Las duchas del gym

No sé si les pasa, pero hay días en que todo se te junta. Hoy fui al gimnasio temprano, con toda la intención de arrancar el día con energía. Me puse mi top deportivo y una calza gris que ya es como mi uniforme de gym. Hice bici, pesas, y una clase de funcional que casi me deja tirada en el suelo, pero bueno, la satisfacción después vale la pena.

Ya estaba por estirar un poco cuando me entra una llamada. Era del trabajo. Algo urgente. Tenía que estar en una hora. Literalmente no me daban los tiempos. Y yo ahí, toda transpirada, chivada mal, con el pelo pegado a la cara. Pensé "bueno, me ducho rápido en el gimnasio y salgo volando".

El problema fue que la ropa interior que tenia puesta estaba bastante viejita, gris clarita con un moñito negro adelante. Medio pasada de años. Pero bueno, no tenía opción. Me metí a duchar igual.

En un momento, mientras caminaba hacia las duchas, me di cuenta de que algunas chicas me miraron y se rieron bajito. Yo me hice la que no escuchaba nada, pero claramente habían visto que mi ropa interior ya estaba medio gastada. Me dio un poco de vergüenza, no te voy a mentir. Pero ¿qué iba a hacer? No tenía otra cosa y tenía que llegar al trabajo.

Estaba caminando al área de las duchas, todavía con el cuerpo caliente del ejercicio, el top pegado a la piel y la calza que ya me pedía descanso. Me sentía descompuesta del cansancio, pero lo peor no fue eso. Lo peor fue notar esas miradas.

Había tres chicas apoyadas cerca de las duchas, de esas que van al gimnasio más por show que por sudar. Me clavaron la vista y, cuando pasé, escuché clarito sus risitas... y después, sus comentarios. Esta vez no se cuidaron de bajarlo al murmullo.

"Ay no, tenía un moñito... ¡un moñito!"
– “Y encima toda gastada, se notaba un montón.”

"Debe ser su bombacha de la suerte, porque otra explicación no hay.”
– risas cómplices

"Yo antes me moría si me veían con algo así."
– “Yo también, pero capaz que no le importa... o se olvidó.”

"Bueno, al menos se baña... he visto peores."
– “Eso sí, salió limpita por lo menos.”

"Tiene un moñito adelante... pero atrás le falta media tela."
– “Sí, moñito adelante y tragedia atrás.”
"Esa bombacha ya no pide retiro... pide funeral."


Así que me duché rápido, traté de secarme como pude, me acomodé un poco el pelo y salí disparada. Toda esa mezcla de apuro, vergüenza y adrenalina me tuvo con el corazón acelerado toda la mañana.

Hay días que simplemente pasan así.