Continuación....
De tan rica verga, me fui agachando hasta estar de rodillas, claro parando las nalgas para no interrumpir esas manos traviesas que me tocaban cada centímetro, quedé a la altura de esa hermosa verga, sin perderla de vista fui acercándome hasta que mis labios empezaron a tocar su cabecita, humedeci un poco con la lengua y empecé a darle besitos pequeños, suaves... Sin perder detalles fui poco a poco intentando meterla a mi boquita, de tan grande que era no cupo ni la mitad, sin embargo era tan rica. Se sentía calientita en mi paladar y empecé a mamar como desquiciada.
Tenía mis ojitos cerrados, hasta que sentí que algo tocó mi mejilla. Ya tenía dos vergas más a mi disposición, aunque no igual de hermosas, ya estaba ahí ... Les di un besito a cada una y tome cada una con las manos mientras mamaba verga. Aún de rodillas. Siendo tratada como una verdadera puta, mientras mi esposo se convertía en un cornudo, claro, pajeandose....
Hacían comentarios, "sigue chupando puta", si maldita perra mamala... Te encanta la verga verdad...
Uriel, siendo el más atrevido, volteo con mi esposo y dijo, que se siente que su esposa sea una verdadera puta inge.
El no dijo nada, solo aceleró su mano en su verga...
Uriel me levantó y me apartó de los demás, me llevo a con mi esposo y me dijo, dale un beso en la boca perra. Maldito cornudo...
La situación ya se estaba poniendo más agresiva, y lejos de asustarme, me gustaba... Le dí un beso de lengua a mi esposo y aproveché para dejar caer baba con fluido semanal en su boca. A él no parecía desagradarle pues abría la boca y tragaba en cuanto tocaba su lengua...
Uriel me empino, aún delante de mi esposo y rompió mi cachetero, dejando mi culo y vagina descubierta
Sin avisar de una embestida metió su enorme verga en mi vagina, mientras di un fuerte gemido, empezó a embestir una y otra vez, mientras le gemía en la cara a mi esposo mientras lo besaba...
El solo me decía, "te gusta mi amor".
Yo no podía ni hablar de tan rico que sentía.
Uriel parecía el líder de la manada, pues el me controlaba a su antojo mientras todos los demás solo se masturban.
Me recostó en el sillón donde estaba mi esposo, alzo mis piernas hasta sus hombros y me cogia tan duro, mientras usaba de almohada la pierna de mi esposo. Su verga la tenía a centímetros pero estaba perdida en Uriel, no dejaba de ver su cara perversa mientras me cogia y me hacía su puta.
"Cogeme más duro, cogeme duro" le decía.
Le pregunté a Uriel, te gusta? Y el me dió una cachetada fuerte y me dijo, cállate perra, no te ordené hablar... Me escupió la cara y me siguió cogiendo, mi esposo aceleró su mano nuevamente, al parecer le gusta que traten mal a su esposita..
De la calentura, no me fijé que no se puso condón hasta que me dijo, "hoy no voy a terminar dentro" te quiero llenar esa cara de puta que tienes de mi leche. Me enderezó, y vacío su verga en mi cara, era tanto que escurría hasta mis tetas, a mi nunca me ha gustado el sabor de la verga ni del semen pero estaba que moría por probarlo, con mi dedo recogí lo de mi pecho y me lo metí a la boca... Los demás hicieron fila y empezaron a correrse encima de mí... Cara, cabello, tetas, piernas... Estaba toda llena de leche, voltee con mi esposo con mirada y voz tierna le dije. Así de mojigata te gusta tu esposa papi?
Y él solo se avalanzo a darme un beso, sí, aún llena de leche a el no le importaba probar la leche de sus empleados, me beso hasta que se terminó de venir... Llena de leche, fui a ducharme mientras todos se despedían, quedaron de regresar cada semana y traer más cambios para la propina...
Cuando salí de la ducha, mi esposo se avalanzo y me cogió cómo nunca, el mejor remedio que pude encontrar.
