, le empeñé su celular le preste algunos pesos de más de lo que le había dicho hice su boleta y se fue agradecida por el acto de generosidad.
El plazo se cumplió además de los días con interés que se le daban, era momento de sacar el celular a venta, yo aún así no lo saqué y espere algunos días, pero el morbo me decía que lo revisara. No encontré material, solo algunos audios donde le decía una amiga que le presentaría a un amigo de ella para salir, pero no se por que ella en si me daba mucho morbo.
Cómo tres días después, llegó ella y super apurada me dice.
Daniela: oye, ya vendiste mi celular?
Yo: no, aún no lo saco, apenas lo iba a poner, pero me quise esperar a que usted viniera y preguntara por el por si aún le interesaba recuperarlo.
Daniela: si la verdad es que si, es con el que entretengo a mi hijo y esos días me ha quitado el mío para el usarlo.
Yo: mire, lleguemos a un acuerdo, pague la cantidad más el interés que se lo voy a bajar a tal porcentaje para ayudarle, le doy unos días más o dime cuándo podías y yo aquí lo dejo.
Daniela: el viernes vengo por el y te doy tu dinero.
Llegó el día y llegó Daniela con el dinero, le dio su celular y ella me dijo que estaba súper agradecida, que poca gente tenía la gentileza de comportarse de esa manera. Me pidió mi número para estar en contacto si se le ofrecía un favor de nuevo y yo se lo di sin problema.
Nos hicimos buenos amigos, fumabamos un cigarro y charlamos de vez en cuando que nos topamos, platicamos nuestras situaciones, en fin, de ser alguien desconocida surgió una especie de amistad rara, hasta que una ocasión me pidió que si le podía empeñar el Celular de nuevo, a lo cual, le dije que no tenía dinero en la caja, pero que yo se lo prestaba de mi bolsa, que no había problema, y así fue.
Recuerdo que era sábado en la mañana y me preguntó que a qué hora cerraba ese día, le contesté que cerraba a las tres de la tarde, me dijo que después iba para darme mi dinero y yo lo vi normal, ok le contesté. Llegó a la tienda super acalorada por qué hacía mucho calor en esos días, a medio día estaba insoportable, yo tenía el aire acondicionado prendido pero estaba del otro lado de la ventanilla, así que la invite a pasar para que tuviera aire fresco.
Estuvimos platicando y le invite de comer, el día estaba muy tranquilo y estábamos en el almacén y me dice.
Daniela: de verdad que estoy súper agradecida contigo, ni mis amigos me ayudaron como tú lo haz hecho y sin interés de nada.
Yo: no pues a veces hay que ayudar, si puedo bien y si no pues te lo digo, pero solo quería ayudarte.
Daniela: pues mira, ten tu dinero y además me gustaría darte algo más de mi parte como agradecimiento.
Yo: ah si? Pues que me quieres dar? Que me compraste?
Daniela: primero ocupo saber una cosa. Las cámaras funcionan?
Yo: no la verdad es que hicieron un corto y no las han venido a arreglar
Daniela: en serio no funcionan? No me mientas.
Yo: no, en serio, mira si quieres las puedo desconectar para que veas que no pasa nada, pero para esto, por qué me lo preguntas? Que tienes pensado hacer?
Daniela: te lo diré pero primero cierra la puerta y apaga las cámaras.
Yo lo hice en seguida que me lo dijo.
Daniela: en forma de agradecimiento, quiero que me cojas aquí, tengo esa fantasía contigo.
Yo: estás segura? Yo la verdad no lo hice con esa intención.
Daniela: por eso te quiero premiar de esta manera, además es algo que yo te quiero hacer a ti.
Yo: bueno está bien, solo bajaré la cortina y pondré que vuelvo en cierto tiempo.
Hice lo que le dije que haría, y regrese al almacén con mi verga super erecta.
Daniela: primero te la quiero mamar, quiero mamartela de rodillas.
Se arrodilló y me saco la verga como toda una perra en celo, le notaba desesperada, y me empezó a dar un oral delicioso, garganta profunda y jaladas riquísimas, yo me puse cachondo en seguida, y le dije, que se sacará las tetas para poder verlas y tocarlas, me senté en la silla y ella se montó sobre mi, me puso sus tetas en la cara y yo parecía bebé amamantado, ella solo gemía y gemía, se puso de perro apoyándote en la mesa y la penetré, se sentía tan húmeda que no batalle nada en meterla, le agarraba sus tetas y jalaba su cabello en aquella posición. Por un segundo pasó por mi mente " que haces? Estás cogiendo en el almacén de tu trabajo" pero ya no podía parar aquella fantasía de Daniela, después la voltie y la subí a la mesa, ahí la seguí penetrando duro ella gemia y gemía, era una perra, le veía si mirada perversa y cachonda y eso hacia que me calentara más y más, al final le pedí que me diera unos sentones a lo cual ella accedió sin problema. Movía el culo delicioso, y chorreaba su humedad.
Yo: Daniela, ya ya, ya me voy a venir. Dónde los hecho?
Daniela se puso de rodillas de nuevo y me dijo, los quiero todos en mi boca y me comenzó a mamar la verga como si no hubiera un mañana, explote!.
Daniela se los tragó todos sin hacer gestos, parecía que le encantaron, incluso jugó con ellos en su boca, seguido a eso fui al baño a limpiarme.
Daniela: muchas gracias por cumplir mi fantasía y también por ayudarme cuando lo necesito, favor con favor se paga amigo.
Ya era casi hora de cerrar a lo que le dije si quería que le llevara a su casa, estába haciendo un calor insoportable y después de tan buenas atenciones no podía dejarla así nada más, entonces, cerré la tienda y le lleve hasta la puerta de su casa en forma de agradecimiento. Nos despedimos con un gesto de agradecimiento y un abrazo.
Ella siguió llendo a la casa de empeño de vez en cuando, pero ya no teníamos sexo, solo a veces me daba orales o le sacaba las tetas para mamarselas, después ella tuvo pareja y yo también así que nos distanciamos.
Me salí de aquel trabajo por qué la empresa quebró y ya no pude ver a Daniela ni saber de ella, espero y se encuentre bien y ojalá que pueda volver a verla para reforzar la amistad.
Gracias por leerme.
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