Para proteger mi identidad modificare los datos personales, ya saben para prevenir, sobra decir que esta historia es "100% real" y trataré de relatar todo con detalle que pueda, tenia muchas ganas de contarlo y me anime al ver que otros contaban sus historias, usaré diversas imágenes y gifs para ilustrar los sucesos solo para mayor disfrute.
Mi historia es algo extraña y muy satisfactoria si la leen de principio a fin, me llamo Alan en esta historia, soy originario de una ciudad en el estado de Veracruz en México, mi familia está conformada por 3 personas, mi padre quien se la pasa trabajando en su negocio y mi madre Martha de 39 años de edad y claro yo. Mi madre es una mujer de 1.56, tez morena pero no tanto, es copa C, tiene algo de culo pero no mucho, es castaña y con una mirada alegre, tiene un cuerpo esbelto ya que se ha cuidado, se puede decir que está muy cogible para alguien de su edad, ella siempre ha sido una persona muy hogareña, ama de casa, criada a la vieja escuela, es muy estricta incluso muy enojona, y jamás se prestaría a cosas mal intencionadas, además y esto es algo importante, ella nació en un pueblo muy chico de Oaxaca haciéndola hasta cierto punto algo cerrada de mente, a todo esto súmenle que se viste muy cubierta, no usa faldas cortas y las pocas que usaba eran muy largas y solo dentro de la casa, nunca fuera, nunca ha usado escotes, en pocas palabras nunca vistió nada sexy al contario, era una señora como decenas que uno vería a diario en la calle, las tiendas o el super o, sin embargo con todo eso logre doblegarla y hacerla mía.
La primera mujer que me provocó deseos de lujuria fue mi propia madre, de niño no salía mucho a jugar y me la pasaba en casa, como es normal la entrada a mi adolescencia me despertó las hormonas y mi madre era lo más cercano y sexy que tenía. Lo que despertó en mi esa morbosidad recuerdo bien que fue una noche mientras veíamos televisión, ella estaba sentada en un sillón yo estaba sentado en el piso, cuando volteé hacia mi madre pude ver como ella tenía abierta las piernas y pude ver sus calzones, en esa ocasión tenía unos calzones amarillos, en ese tiempo yo tenía unos 12 o 13 años quizás, algo paso en mi esa noche que empecé a verla de una manera distinta, deje de verla como mi madre para verla como una mujer, esa fue la primera experiencia que tuve con ropa interior femenina y el inicio de la obsesión por mi madre.
Cada noche esperaba a que nos sentáramos a ver televisión para ver cómo se abría de piernas y poder verle sus calzones, la verdad en aquel tiempo solo tenía 3 calzones más o menos decentes, dos rojos con encaje en las orillas y un amarillo medio traslucido en el frente arriba de su chocho, todos los demás eran grandes, blancos sin costuras o encaje, les repito ella era alguien muy criada a la antigua.
Los meses pasaban y mi calentura era más y más, así fue como poco a poco empecé a espiar a mi madre mientras se bañaba, nuestro baño estaba dividido, es decir dónde estaba el retrete y donde uno se baña, en medio había una pared, pero en la parte de arriba tenía una ventana más o menos grande que conectaba ambos lados, me las llegué a ingeniar para poner un espejo apuntando a donde se bañan, así cuando mi mamá se bañaba yo iba al otro baño y veía como se lavaba su concha, podía ver como se tallaba sus pechos y como se pasaba sus dedos por su puchita, ella estaba muy peluda y era entendible creo que jamás se rasuraba o algo así, el verla bañar me excitaba mucho e incluso a pesar de mi corta edad sentía como mi verga tenía sus primeras erecciones gracias a mi madre, pero a pesar de haberla visto muchas veces jamás vi que ella se masturbara o algo así, era muy pulcra, solo veía como se deslizaba sus dedos alrededor de los labios de su vagina para asearse o como se presionaba los pezones de sus pechos para tratar de limpiarlos, llegue a ver como después de tocarse los pechos sus pezones se ponían duros tanto que parecían dos canicas cafés bien paradas.