Gracias si llegaste hasta acá, estaré subiendo nuevos relatos pronto, si te gusto y te sacó la lechita, me platicas
Así me motivo 🫣🫣
De tan rica verga, me fui agachando hasta estar de rodillas, claro parando las nalgas para no interrumpir esas manos traviesas que me tocaban cada centímetro, quedé a la altura de esa hermosa verga, sin perderla de vista fui acercándome hasta que mis labios empezaron a tocar su cabecita, humedeci un poco con la lengua y empecé a darle besitos pequeños, suaves... Sin perder detalles fui poco a poco intentando meterla a mi boquita, de tan grande que era no cupo ni la mitad, sin embargo era tan rica. Se sentía calientita en mi paladar y empecé a mamar como desquiciada.
Tenía mis ojitos cerrados, hasta que sentí que algo tocó mi mejilla. Ya tenía dos vergas más a mi disposición, aunque no igual de hermosas, ya estaba ahí ... Les di un besito a cada una y tome cada una con las manos mientras mamaba verga. Aún de rodillas. Siendo tratada como una verdadera puta, mientras mi esposo se convertía en un cornudo, claro, pajeandose....
Hacían comentarios, "sigue chupando puta", si maldita perra mamala... Te encanta la verga verdad...
Uriel, siendo el más atrevido, volteo con mi esposo y dijo, que se siente que su esposa sea una verdadera puta inge.
El no dijo nada, solo aceleró su mano en su verga...
Uriel me levantó y me apartó de los demás, me llevo a con mi esposo y me dijo, dale un beso en la boca perra. Maldito cornudo...
La situación ya se estaba poniendo más agresiva, y lejos de asustarme, me gustaba... Le dí un beso de lengua a mi esposo y aproveché para dejar caer baba con fluido semanal en su boca. A él no parecía desagradarle pues abría la boca y tragaba en cuanto tocaba su lengua...
Uriel me empino, aún delante de mi esposo y rompió mi cachetero, dejando mi culo y vagina descubierta
Sin avisar de una embestida metió su enorme verga en mi vagina, mientras di un fuerte gemido, empezó a embestir una y otra vez, mientras le gemía en la cara a mi esposo mientras lo besaba...
El solo me decía, "te gusta mi amor".
Yo no podía ni hablar de tan rico que sentía.
Uriel parecía el líder de la manada, pues el me controlaba a su antojo mientras todos los demás solo se masturban.
Me recostó en el sillón donde estaba mi esposo, alzo mis piernas hasta sus hombros y me cogia tan duro, mientras usaba de almohada la pierna de mi esposo. Su verga la tenía a centímetros pero estaba perdida en Uriel, no dejaba de ver su cara perversa mientras me cogia y me hacía su puta.
"Cogeme más duro, cogeme duro" le decía.
Le pregunté a Uriel, te gusta? Y el me dió una cachetada fuerte y me dijo, cállate perra, no te ordené hablar... Me escupió la cara y me siguió cogiendo, mi esposo aceleró su mano nuevamente, al parecer le gusta que traten mal a su esposita..
De la calentura, no me fijé que no se puso condón hasta que me dijo, "hoy no voy a terminar dentro" te quiero llenar esa cara de puta que tienes de mi leche. Me enderezó, y vacío su verga en mi cara, era tanto que escurría hasta mis tetas, a mi nunca me ha gustado el sabor de la verga ni del semen pero estaba que moría por probarlo, con mi dedo recogí lo de mi pecho y me lo metí a la boca... Los demás hicieron fila y empezaron a correrse encima de mí... Cara, cabello, tetas, piernas... Estaba toda llena de leche, voltee con mi esposo con mirada y voz tierna le dije. Así de mojigata te gusta tu esposa papi?
Y él solo se avalanzo a darme un beso, sí, aún llena de leche a el no le importaba probar la leche de sus empleados, me beso hasta que se terminó de venir... Llena de leche, fui a ducharme mientras todos se despedían, quedaron de regresar cada semana y traer más cambios para la propina...
Cuando salí de la ducha, mi esposo se avalanzo y me cogió cómo nunca, el mejor remedio que pude encontrar.
Gracias si llegaste hasta acá, estaré subiendo nuevos relatos pronto, si te gusto y te sacó la lechita, me platicas
Así me motivo 🫣🫣
1 comentarios - La reunión con amigos. Relato pt6