El cumpleaños de mi padre ya había pasado pero el prefirió celebrarlo el fin de semana, para que toda la familia estuviera reunida y sus amigos también pudieran asistir.
La fiesta transcurrió cómo cualquier otra, nada fuera de la común. Vinieron mis tias, primos y algunos amigos de mi padre que yo ya conocía.
Así pasaron las horas y poco a poco la gente comenzaba a irse hasta que finalmente quedaron únicamente mi padre y su amigo en la sala, estaban tomando y charlando alegremente, la musica en el parlante estaba alfo fuerte. Mi mamá también estaba en la casa, ella estaba en la cocina limpiando los platos restantes que quedaron ya que mis tías la habian ayudado un poco antes de irse.
Mamá: Ya es muy tarde, aunque mañana no tengas escuela tienes que ir a dormir.
Ya pasaban de la medianoche y mi mamá me mandaba a dormir, yo quería seguir jugando con mi computadora pero me vi obligado a apagarla, me acoste y aunque tarde un poco me quede dormido. No tengo idea de cuanto tiempo paso pero de repente me desperte, estaba un poco anonadado sin saber que hora era pero la luz no traspasaba la cortina por lo que seguramente seguía siendo de madrugada.
Yo: ¿Mamá?
Pregunte ya que el sonido del parlante de musica seguía sonando pero ya no tan fuerte, pero ahora había un sonido mas que no parecia nada natural, eran gemidos y golpes cómo si estuvieran cacheteando a alguien.
Me levante de la cama y camine hasta el origen de esos ruidos, cada vez sonaban con mas claridad y ya me había quedado claro que se trataba de mi mamá.
Llegue hasta la sala y me asomé para ver que pasaba, entonces pude verlo, mi mamá estaba cogiendo con Javier, el amigo de mi padre mientras que el estaba acostado en el sillon a menos de un metro de distancia de ellos, podía darme cuanta facilmente que estaba bien borracho hasta quedarse dormido.

Javier estaba recostado en el sofá y con las piernas abiertas, mi mamá estaba encima de el subiendo y bajando sus caderas dándole el máximo placer teniendo sus manos sobre los hombro de Javier. Ella subía y bajaba hasta el fondo, el sonido de sus nalgas chocando contra los huevos de Javier podía escucharlo hasta en mi pieza además de sus gemidos que parecía ya no poder controlar por lo bien que se sentía tener esa pija dentro suyo.

Javier no hacía nada mas que disfrutar cómo mi madre montaba su poronga una y otra vez. Hasta que se detuvieron por un momento, mi mama movia sus caderas en círculos disfrutando de tenerla dentro y entonces pude escuchar el sonido de besos, estaban besandose muy apasionadamente. Eso hasta que Javier sujeto con ambas manos el culo de mi mama y el empezó a moverse, empujaba sus caderas con rapidez haciendo chillar a mi madre como si de una cerda se tratara. Y con un quejido el se detuvo, ambos lo hicieron.
Javier: ¿Te gusta mi leche, putita?
Mamá: Mmmhg~♡♡ Me encanta
Javier: Vamos para tu pieza que te quiero seguir garchando!
Al escuchar eso yo rápidamente me fui para mi habitación ya que estaban en el mismo pasillo, me acoste en mi cama y tape con las sabanas, entonces al rato la puerta de mi pieza se abrió y escuche la voz de mi madre.
Mamá: Bebé estas durmiendo?
Me preguntó pero obviamente no respondí y continúe acostado.
Javier: Apurate.
Escuche el sonido de una cachetada seguido de un quejido de mi mamá, seguramente le dio una nalgada para que se apurara. Mi mamá entre risas le reto y cerro la puerta de mi pieza.
Esa noche no pude dormir pero me hice mi primera paja.
La fiesta transcurrió cómo cualquier otra, nada fuera de la común. Vinieron mis tias, primos y algunos amigos de mi padre que yo ya conocía.
Así pasaron las horas y poco a poco la gente comenzaba a irse hasta que finalmente quedaron únicamente mi padre y su amigo en la sala, estaban tomando y charlando alegremente, la musica en el parlante estaba alfo fuerte. Mi mamá también estaba en la casa, ella estaba en la cocina limpiando los platos restantes que quedaron ya que mis tías la habian ayudado un poco antes de irse.
Mamá: Ya es muy tarde, aunque mañana no tengas escuela tienes que ir a dormir.
Ya pasaban de la medianoche y mi mamá me mandaba a dormir, yo quería seguir jugando con mi computadora pero me vi obligado a apagarla, me acoste y aunque tarde un poco me quede dormido. No tengo idea de cuanto tiempo paso pero de repente me desperte, estaba un poco anonadado sin saber que hora era pero la luz no traspasaba la cortina por lo que seguramente seguía siendo de madrugada.
Yo: ¿Mamá?
Pregunte ya que el sonido del parlante de musica seguía sonando pero ya no tan fuerte, pero ahora había un sonido mas que no parecia nada natural, eran gemidos y golpes cómo si estuvieran cacheteando a alguien.
Me levante de la cama y camine hasta el origen de esos ruidos, cada vez sonaban con mas claridad y ya me había quedado claro que se trataba de mi mamá.
Llegue hasta la sala y me asomé para ver que pasaba, entonces pude verlo, mi mamá estaba cogiendo con Javier, el amigo de mi padre mientras que el estaba acostado en el sillon a menos de un metro de distancia de ellos, podía darme cuanta facilmente que estaba bien borracho hasta quedarse dormido.

Javier estaba recostado en el sofá y con las piernas abiertas, mi mamá estaba encima de el subiendo y bajando sus caderas dándole el máximo placer teniendo sus manos sobre los hombro de Javier. Ella subía y bajaba hasta el fondo, el sonido de sus nalgas chocando contra los huevos de Javier podía escucharlo hasta en mi pieza además de sus gemidos que parecía ya no poder controlar por lo bien que se sentía tener esa pija dentro suyo.

Javier no hacía nada mas que disfrutar cómo mi madre montaba su poronga una y otra vez. Hasta que se detuvieron por un momento, mi mama movia sus caderas en círculos disfrutando de tenerla dentro y entonces pude escuchar el sonido de besos, estaban besandose muy apasionadamente. Eso hasta que Javier sujeto con ambas manos el culo de mi mama y el empezó a moverse, empujaba sus caderas con rapidez haciendo chillar a mi madre como si de una cerda se tratara. Y con un quejido el se detuvo, ambos lo hicieron.
Javier: ¿Te gusta mi leche, putita?
Mamá: Mmmhg~♡♡ Me encanta
Javier: Vamos para tu pieza que te quiero seguir garchando!
Al escuchar eso yo rápidamente me fui para mi habitación ya que estaban en el mismo pasillo, me acoste en mi cama y tape con las sabanas, entonces al rato la puerta de mi pieza se abrió y escuche la voz de mi madre.
Mamá: Bebé estas durmiendo?
Me preguntó pero obviamente no respondí y continúe acostado.
Javier: Apurate.
Escuche el sonido de una cachetada seguido de un quejido de mi mamá, seguramente le dio una nalgada para que se apurara. Mi mamá entre risas le reto y cerro la puerta de mi pieza.
Esa noche no pude dormir pero me hice mi primera paja.
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