You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Lujuria, desenfreno y placer de 2 madres calientes (1°parte)

LUJURIA, DESENFRENO Y PLACER DE DOS MADRES CALIENTES (1°parte)
 
Mi nombre es Griselda, y los hechos que les voy a contar ocurrieron en una ciudad Argentina, a la vera del río Paraná, hermosa y antigua, entre dos mujeres, madres y esposas, que profundizaron su relación de amistad animándose a llevarla a un punto placentero y excitante.      
 
Con mi amiga “V” desde hace tiempo no nos reuníamos, la vida cotidiana, el trabajo, la familia, todo era un impedimento para que nos sentemos a charlar. No nos conocíamos desde hacen mucho tiempo, pero logramos una conexión muy profunda y cercana. La amistad se fue consolidando con llamados telefónicos y WhatsApp, nos comenzamos a contar todo, absolutamente todo. Quizás esa comunicación impersonal permitía que nos abramos mucho más.
 
Hablamos desde cuestiones laborales, familiares, cotidianas ,de nuestras parejas y mucho de sexo. Dos mujeres un poco mayores de 40 años ,que tenían un despertar sexual inaudito. Ella, separada hace poco más de dos años, después de 20 años que sobre el final fueron muy malos; yo separada y vuelta casar. Nuestras charlas sin quererlo fueron subiendo de temperatura, hablamos de nuestras aventuras sexuales, de cómo lo hacíamos, con quien y, yo debo admitirlo, mas de una vez terminé con la vagina empapada y me he masturbado pensando en como ella cogía. Creo que ella también, aunque nunca lo habíamos planteado.
 
Quizás nos acercó mi experiencia de divorciada, pero no creo que solo eso. Hubo conexión desde el primer momento en que hablamos, a mí me llamó la atención una postura que asumió públicamente en defensa de la mujer, sin llegar al extremo y a ella, según me dijo, mi frontalidad y sinceridad. Lo cierto es que hay mucha conexión.   
 
Habíamos quedado en juntarnos el sábado en su casa, no para salir a ningún lado sino para sentarnos a charlar largo y tendido. Ese día me ganó la ansiedad, pero quizás con algo de culpa -porque iba a salir sola a la casa de mi amiga-, limpié toda la casa, dejé la cena hecha y como a las 6 de la tarde estaba lista para salir. Me quería ir no aguantaba más estar en mi casa, así como terminé de cocinar, le dije a mi marido que estaba todo listo, él se quedaría con mi hijo más chico, la más grande saldría con amigas.
 
Yo: Allí están las milanesas, las pueden hacer con ensalada o con arroz, como quieran- dije.  
Marido: Andá tranquila, nosotros nos arreglamos -contestó y agregó- no te vas a bañar para ir.
Yo: No, “V” ya me mandó mensaje hace una hora me está esperando. - respondí mintiendo.
 
Momento seguido me dirigí a mi dormitorio, agarré una cartera grande y comencé a seleccionar ropa para llevar a lo de mi amiga. No íbamos a salir, así que nada especial: una calza clarita, una remera mangas largas y, no sé porque elegí una tanga muy cavada de encaje y un corpiño hermoso de tul del mismo color negro. Protectores diarios, el celular, mi monedero y listo. Mandé mensaje al Uber y me contestó que llegaba en 5 minutos.
 
Sali del dormitorio y mi esposo y mi hijo jugaban a la play. Él se dio vuelta y me dijo:
 
Marido: Te llevo una disparada.
Yo: No, no te molestes, están en pleno partido, ya llamé al Uber.
Marido: Bueno…!! -dijo en voz alta dirigiéndose a mi hijo de11 años-, mamá se va a lo de su amiga a dormir, tu hermana sale con las amigas…hoy es noche de chicossss….-los dos gritaron y rieron como adolescentes contentos.
 
El celular me marcó que el Uber estaba una cuadra. Le di un beso a mi hijo, uno en los labios a mi marido y salía a la calle, a tomar el transporte. Hacía más frio de lo que pensaba, pero no tanto, estábamos en otoño. El viaje duró 20 minutos, cuando salí de dije a mi amiga que iba para allá y en la esquina de su casa, ubicada en un barrio de viviendas bajas, bonitas y calles arboladas, la llamé para que esté en la puerta, pues ya anochecía. Estacionó el Uber, pagué y bajé.
 
“V” estaba en la puerta de su casa detrás de las rejas, rápidamente las abrió y nos dimos un fuerte abrazo.
 
