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Cómo mamá se convirtió en mi puta¹

En esta oportunidad les contaré cómo termine convirtiendo en mi puta a mi madre fiel usando un AFRODISÍACO, esta parte es va a ser algo larga, así que ya les contaré cómo se fueron dando las circunstancias

Cómo mamá se convirtió en mi puta¹


(Hasta incluso comenzo a dormir conmigo)

Somos de México y vivimos en el estado de Campeche. Nuestra vida habia mejorado mucho los últimos años gracias al nuevo trabajo de mi padre. Mi familia está conformada por 4 personas, mi hermano mayor que ya se mudó, mi padre una persona que siempre se la pasa trabajando con 57 años de edad y mi madre María de 45 años de edad.

No les voy a mentir, mi madre era muy hermosa para tener 45 años era baja de estatura alrededor de 1.50 cm de altura, delgada, de Tes morena clara, cabello lacio color negro, ojos achinados color negro, nariz pequeña perfilada, labios carnosos, sus piernas de buen tamaño y torneadas, unos buenos pechos y lo mejor de todo era su culo bien formado grande y redondo.

Ella se ejercitaba bastante en casa mi padre le compro todo lo que necesitaba para entrenar en la casa, ya que a el no le gustaba que mi mamá fuera al gym pues le molestaba que los morbosos la vieran, ya que ella era muy recatada y respetable. Se puede decir que está muy cogible para alguien de su edad, ella siempre ha sido una persona muy hogareña, ama de casa, criada a la vieja escuela, alguien que no toca temas de sexo o así por temor al pudor, es muy estricta incluso muy enojona, y jamás se prestaría a cosas mal intencionadas, además y esto es algo importante, ella nació en un pueblo muy chico haciéndola hasta cierto punto algo cerrada de mente, a todo esto súmenle que se viste muy cubierta, no usa faldas cortas y las pocas que usaba eran muy largas y solo dentro de la casa, nunca fuera, nunca ha usado escotes, toda su ropa interior era la como las que usa una anciana, en pocas palabras nunca vistió nada sexy al contario, era una señora normal, sin embargo con todo eso logre doblegarla y convertirla en una amante del sexo.


Mi obsesión con mamá había comenzado varios meses antes, justo cuando entré en mi fase de pajero, ya que por primera vez tenía mi propia computadora en mi cuarto. Antes tenía que compartir la habitación con mi hermano y en casa solo había una computadora para todos, pero como mi hermano se había mudado y me habían regalado una computadora por mi cumple. Ahora podía ver todos los videos que quisiera, ya que casi siempre estaba solo en casa. Mi papá viajaba constantemente por trabajo, a veces solo se iba por unos días y otras veces llegaba a estar fuera hasta dos semanas. Mi hermano solo regresaria para las celebraciones navideñas. Mientras tanto, mi mamá hacía ejercicio por las mañanas y después salía de compras o a tomar café con sus amigas.

Solo después de ver tanto porno me hice adicto a la categoría de milfs ahí empezó todo.

Era un sábado por la mañana y estaba solo en casa con mi madre. Ella estaba haciendo ejercicio con música alta en la habitación, así que aproveché para hacer una paja busque milf y me metí al primer vídeo que salió, era de una milf morena en leggins que era follada salvajemente por su chocho.

Después de eso fui a ducharme y escuché a mi madre llamándome porque el almuerzo estaba listo.

Bajé las escaleras y me senté a la mesa a comer cuando de repente levanté la vista y vi a mi madre parada en el lavabo. Ella estaba de espaldas y noté que sus leggings eran exactamente los mismos que la milf del video y su trasero era aún más grande. Me quedé atónito por unos segundos, sin darme cuenta ni saber qué hacer.
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Tuve una erección enorme, pero no sabía qué hacer. Ella se sentó a comer y empezó a hablar, pero yo no le prestaba atención. Estaba desorientado y confundido, simplemente decía si a todo lo que decía.

Cuando terminamos de comer, ella se levantó a lavar los platos y verla de nuevo hizo que mi erección volviera con toda su fuerza. Ya no pude controlarla más.

Aproveché el momento en que no me miraba y corrí a mi habitación. Me sentí extraño y culpable.
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En los días siguientes seguí viéndola, sobre todo cuando hacía ejercicio. Esto me excitaba mucho más que las mujeres del porno porque ahora había aceptado que mi madre tenía un cuerpo increíblemente excitante.Comenzaron las vacaciones de verano y al fin tenía edad para trabajar con dieciocho recién cumplidos, y mi mamá ya me presionaba para que consiguiera un empleo formal.

A decir verdad no me molestaba, un poco de dinero extra no le cae mal a nadie. No tardé mucho en encontrar trabajo de medio tiempo en una popular tienda de entretenimiento para adultos, mejor conocida como “Sex-shop”, a la cual había entrado gracias a la ayuda de un amigo de la escuela, cuyo primo trabajaba ahí.

Claro, como todo adolescente eso me tenía muy contento, más que nada lo tomaba por el mero morbo que conlleva un lugar así, y por toda la popularidad que me daría en la universidad.

Días pasaban y en el trabajo todo se estaba normalizando, a veces había eventos con mujeres semi-desnudas bailando por ahí, se ponía bien con los amigos, pero fuera de esos días, todo el rato era, más bien simple. Hasta que llegaría un producto, por ese tiempo novedoso, que me cambiaría la vida.

Se trataba de una líquido que hacía que cualquier persona que lo bebiera se excitara demasiado, cuyo nombre comercial no mencionaré, Había un gran alboroto por el producto, y como la tienda en la que trabajaba era de los pocos lugares donde se podía conseguir, eso nos daría una subida en las ventas.

