Novia Putita

A mi mujer le encanta calentar pijas, ella es así.. Ayer fuimos a cenar a lo de mis suegros y ella como en casa se porta bien, fue con un vestido lindo y largo de color rosa. No dejaba atrás su figura, las caderas y las grandes tetas imposible de esconder. Al llegar más la noche, antes de irnos, ella saca su maquillaje y se arregla toda. Sale del baño con body de encaje con un escoto qué muestra prácticamente sus tetas apenas cubriendo sus pezones. Sus caderas al aire libre a pasar de la noche fresca que hacía.
Salimos con el auto a reunirnos a una previa con amigos. No le sacaban los ojos de encima, luego me di cuenta que se le veía lo oscurito de una aureola. Ella ni cuenta igual. Ella con su actitud de putona, a mi no me molesta, me calienta aun más.
Estando sentado en la mesa, ella al lado mio empieza a masajear mi pierna, hablando todo el grupo ahí bebiendo. Con luces apagadas pero la imagen tenue de su mano metiéndose bajo mi pantalón. Busca meterse más adentró hasta toparse con algo duro. La agarra por su base y empieza a pajearme. Frente a todos aunque nadie se da cuenta. El nivel de calentura era otro. Ella me mira mordiéndose el labio y su mirada pícara. No tarda mucho en hacerme explotar mojando toda su mano para no manchar él pantalón. Por un momento vuelvo a tener conciencia de donde estaba y lo que hacíamos. Ella saca su mano bizcoza y lame sus dedo, en ese momento me di cuenta que me había hecho eyacular delante de todos sin que nadie se diera cuenta. El momento era de otro mundo, continué tomando luego como si nada.