Comenzaré esta historia con una presentación y descripción de mí entorno..... Mí nombre es Ludmila, mido 1,70 pelo lacio y castaño, ojos marrones y tés blanca....tengo lindo cuerpo según me suelen decir, bastante caderona y tetas lindas y deseables....,
llevo en pareja 6 años, tengo 29 años y Diego, mí novio 32. Tenemos un pasar relativamente bueno, yo soy docente en una escuela de muy buen prestigio y el ingeniero que hace trabajos online para afuera. Tenemos una relación bastante estable, mí familia súper cristiana y conservadora la de el muy similar asique emprendimos el proyecto de nuestra casa para iniciar nuestra familia....., por cuestiones económicas el se encarga de la mayor parte del proyecto.
El proyecto inició bien, el casi siempre se encargaba del trato con los obreros porque disponía de mayor tiempo, yo poco y nada, y para Ser sincera los esquivaba a toda costa, me parecían un tanto desagradables y evitaba al máximo el trato con ellos, quizás ese fue mí primer gran error.
Con el diario del lunes después de haber aprendido mí lección de la peor manera posible entendí que cada vez que los ignoraba un poquito se resentian hacia mí. Pero en su momento me importaba poco y nada, solo pensaba en esa hermosa casa que no veía la hora de ver terminada. Además en mí defensa tenía motivos para ser tan distante, eran muy pajeros, si bien no me decían nada yo lo percibía, miradas, susurros, comentarios por lo bajo....todo me decía que los evite. Para peor de los males mí novio nunca estaba de mí lado cuando le decía que me parecían unos desagradables, el sostenía que mejore mí trato hacía ellos porque es mejor tenerlos de buenas, que por el trabajo, que los favores, etc, que el día que yo necesite algo mejor tenerlos de mí lado y no encontra como venía aparentemente lo venia haciendo..... Obviamente que hice caso omiso a su sugerencia, segundo gran error.
Resulta que durante la obra yo quise hacer unas modificaciones que mí novio no estaba de acuerdo y me empezó a repeochar que los gastos iban a ser míos porque el ya estaba dejando demasiado, la verdad empezó como una discusión de plata pero subió de escala y peleamos muy fuerte, salieron muchas cosas en esa pelea y terminamos muy mal tanto que el se fue y yo me quedé sola en uno de los dormitorios entre llantos sin poder creer como había explotado todo tan rápido en tan poco tiempo..... En eso escucho pasos y trato de secarme las lágrimas como pude pero fue inevitable, indignada esperaba que fuese Diego volviendo a disculparse, pero para mí sorpresa era Pablo, el capataz de los obreros, que había estado escuchando toda la discusión, al no soportar la impotencia de que mí novio no tuviera la cara de volver por mí me quebré en llantos nuevamente, con la diferencia que tenía a Pablo frente a mí consolandome, secando mis lágrimas con sus manos sucias y agrietadas, ofreciéndome agua y buscando como relajarme para pasar el mal momento. Al fin y al cabo las palabras de mí novio fueron ciertas.....cuando necesite de los obreros estuvieron, pese a mi trato hacía ellos, o eso pensaba hasta ese momento, ese sin dudas fue mí tercer gran error......
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Espero que les halla gustado el inicio de esta gran historia de Ludmila, espero sus puntos y comentarios para continuar inspirandome en este hermoso y fantasioso relato
llevo en pareja 6 años, tengo 29 años y Diego, mí novio 32. Tenemos un pasar relativamente bueno, yo soy docente en una escuela de muy buen prestigio y el ingeniero que hace trabajos online para afuera. Tenemos una relación bastante estable, mí familia súper cristiana y conservadora la de el muy similar asique emprendimos el proyecto de nuestra casa para iniciar nuestra familia....., por cuestiones económicas el se encarga de la mayor parte del proyecto.
El proyecto inició bien, el casi siempre se encargaba del trato con los obreros porque disponía de mayor tiempo, yo poco y nada, y para Ser sincera los esquivaba a toda costa, me parecían un tanto desagradables y evitaba al máximo el trato con ellos, quizás ese fue mí primer gran error.
Con el diario del lunes después de haber aprendido mí lección de la peor manera posible entendí que cada vez que los ignoraba un poquito se resentian hacia mí. Pero en su momento me importaba poco y nada, solo pensaba en esa hermosa casa que no veía la hora de ver terminada. Además en mí defensa tenía motivos para ser tan distante, eran muy pajeros, si bien no me decían nada yo lo percibía, miradas, susurros, comentarios por lo bajo....todo me decía que los evite. Para peor de los males mí novio nunca estaba de mí lado cuando le decía que me parecían unos desagradables, el sostenía que mejore mí trato hacía ellos porque es mejor tenerlos de buenas, que por el trabajo, que los favores, etc, que el día que yo necesite algo mejor tenerlos de mí lado y no encontra como venía aparentemente lo venia haciendo..... Obviamente que hice caso omiso a su sugerencia, segundo gran error.
Resulta que durante la obra yo quise hacer unas modificaciones que mí novio no estaba de acuerdo y me empezó a repeochar que los gastos iban a ser míos porque el ya estaba dejando demasiado, la verdad empezó como una discusión de plata pero subió de escala y peleamos muy fuerte, salieron muchas cosas en esa pelea y terminamos muy mal tanto que el se fue y yo me quedé sola en uno de los dormitorios entre llantos sin poder creer como había explotado todo tan rápido en tan poco tiempo..... En eso escucho pasos y trato de secarme las lágrimas como pude pero fue inevitable, indignada esperaba que fuese Diego volviendo a disculparse, pero para mí sorpresa era Pablo, el capataz de los obreros, que había estado escuchando toda la discusión, al no soportar la impotencia de que mí novio no tuviera la cara de volver por mí me quebré en llantos nuevamente, con la diferencia que tenía a Pablo frente a mí consolandome, secando mis lágrimas con sus manos sucias y agrietadas, ofreciéndome agua y buscando como relajarme para pasar el mal momento. Al fin y al cabo las palabras de mí novio fueron ciertas.....cuando necesite de los obreros estuvieron, pese a mi trato hacía ellos, o eso pensaba hasta ese momento, ese sin dudas fue mí tercer gran error......
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Espero que les halla gustado el inicio de esta gran historia de Ludmila, espero sus puntos y comentarios para continuar inspirandome en este hermoso y fantasioso relato
3 comentarios - Educada por los obreros