En ese tiempo mi papá cada dos meses se iba a juntas de trabajo, cuando eso sucedía yo me iba a dormir con mi mamá en la misma cama por cosas de seguridad o algo así no lo recuerdo bien, una ocasión que paso esto precisamente yo tuve la revelación que me dejo MARCADO y reforzo mi obsesión con mi madre, una noche cuando estábamos en la misma cama yo fingía que dormía siendo así que descubrí que mi mamá se dormía tarde, en esa ocasión ella saco de sus cajones varias de sus bragas, las más bonitas que tenía, aquellas dos rojas y una color crema, se desnudó frente al espejo se las puso y las modelaba, se veía al espejo de un lado y del otro modelando, mientras ella se cambiaba de ropa podía ver como tenía su chochito todo peludo y sabroso,
desde ese momento algo me decía que mi madre era más de lo que aparentaba, entendí que ella se sentía sexy pero nunca lo expresaba, era algo de esperarse ya que es de un pueblo y pienso que le daba pena ser más abierta, demostrar esa sensualidad que sentía, dónde vivíamos las mujeres eran más abiertas de mente, mientras que ella creció muy a la vieja escuela y más siendo que se casó muy chica con mi papá, a los 19 años para después mudarse de lugar.
Debido a esa escena fue como poco a poco fui excitándome más y más hasta que descubrí las pajas, mi madre fue de las primeras si no es que la primera mujer a la que le dediqué una chaqueta, esa sensación de lujuria fue creciendo hasta el punto de ir al cajón de ropa interior de mi madre cuando no estaba, sacar varias, olerlas y ponerme una en la verga para masturbarme, ponía la cabeza de mi verga justo donde iba su coño y me la jalaba, pero antes de venirme me la quitaba y todo lo tiraba al piso porque tenía miedo de dejarla manchada de semen y que ella se embarazara, en ese tiempo tenía esa incrédula idea que así se podía embarazar una mujer, compréndanme yo tenía menos de 12 años.
Así fue como empecé a masturbarme con sus bragas, sus bragas no eran algo muy sexy o pequeño, pero eran suficiente como para masturbarme como loco, con el tiempo poco a poco la calentura fue aumentando, después ya no me quitaba sus calzones cuando me venía, al contrario me las enrollaba más para que toda mi carga de semen quedara manchada en ellas, luego ya con la culpa las limpiaba con papel y las metía hasta el fondo de su cajón, ya después ni eso, me masturbaba les dejaba el semen fresco y así las regresaba a su cajón sin limpiarlas si quiera, es más las dejaba hasta en frente para que fuera las que se pusiera con mi leche fresca, y aun que aún tenía ese pensamiento que así se podía embarazar lo hacía buscando eso, mientras olía una de sus bragas y me la jalaba con otra repetía “EMBARÁZATE MAMÁ, EMBARÁZATE, DÉJAME EMBARAZARTE POR FAVOR, TEN UN HIJO MÍO MAMÁ, PREÑATE CON MI LECHE”, me excitaba saber que se las pondría y mi semen rosaría con su concha todo el día, sus fluidos y los míos conviviendo en su braga me hacía ponerme duro de solo imaginarlos. En ese tiempo me hice tantas pajas en ellas que muchas de sus bragas tenían manchas que no se podían quitar de tanta leche que les echaba, mis corridas eran tan abundantes que era imposibles de ocultar, cuando las bragas ya estaba muy pero muy mequeadas las metía en el cesto de ropa sucia para que no se diera cuenta, había ocasiones que me llegaba a hacer 4 o 5 pajas al día y todas con sus calzones,
Aun recuerdo que cada vez que abría su cajón de ropa interior no olía, sino que apestaba a leche de su propio hijo, me acuerdo de que mi mamá siempre se preguntaba el porque su caja de ropa olía extraño, eso me causada un medio y ala vez excitación, todas las bragas de mi mamá fueron llenadas de mis mecos cientos de veces, las que eran de color negro, café y gris tenían manchas blancas que no se podían quitar, las blancas tenía manchas amarillentas de tanta leche que chuparon. Todo lo que les acabo de contar sucedió durante toda mi adolescencia, desde los 12 hasta mis 18 años, pero eso fue solo la introducción ahora sí viene la parte buena... Solo les adelanto que fue GRACIAS A MUDARNOS...
