You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Memorias de una viuda puta - 1

Lo vi levantarse con una decisión que no dejaba espacio para dudas. Su cuerpo, alto, firme, parecía tensarse desde la base misma. Cuando desabrochó los primeros botones, mi respiración ya se había vuelto superficial. No era sólo el deseo… era el asombro. Como si el cuerpo que había intuido hasta ahora se desplegara por fin ante mí, sin restricciones.


Y entonces lo vi.


Su miembro, al principio contenido, comenzó a elevarse lentamente, con ese peso desafiante que solo tienen las cosas vivas. Su base era gruesa, como el tallo de una planta robusta que ha crecido libre, sin podas, sin vergüenza. La piel era tensa, recorrida por una red vascular visible, como raíces que lo alimentaban desde adentro.


—Marco… —murmuré, pero mi voz se cortó.


La erección no era solo un acto. Era una presencia. Una columna de carne palpitante que parecía ajena a cualquier timidez. Lo observé con la mirada de alguien que ha visto muchos cuerpos pero nunca uno así, no por su tamaño solamente, sino por su intención.



Memorias de una viuda puta - 1




Cada centímetro que emergía hablaba. Y yo, sentada frente a él, me descubrí sin lenguaje. Solo con sonidos entrecortados. La boca entreabierta. Las palabras queriendo salir y ahogándose en la garganta.


—Es… —intenté decir algo, pero mi mirada ya se había posado en la corona, redonda, tersa, tensa, con ese color profundo de la piel irrigada—. Es como un fruto… pero uno que se impone. Que no se ofrece… se reclama.


Pasé una mano por mi propio muslo, como si necesitara tocarme para no olvidar que esto estaba pasando. Y en ese instante supe que nada, nada, de lo que había vivido antes con mi esposo se parecía a esto.

puta




No por comparación. Sino porque lo anterior era ausencia.


Y esto… esto era exceso. Plenitud. Carne viva que pedía paso.


—Quiero que lo plantes —susurré al fin, con voz grave—. Que dejes raíces tan profundas que cuando me toque a solas, lo único que sienta… seas tú.

amateur

0 comentarios - Memorias de una viuda puta - 1