You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Me ganaron las ganas

Él y yo ya habíamos hablado antes, nos habíamos mensajeado muchas veces y había una química especial, debo aclarar que soy una mujer casada pero también me inquietaba mucho el, me decía cosas bonitas me hacia sentir especial; esa noche a mi cumpleaños cuando lo vi llegar a mi casa; no pude evitar sentir un cosquilleo entre mis piernas, no hablamos mucho porque mi esposa estaba presente pero con las miradas nos queríamos comer, la música estaba alta y mi esposo estaba tomando con sus amigos tres horas antes de la fiesta así que ya andaba un poco ebrio, todo iba bien hasta que empezaron a faltar algunas cosas entre ellas hielo refrescos y cervezas, mi esposo me dijo que fuera a comprarlas; y este chico rápidamente se ofreció a llevarme ya que mi esposo no podía manejar y yo accedí, la verdad Y vos nerviosa porque él estaba cerca de mí sentía como un hilo de humedad recorría mis muslos, no necesitábamos decir palabras porque nuestros cuerpos se reclamaban uno al otro, y como él abrió una puerta eléctrica de un portón y ahí se metió cerró la puerta y me dijo que desde hace mucho tiempo yo le gustaba y que le encantaba como lucía en vestido, no me dio tiempo a decir nada porque me besó profunda y ardientemente y yo le corresponde, sus manos avidas buscaron mi intimidad y yo y yo me dejé llevar porque la verdad también deseaba que él me tocara, yo me bajé a su pecho y de ahí abrí su Zipper vi que tenía una erección y no tardé en tenerle mi mano y me la metí toda la boca parece una nenita con una paleta la chupaba de arriba abajo y más se endurecía, él me jaló hacia él hizo el asiento hacia atrás me desabrocho la blusa dejando descubierto mis nenas que ya estaban erizadas y mis pezones parecían dos chocolates, l y él los tomó con su boca y me los succionaba; yo la verdad estaba caliente más que nada por lo prohibido me levanté la faldita y él me hizo la tanguita de lado y me dejó caer en toda su erección no pude evitar lanzar un grito de placer, porque sentía como me invadía estaba bien caliente sentía como mis jugos bañaba en esa erección, y él me da unas punzadas en mi vulva qué hacían que mis ojos se pusieran en blanco, realmente fue muy poco el tiempo pero grande el placer no pude evitar morder el asiento cuando sentí como iba a explotar, él me apretó más y también derramó toda su lava caliente golpeando mis paredes vaginales me termino bien rico adentro y yo lo dejé también escurriendo por último lo limpié y nos calmamos un poco, llegamos a la casa después de comprar lo que necesitamos y mi esposo me dijo que porque había tardado y le dije que porque había mucha gente en la tienda él asintió con la cabeza apoyándome, y esto pasó así tan de repente que ya solamente nos miraba no en la fiesta como diciéndonos que tendremos otro encuentro muy pronto lo recuerdo y me vuelvo a mojar de nuevo

2 comentarios - Me ganaron las ganas