*HASTA AQUÍ QUEDA LA PRIMERA PARTE DE LA HISTORIA, EN LA PRÓXIMA PARTE EXPLICARE LA SITUACIÓN QUE LOGRÓ HACER QUE ME LLEVARA A MI MADRE A MI CAMA* dejen sus puntos si quieren la continuación se los agradecería mucho (•‿•)
*Este relato es ficticio aunque diga que es 100% real así que disfrútenlo*
Mi historia es algo extraña y muy satisfactoria si la leen de principio a fin, me llamo Alan en esta historia, soy originario de una ciudad en el estado de Veracruz en México, mi familia está conformada por 3 personas, mi padre quien se la pasa trabajando en su negocio y mi madre Martha de 39 años de edad y claro yo. Mi madre es una mujer de 1.56, tez morena pero no tanto, es copa C, tiene algo de culo pero no mucho, es castaña y con una mirada alegre, tiene un cuerpo esbelto ya que se ha cuidado, se puede decir que está muy cogible para alguien de su edad, ella siempre ha sido una persona muy hogareña, ama de casa, criada a la vieja escuela, es muy estricta incluso muy enojona, y jamás se prestaría a cosas mal intencionadas, además y esto es algo importante, ella nació en un pueblo muy chico de Oaxaca haciéndola hasta cierto punto algo cerrada de mente, a todo esto súmenle que se viste muy cubierta, no usa faldas cortas y las pocas que usaba eran muy largas y solo dentro de la casa, nunca fuera, nunca ha usado escotes, en pocas palabras nunca vistió nada sexy al contario, era una señora como decenas que uno vería a diario en la calle, las tiendas o el super o, sin embargo con todo eso logre doblegarla y hacerla mía.
La primera mujer que me provocó deseos de lujuria fue mi propia madre, de niño no salía mucho a jugar y me la pasaba en casa, como es normal la entrada a mi adolescencia me despertó las hormonas y mi madre era lo más cercano y sexy que tenía. Lo que despertó en mi esa morbosidad recuerdo bien que fue una noche mientras veíamos televisión, ella estaba sentada en un sillón yo estaba sentado en el piso, cuando volteé hacia mi madre pude ver como ella tenía abierta las piernas y pude ver sus calzones, en esa ocasión tenía unos calzones amarillos, en ese tiempo yo tenía unos 12 o 13 años quizás, algo paso en mi esa noche que empecé a verla de una manera distinta, deje de verla como mi madre para verla como una mujer, esa fue la primera experiencia que tuve con ropa interior femenina y el inicio de la obsesión por mi madre.
Cada noche esperaba a que nos sentáramos a ver televisión para ver cómo se abría de piernas y poder verle sus calzones, la verdad en aquel tiempo solo tenía 3 calzones más o menos decentes, dos rojos con encaje en las orillas y un amarillo medio traslucido en el frente arriba de su chocho, todos los demás eran grandes, blancos sin costuras o encaje, les repito ella era alguien muy criada a la antigua.
Los meses pasaban y mi calentura era más y más, así fue como poco a poco empecé a espiar a mi madre mientras se bañaba, nuestro baño estaba dividido, es decir dónde estaba el retrete y donde uno se baña, en medio había una pared, pero en la parte de arriba tenía una ventana más o menos grande que conectaba ambos lados, me las llegué a ingeniar para poner un espejo apuntando a donde se bañan, así cuando mi mamá se bañaba yo iba al otro baño y veía como se lavaba su concha, podía ver como se tallaba sus pechos y como se pasaba sus dedos por su puchita, ella estaba muy peluda y era entendible creo que jamás se rasuraba o algo así, el verla bañar me excitaba mucho e incluso a pesar de mi corta edad sentía como mi verga tenía sus primeras erecciones gracias a mi madre, pero a pesar de haberla visto muchas veces jamás vi que ella se masturbara o algo así, era muy pulcra, solo veía como se deslizaba sus dedos alrededor de los labios de su vagina para asearse o como se presionaba los pezones de sus pechos para tratar de limpiarlos, llegue a ver como después de tocarse los pechos sus pezones se ponían duros tanto que parecían dos canicas cafés bien paradas.
