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Hermanos de la tranquilidad a la lujuria capitulo 6

Pedro, abrumado por las sensaciones, se dirigió a su habitación y se masturbó pensando en el cuerpo recién depilado de Camí. La imagen de su hermana, tan sexy e inocente, lo excitaba profundamente. Mientras tanto, Camí, frente al espejo, admiraba su vagina recién afeitada, notando lo suave y mojada que estaba. Con curiosidad, se tocó, metiéndose un dedo, y experimentó su primer orgasmo, una sensación tan intensa que la dejó sin aliento. Desde ese día, comenzó a masturbarse regularmente, y su primer recuerdo erótico siempre sería de su hermano.

Pedro, con un deseo creciente, no podía sacar de su mente el cuerpo de Camí. Un día, durante el pico del verano, decidió usar solo ropa interior en la casa, algo que sorprendió y excitó a Pedro. La veía moverse por la casa con esa tanga pequeña que se metía en su culote, revelando su vagina perfectamente afeitada. Pedro no podía dejar de mirarla, y su excitación crecía cada vez que la veía.

"Camí, estás muy linda," le dijo, tratando de mantener la compostura.

"Gracias, hermano," respondió ella, sonrojándose ligeramente.

Pasaron el día así, con Pedro masturbándose a escondidas y Camí haciendo lo mismo en la noche, cada uno excitado por la presencia del otro.

Una noche, Pedro le propuso a Camí:

"Hermana, ¿quieres ver una película?"

"Sí, hermanito," respondió ella, curiosa.

"Una película de porno, para que aprendas algo de eso," dijo Pedro, sonriendo maliciosamente.

Camí se sonrojó pero aceptó:

"Claro, hermano, si tú me dejas."

Pusieron la película en la televisión y comenzaron a verla. La primera escena mostraba sexo oral, y ambos se miraron con una mezcla de vergüenza y excitación. Mientras continuaban viendo las escenas de sexo, se dieron cuenta de que estaban tocando sus partes íntimas por encima de la ropa interior sin darse cuenta.

"Hermano, te veo que te estás tocando el pene. Si quieres masturbarte, no pasa nada," dijo Camí, con voz temblorosa.

Pedro la miró y respondió:

"Bueno, hermanita, y tú también te estás tocando. Si quieres, mastúrbate."

Camí, con pena pero también con curiosidad, se bajó la tanga y comenzó a meterse los dedos, mientras Pedro se masturbaba mirando la película y a su hermana. Los hermanos se miraron, cada uno sintiendo el mayor placer que podían experimentar, sin saber a dónde los llevaría esa excitación desbordante.

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