V: Amiga te extrañaba muchísimo
Yo: Y yo a vos, hablamos todos los días por teléfono y WhatsApp pero quería sentarme frente a frente y charlar. -le dije y la abracé nuevamente.
 
“V” es una mujer hermosa, de rasgos finos, es alta de 1,70,tez blanca, cabello negro, pechos como dos gotas de agua, bella cintura y un culo que es envidia de muchas. Pero, eso no es lo más bello que tiene: es una gran mujer, una excelente madre, íntegra, luchadora y buena persona.            
  
Cerró su reja y subimos unos escalones para entrar, a sucasa. Sobre la mesa del comedor había una cerveza.
 
- Ya la abro para que brindemos -me dijo mi amiga y sirvió dos vasos.
- Brindemos porque estamos juntas. -dije yo y las dos hicimos fondo blanco.
 
Nos reímos como locas y nos servimos otro vaso más cada una. Yo le comenté mi día y le dije que había venido sin bañarme, ella me dijo que había estado en lo mismo y que se había bañado hace un ratito, es más su pelo aún estaba húmedo.
 
V: Dale andá a bañarte y seguimos- me dijo.
 
Yo me dirigí para el baño social, pero ella me paró, “no, andá el de mi dormitorio”. Su Dormitorio tiene una inmensa cama, estaba bien arreglado y había un gran espejo en el placard.
 
Ingresé al baño me desvestí y abrí la ducha. El agua tibia comenzó a caer sobre mi cuerpo, era gratificante después del día de trabajo doméstico, me relajó inmediatamente, más el vaso de cerveza, más mi amiga, estaba super feliz. Limpié mi cuerpo pasándome el jabón lentamente por debajo de las tetas, el abdomen, separé las piernas y me limpié mi depilada entrepierna, lo pasé hacia atrás y separé mis nalgas para limpiarme la cola. Mi piel reaccionaba, estaba hiper sensible, mis pezones se pusieron duros y cualquier roce se potenciaba. En eso estaba cuando escucho a mi amiga que desde su dormitorio preguntaba: “¿Tenes la toalla?”, le contesté que “no”, allí inmediatamente abrió la puerta para pasármela.

Lujuria, desenfreno y placer de 2 madres calientes (1°parte)

 
Quedé sorprendida. Avergonzada con una mano me tapé las tetas y con la otra la puse en la entrepierna. Ella me miró, sus ojos brillaron ante mi desnudez y me dijo “Sos hermosa amiga”, yo solo atiné a relajarme y lentamente me descubrí. La miré y le dije “pero mirá estos rollitos del costado” y me di vuelta y le mostré el culo, luego junté las tetas con los brazos y se las mostré, diciendo: “quisiera que estén más paradas”. Ahora que lo pienso no lo hice ingenuamente. 
 

argentina

Ella me miraba recostada contra el marco de la puerta, con la mano extendida con la toalla, sus labios finos marcaban una sonrisa de costado, sin darse cuenta se mordió el labio inferior y su cara expresó deseo. Nos miramos a los ojos profundamente, mi cuerpo reaccionó, la piel se me puso de gallina, los pezones se endurecieron más aún, un calor arrasó mi cuerpo, no pensé en nada solo sentí. Lo que estaba pasando me gustaba, seguí quitándome el jabón del cuerpo. La imagen era muy excitante: un baño lleno de vapor, una mujer desnuda tocándose el cuerpo, otra mirándola, todo muy caliente. Cerré la ducha y extendí mi brazo para tomar la toalla, hubo un leve roce de nuestras manos, la yema de mis dedos tocó el dorso de la suya, sentí que una energía subía por mi brazo y me penetraba, levanté la vista, nuestras miradas se cruzaron y le ofrecí una sonrisa ingenua y ruborizada. Imagenes de las dos juntas desnudas en el baño, tocándonos y besándonos, se cruzaron por mí mente  El instante fue eterno, ella decidió cortarlo, pero sin bajar la tensión: “secate hermosa, que tenemos que ir a comprar más cerveza que se acabó”.   
 

