Este es el relato del segundo encuentro con Mugroso
En mi primer encuentro con Mugroso, como lo conté en mi relato anterior (Las aventuras de mis nalgas: La verga de Mugroso) Ese día fue la primera vez que mamé verga y tragué semen.
Llegó el siguiente fin de semana y fui a buscarlo, la verdad que me quedé con ganas de unas metidas de verga de parte de él, pero para mi mala suerte, cuando llegué a su casa, no estaba solo. Así que al parecer ese día no iba a pasar.
Véngase, me dijo al tiempo que se sentaba en una banquita del patio de su casa y se recargaba en la pared.
Cuando yo me acerco a él para sentarme a su lado, al girarme me picó el culo
Yo no me lo esperaba y di un pequeño brinco
Espérate wey le dije
Es que me siento caliente y tengo muchas ganas de coger me dijo Mugroso
Me senté y me quedé en silencio
¿Y si nos vamos a su casa? me preguntó
Tampoco está sola le contesté
La calentura se nos salía por los poros
Ya sé, ¡Vengáse! me dijo al tiempo que se levantaba
¿No vas a avisar? le pregunté al tiempo que yo lo seguía, me contestó con un seco ¡No!
Caminamos por la calle trasera de su casa y llegamos a una casa abandonada
¿Aquí? le pregunté
Sí, véngase, no pasa nada
Entramos a la casa abandonada, no sé si fueron los olores, no sé si fue el nerviosismo de entrar a una propiedad privada, pero me sentí excitado.
El seguía caminando y yo lo seguí hasta que nos salimos al patio trasero de la casa.
Aquí mero me lo voy a coger, recárguese en el árbol y bájese los calzones me dijo.
Yo caminé hasta el árbol al tiempo que me desabrochaba el pantalón, me bajé la ropa dejando expuestas mis nalgas, me recargué en el árbol con mis manos, y giré mi vista para ver a Mugroso, que ya venía hacia mí, jalándose la verga, Ábrase las nalgas me dijo.
Tomé mis nalgas con mis manos abriéndolas, luego sentí como apuntaba su verga en mi culo y ejercía presión intentando meterla
Ábrase bien las nalgas me dijo de nuevo un poco molesto, al tiempo que seguía intentando.
Se retiró y se escupió en la verga y lo volvió a intentar.
¡ADENTRO!
Inmediatamente empezó con el mete-saca
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
Así me lo quería enchufar me dijo
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
Bien que le gusta ¿Verdad jotito?
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
¡ES TODO MUGROSO! dijo una voz ajena
¡MÍRALOS! JAJAJA
JAJAJAJAJA (Risas de varios)
Inmediatamente Mugroso se retiró y yo me subí rápidamente la ropa, al sentirnos descubiertos a mí me dió mucha vergüenza y dije:
Es que Mugroso tenía muchas ganas de coger.
Las risas no se hicieron esperar
En mi primer encuentro con Mugroso, como lo conté en mi relato anterior (Las aventuras de mis nalgas: La verga de Mugroso) Ese día fue la primera vez que mamé verga y tragué semen.
Llegó el siguiente fin de semana y fui a buscarlo, la verdad que me quedé con ganas de unas metidas de verga de parte de él, pero para mi mala suerte, cuando llegué a su casa, no estaba solo. Así que al parecer ese día no iba a pasar.
Véngase, me dijo al tiempo que se sentaba en una banquita del patio de su casa y se recargaba en la pared.
Cuando yo me acerco a él para sentarme a su lado, al girarme me picó el culo
Yo no me lo esperaba y di un pequeño brinco
Espérate wey le dije
Es que me siento caliente y tengo muchas ganas de coger me dijo Mugroso
Me senté y me quedé en silencio
¿Y si nos vamos a su casa? me preguntó
Tampoco está sola le contesté
La calentura se nos salía por los poros
Ya sé, ¡Vengáse! me dijo al tiempo que se levantaba
¿No vas a avisar? le pregunté al tiempo que yo lo seguía, me contestó con un seco ¡No!
Caminamos por la calle trasera de su casa y llegamos a una casa abandonada
¿Aquí? le pregunté
Sí, véngase, no pasa nada
Entramos a la casa abandonada, no sé si fueron los olores, no sé si fue el nerviosismo de entrar a una propiedad privada, pero me sentí excitado.
El seguía caminando y yo lo seguí hasta que nos salimos al patio trasero de la casa.
Aquí mero me lo voy a coger, recárguese en el árbol y bájese los calzones me dijo.
Yo caminé hasta el árbol al tiempo que me desabrochaba el pantalón, me bajé la ropa dejando expuestas mis nalgas, me recargué en el árbol con mis manos, y giré mi vista para ver a Mugroso, que ya venía hacia mí, jalándose la verga, Ábrase las nalgas me dijo.
Tomé mis nalgas con mis manos abriéndolas, luego sentí como apuntaba su verga en mi culo y ejercía presión intentando meterla
Ábrase bien las nalgas me dijo de nuevo un poco molesto, al tiempo que seguía intentando.
Se retiró y se escupió en la verga y lo volvió a intentar.
¡ADENTRO!
Inmediatamente empezó con el mete-saca
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
Así me lo quería enchufar me dijo
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
Bien que le gusta ¿Verdad jotito?
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
¡ES TODO MUGROSO! dijo una voz ajena
¡MÍRALOS! JAJAJA
JAJAJAJAJA (Risas de varios)
Inmediatamente Mugroso se retiró y yo me subí rápidamente la ropa, al sentirnos descubiertos a mí me dió mucha vergüenza y dije:
Es que Mugroso tenía muchas ganas de coger.
Las risas no se hicieron esperar
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