En ese tiempo mi papá cada dos meses se iba a juntas de trabajo, cuando eso sucedía yo me iba a dormir con mi mamá en la misma cama por cosas de seguridad o algo así no lo recuerdo bien, una ocasión que paso esto precisamente yo tuve la revelación que me dejo MARCADO y reforzo mi obsesión con mi madre, una noche cuando estábamos en la misma cama yo fingía que dormía siendo así que descubrí que mi mamá se dormía tarde, en esa ocasión ella saco de sus cajones varias de sus bragas, las más bonitas que tenía, aquellas dos rojas y una color crema, se desnudó frente al espejo se las puso y las modelaba, se veía al espejo de un lado y del otro modelando, mientras ella se cambiaba de ropa podía ver como tenía su chochito todo peludo y sabroso,
desde ese momento algo me decía que mi madre era más de lo que aparentaba, entendí que ella se sentía sexy pero nunca lo expresaba, era algo de esperarse ya que es de un pueblo y pienso que le daba pena ser más abierta, demostrar esa sensualidad que sentía, dónde vivíamos las mujeres eran más abiertas de mente, mientras que ella creció muy a la vieja escuela y más siendo que se casó muy chica con mi papá, a los 19 años para después mudarse de lugar.
Debido a esa escena fue como poco a poco fui excitándome más y más hasta que descubrí las pajas, mi madre fue de las primeras si no es que la primera mujer a la que le dediqué una chaqueta, esa sensación de lujuria fue creciendo hasta el punto de ir al cajón de ropa interior de mi madre cuando no estaba, sacar varias, olerlas y ponerme una en la verga para masturbarme, ponía la cabeza de mi verga justo donde iba su coño y me la jalaba, pero antes de venirme me la quitaba y todo lo tiraba al piso porque tenía miedo de dejarla manchada de semen y que ella se embarazara, en ese tiempo tenía esa incrédula idea que así se podía embarazar una mujer, compréndanme yo tenía menos de 12 años.
Así fue como empecé a masturbarme con sus bragas, sus bragas no eran algo muy sexy o pequeño, pero eran suficiente como para masturbarme como loco, con el tiempo poco a poco la calentura fue aumentando, después ya no me quitaba sus calzones cuando me venía, al contrario me las enrollaba más para que toda mi carga de semen quedara manchada en ellas, luego ya con la culpa las limpiaba con papel y las metía hasta el fondo de su cajón, ya después ni eso, me masturbaba les dejaba el semen fresco y así las regresaba a su cajón sin limpiarlas si quiera, es más las dejaba hasta en frente para que fuera las que se pusiera con mi leche fresca, y aun que aún tenía ese pensamiento que así se podía embarazar lo hacía buscando eso, mientras olía una de sus bragas y me la jalaba con otra repetía “EMBARÁZATE MAMÁ, EMBARÁZATE, DÉJAME EMBARAZARTE POR FAVOR, TEN UN HIJO MÍO MAMÁ, PREÑATE CON MI LECHE”, me excitaba saber que se las pondría y mi semen rosaría con su concha todo el día, sus fluidos y los míos conviviendo en su braga me hacía ponerme duro de solo imaginarlos. En ese tiempo me hice tantas pajas en ellas que muchas de sus bragas tenían manchas que no se podían quitar de tanta leche que les echaba, mis corridas eran tan abundantes que era imposibles de ocultar, cuando las bragas ya estaba muy pero muy mequeadas las metía en el cesto de ropa sucia para que no se diera cuenta, había ocasiones que me llegaba a hacer 4 o 5 pajas al día y todas con sus calzones,
Aun recuerdo que cada vez que abría su cajón de ropa interior no olía, sino que apestaba a leche de su propio hijo, me acuerdo de que mi mamá siempre se preguntaba el porque su caja de ropa olía extraño, eso me causada un medio y ala vez excitación, todas las bragas de mi mamá fueron llenadas de mis mecos cientos de veces, las que eran de color negro, café y gris tenían manchas blancas que no se podían quitar, las blancas tenía manchas amarillentas de tanta leche que chuparon. Todo lo que les acabo de contar sucedió durante toda mi adolescencia, desde los 12 hasta mis 18 años, pero eso fue solo la introducción ahora sí viene la parte buena... Solo les adelanto que fue GRACIAS A MUDARNOS...
*HASTA AQUÍ QUEDA LA PRIMERA PARTE DE LA HISTORIA, EN LA PRÓXIMA PARTE EXPLICARE LA SITUACIÓN QUE LOGRÓ HACER QUE ME LLEVARA A MI MADRE A MI CAMA* dejen sus puntos si quieren la continuación se los agradecería mucho (•‿•)
*Este relato es ficticio aunque diga que es 100% real así que disfrútenlo*
2 comentarios - Cómo convertí a mamá en mi puta #1