milf

 
Mientras secaba mi cuerpo y el cabello allí estaba mi amiga sentada en su cama mirándome. “Que lindo que estemos juntas… hoy las mamis se divierten”, me dijo y rió; me ofreció lo último que quedaba de un vaso de cerveza. Al mismo tiempo se puso de pie y con el celular en mano comenzó asacar fotos de las dos juntas frente al espejo. Yo le advertí, “pará, que estoy desnuda”, ella me contestó “nos vivimos mandando fotos en bolas, pero no importa esperá” dijo y se quitó la poca ropa que tenía. Me sorprendió y me dio gracia a la vez: “que loca estas” le dije, “vos me enloquecés” respondió, sus palabras dichas al pasar retumbaron en mi mente. Ya desnuda las dos la tomé dela cintura -su piel era suave y estaba cálida- y comenzamos a sacarnos fotos y hacer poses. Éramos como dos adolescentes felices y desvergonzadas.   

lesbico

 
Me coloqué la tanga, la calza clara y levanté la vista, “V” me miraba y dijo “esa calza deja ver todo guacha, mirá cómo se te marca la concha y el culo, de tan fina parece transparente…te queda hermosa”. Buscó en sus cajones y se colocó ella también una calza negra fina, se paró al lado mío y nos miramos las dos en el espejo. La imagen era excitante y provocativa. Dos hermosas hembras en sus 40 años, con calzas que le marcaban el cuerpo y los pechos al aire. De frente a ambas se nos marcaba el surco en la entre pierna, de manera sutil no grotesca; nos dimos vuelta, y nuestros culos quedaban perfectamente marcados, eran una fruta redonda y deseable, que marcaba la costura de la ropa interior y hacía volar la imaginación de quien los viera. “Que putonas estamos”, dije y ella rió, respondiendo: “así vamos a ir a comprar las cervezas” y volvió a tomarnos fotos.
 
Tomó la iniciativa, buscó una remera deportiva fina que resaltaba sus pezones -que por cierto estaba tan duros como los míos-, se la colocó y me pasó una prenda de hilo fino corta que insinuaba, marcaba los míos y no tapaba mi culo. La ausencia del corpiño, creí que sería un problema, pero mis pechos estaban duros, se habían parado como los de una niña. Ambas no teníamos brasier, esa sensación de libertad la disfrutamos todas las mujeres.  “Dale, vamos a comprar las cervezas” me dijo apurándome. Me excitó la idea que salgamos así vestidas a lacalle, me encantó la aventura, sería una travesura nada más, “dale vamos ”contesté desafiante.
 
Una vez vestida, me miré al espejo, me sentí linda. La llamé a mi amiga y le propuse ponernos algo de maquillaje. “A nooo, déjate de joder, vamos hasta el quiosco” me respondió. “Una cosita mínima” le dije y decidí delinearme levemente los ojos y ponerme un poco de color en los labios. Ella me miraba, ni bien terminé me di vuelta y la tomé del mentón y acerqué el delineador, ella no se resistió. Por la acción nuestros cuerpos se acercaron, sentía su calor, nuestros pechos se rozaban, nuestros rostros estaban muy cercanos. Era una acción cotidiana, pero inevitable sentir la tensión en el aire. Ojos y labios al igual que yo y se acabó el maquillaje. “Que lindas quedamos” me dijo ella.             
 
Una de calzas blancas, una prenda de hilo celeste y zapatillas, otra de calza negra, remera deportiva azul pegada al cuerpo y zapatillas, los leggins eran semitransparentes y ambas con el cabello húmedo. Dos mujeres hermosas, más atrevidas efecto de un poco de alcohol. Éramos dos hembras que destilabamos sensualidad, nos sentíamos así super excitadas. Reíamos por cualquier cosa y todo el tiempo nos tocábamos.  Salimos a la calle e inmediatamente un ambiente fresco nos golpeó; instantáneamente se nos pararon los pezones. “Vamos al supermercado que está frente a la plaza” dijo mi amiga dejando de lado la posibilidad del kiosco que estaba a media cuadra.
 
 
CONTINUARÁ…..

9 comentarios - Lujuria, desenfreno y placer de 2 madres calientes (1°parte)

nukissy4617
🍓Aquí puedes desnudar a cualquier chica y verla desnuda) Por favor, puntúala ➤ https://da.gd/erotys
Mujerymadre +2
Recordando me volví a mojar mí yegua hermosa!!!! Te adoro troliamiga y por más aventuras calientes juntas!!! 💋😘🔥
concejales21
Te quiero mucho diosa...
lmasse74 +1
Gran arranque, espero que llegue pronto la segunda parte
concejales21 +1
En breve, está.semana
Seximarc69
Muy prometedora está historia
concejales21
Gracias, sigue pronto de publica
Dravete
Excelente!!!! Me recuerda una noche de mí vida.....
concejales21
Quiero saber