Me demoré un poco en volver a publicar y pido disculpas . Aquí va la segunda parte.
Después de nuestra primera vez juntos permanecimos unos minutos en silencio, relajados. No sentí culpa pero en un momento si me perseguí con que pudiera llegar alguien y encontrarnos así. Se levantó, se vistió solamente con mi remera y fue al baño. Aproveché ese momento para ponerme el boxer. Cuando volvió se acostó de nuevo y me dijo “te ensucié toda la remera”. Me causó gracia el comentario pero el hecho en sí me calentó mal. A los dos segundos ya tenía la pija a full. “Parece que a tu amiguito le gusta” me dijo con maldad angelical. “Por qué le decís así" le dije yo riendo haciendo alusión al diminutivo. Se rió a carcajadas y trató de excusarse pero ya era tarde. “Pará que me fui a la bosta y le pido perdón, con vos no se puede hablar”. Se puso encima mío como pudo, bajó despacio y comenzó a chuparme la pija. Al rato paró y me dijo “ya está”, le respondí “mmm creo que todavía sigue algo ofendida...” y me respondió con otra carcajada “que pendejo hijo de puta”. Se acomodó el pelo y siguió chupando. Había acabado minutos antes pero tenía la pija a mil y sabía que está vez íbamos a disfrutarlo mejor, al menos por más tiempo. Cuando se incorporó le ayudé a sacarse la remera y comencé a chuparle las tetas. Ubicó la vagina en mi pija y se sentó en ella. Todo el rato que estuvo arriba mío admiré sus tetas al moverse. El abultado vientre me hizo experimentar muchos sentimientos encontrados. Lujuria. Cuando se cansó le dije que se diera la vuelta y se puso en cuatro. Fue hermoso ver esa cola así, los cachetes duros y abiertos, la vagina mojada con sus labios hinchados y el culo en primer plano. Comencé a cogerla primero despacio y después más fuerte hasta darle con todo, los gemidos de Jessi se deben haber escuchado desde la esquina más o menos. Más aún cuando le metí un dedo en la cola. Pedía más y más a los gritos y fiel a su deseo respondí. No nos importó nada. Esa posición me encantó pero quería acabarle en la panza. Le pedí que se diera la vuelta y antes de volver a meterla bajé y le chupé la concha. Una mezcla interesante de sabores llevó mí morbosidad a un nivel desconocido, al menos para mí. Después busqué sus labios y chapamos un momento antes de volver a meterla. Una mezcla de mí acabada anterior y sus fluidos quedaron impregnados en mi boca. Exquisito. Sabía que estaba cerca y fuera de toda sutileza le metí un dedo en la boca, el mismo con el que había explorado su cola. Lo chupaba y mordía. Eso fue demasiado y ya no me aguanté más. Saqué la pija para eyacular. Algunos chorros llegaron a sus tetas y otros quedaron a medio camino salpicando su panza. Esparcí el semen con mis dedos por sus areolas y pezones y se los llevé a la boca. “Que rico pendejo” me dijo y exhausto me tumbé a su lado. Nos besamos un rato y después se fue no sin antes decirme con picardía “acomodá todo este desastre pendejo”.
Esa noche hubo joda en casa de Mariano pero mi cabeza estuvo con Jessi toda la noche. Dos semanas después volvimos a estar, pero esa vez fue en su casa. Gracias por tantos comentarios y la buena onda. Saludos.
Después de nuestra primera vez juntos permanecimos unos minutos en silencio, relajados. No sentí culpa pero en un momento si me perseguí con que pudiera llegar alguien y encontrarnos así. Se levantó, se vistió solamente con mi remera y fue al baño. Aproveché ese momento para ponerme el boxer. Cuando volvió se acostó de nuevo y me dijo “te ensucié toda la remera”. Me causó gracia el comentario pero el hecho en sí me calentó mal. A los dos segundos ya tenía la pija a full. “Parece que a tu amiguito le gusta” me dijo con maldad angelical. “Por qué le decís así" le dije yo riendo haciendo alusión al diminutivo. Se rió a carcajadas y trató de excusarse pero ya era tarde. “Pará que me fui a la bosta y le pido perdón, con vos no se puede hablar”. Se puso encima mío como pudo, bajó despacio y comenzó a chuparme la pija. Al rato paró y me dijo “ya está”, le respondí “mmm creo que todavía sigue algo ofendida...” y me respondió con otra carcajada “que pendejo hijo de puta”. Se acomodó el pelo y siguió chupando. Había acabado minutos antes pero tenía la pija a mil y sabía que está vez íbamos a disfrutarlo mejor, al menos por más tiempo. Cuando se incorporó le ayudé a sacarse la remera y comencé a chuparle las tetas. Ubicó la vagina en mi pija y se sentó en ella. Todo el rato que estuvo arriba mío admiré sus tetas al moverse. El abultado vientre me hizo experimentar muchos sentimientos encontrados. Lujuria. Cuando se cansó le dije que se diera la vuelta y se puso en cuatro. Fue hermoso ver esa cola así, los cachetes duros y abiertos, la vagina mojada con sus labios hinchados y el culo en primer plano. Comencé a cogerla primero despacio y después más fuerte hasta darle con todo, los gemidos de Jessi se deben haber escuchado desde la esquina más o menos. Más aún cuando le metí un dedo en la cola. Pedía más y más a los gritos y fiel a su deseo respondí. No nos importó nada. Esa posición me encantó pero quería acabarle en la panza. Le pedí que se diera la vuelta y antes de volver a meterla bajé y le chupé la concha. Una mezcla interesante de sabores llevó mí morbosidad a un nivel desconocido, al menos para mí. Después busqué sus labios y chapamos un momento antes de volver a meterla. Una mezcla de mí acabada anterior y sus fluidos quedaron impregnados en mi boca. Exquisito. Sabía que estaba cerca y fuera de toda sutileza le metí un dedo en la boca, el mismo con el que había explorado su cola. Lo chupaba y mordía. Eso fue demasiado y ya no me aguanté más. Saqué la pija para eyacular. Algunos chorros llegaron a sus tetas y otros quedaron a medio camino salpicando su panza. Esparcí el semen con mis dedos por sus areolas y pezones y se los llevé a la boca. “Que rico pendejo” me dijo y exhausto me tumbé a su lado. Nos besamos un rato y después se fue no sin antes decirme con picardía “acomodá todo este desastre pendejo”.
Esa noche hubo joda en casa de Mariano pero mi cabeza estuvo con Jessi toda la noche. Dos semanas después volvimos a estar, pero esa vez fue en su casa. Gracias por tantos comentarios y la buena onda. Saludos.
1 comentarios - Me cogí a Jessi embarazada. Segunda parte.