A mí me daba lo mismo, mi salario era fijo y las ventas no me afectaban, aunque me era muy divertido ver a las chicas guapas comprando los frascos e imaginar cómo se la pasarían al probarlas.

Fue esa misma fantasía la que me motivaría a perpetuar mi cometido, razón también de este relato. Decidí comprar una y mi jefe me preguntó que para que las usaría le dije que mi primo celebraría su cumpleaños y daría una fiesta ahí las usaríamos con las chicas, me respondió con malicia.

"Genial solo tengan cuidado con la dosis, es un derivado de algo que usan para la cruza de ganado aunque es menos potente hace que las chicas se pongan como perras en celo jajaja"

Aunque estaba emocionado por el plan yo seguía obsesionado con mi madre,Seguia mirando su hermoso cuerpo, era genial verla como dije siempre se daba a respetar, en la calle jamás usaba ropa provocativa nada ajustado, escotes o faldas cortas, pero en casa era diferente siempre usaba leggings o shorts muy cortos y ajustados además de tops que dejaban al descubierto su abdomen firme y plano, al parecer eso le encantaba a mi padre y ahora a mi tambien.

Yo había notado que ella a veces estaba un poco triste cuando mi padre salía de viaje y más ahora que era más seguido, aunque nunca le di mucha importancia.

No creí que ellos tuvieran problemas, hasta unos días antes de mi viaje los escuché discutir durante la noche.

Cuando llego del trabajo, no suelo avisar de mi llegada nunca y por éso mi madre no me oyó, pero yo sí me percaté de que mi madre estaba su cuarto. La puerta de éste estaba cerrada pero se oían ruidos. Me fijé que la puerta está abierta así que me acerque sigilosamente y vi una escena que ni siquiera en mis sueños me hubiera podido imaginar: mi madre estaba tumbada, desnuda, en su cama .

La mano izquierda la tenía en una de sus perfectas, redondas y duras tetas, estiraba sus excitados pezones, mientras que con la mano derecha "torturaba" su vagina a base de dedazos arriba y abajo, dentro y fuera.
Sus gemidos aumentaban diciendo:
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-.aahhh...aaahhh!!... porque siempre te tienes que ir...aggg!!.........Mierd!.... Aaahhhggg!!!!!"
Mi exitación era demasiada sin darme cuenta tenía mi mano sobre mi verga sin pensarlo comenze a pajearme, de repente mi madre recibió una llamada, era de mi padre que ha hizo detenerse ,pero yo no podía parar continúe hasta terminar la exitación me hizo eyacular como nunca. Ahí lo entendí mi madre estaba insatisfecha sexualmente por eso se molestaba con mi padre, con los viajes contínuos no tenía tiempo para atenderla como se merecía.

Recuerdo que por esos días no me dejaba de molestar por no tener novia, a lo que yo me defendía bromeando con que cualquiera de mis amigos podría ser mi padre, haciendo alusión a su joven apariencia de la que siempre era presa de burlas. Me había animado al ver los vídeos de tipos que le ponían un par de pastillas en la bebida de su novia y luego se morían de risa mirando los efectos que le provocaba a la pobre mujer, quien se excitaba de la nada.

Sería un domingo, único día en el que ambos descansaríamos, al menos esa semana. Como pocos días en los que coincidíamos toda la mañana y tarde en casa, nos la pasamos divirtiéndonos, platicando, recordando y viendo series.

Entonces supe que era mi momento. Mientras mirábamos la tv, le propuse a servirnos una refrescante jugo. Así me dirigí a la cocina, a espaldas de la sala donde esperaba mi madre. Le serví un vaso y astutamente le puse el afrodisíaco pero no sabía que dosis usar así que accidentalmente vacíe todo un frasco completo, el afrodisíaco no tenía sabor así que eran casi indetectables por lo que no le di importancia, ahora todo estaba listo solo había que esperar a que el plan funcionará.

La travesura estaba hecha, ahora solo quedaba esperar. Le di el vaso con el medicamento y me senté en el sofá de junto, mirando atentamente a que le hiciera efecto y le di reproducir a la película en la pantalla de la sala.

No esperaba nada, ya tenía las expectativas muy bajas. Seguro estaba de qué todos esos vídeos eran actuados, y que nunca tendría los efectos tan exagerados. Aun así me conformaría con hacerla sentir incomoda y abochornada antes de confesarle la broma. Al menos eso pensaba.

Entonces note como dió un pequeño soplido como si estuviera acalorada y su cara un poco sonrojada con unas gotas de sudor en su frente entonces comenzó a abanicarse con su mano.

La película iniciaba, yo a un lado de ella. Nos perdíamos en la trama cinematográfica, casi olvidándome de mi propia broma.

Miraba cada cambio en mi madre, y nada. En un momento, su respiración comenzaba a agitarse sutilmente. Pensé que sería todo, ahí estaba mi estúpida broma, solo un tenue sofoco. Pero entonces al regresar la vista, noté cómo comenzaba a sudar, a jadear y a manifestar uno que otro espasmo incontenible. Al parecer había funcionado y las feromonas estaban haciendo efecto, se detuvo y tomo el vaso para darle un gran trago, entonces se quedó quieta un momento viendo a la nada su rostro ya estaba muy sonrojado.

Sus manos se tornaban inquietas sobando un poco su cuello, como queriendo llegar un poco más abajo hasta su pecho. Sus piernas se movían como traviesas serpientes friccionándose entre ellas, quizá masajeando su vagina con sus muslos.

Ahí supe que la diversión estaba por comenzar. Me puse cómodo y observe disimuladamente. Ya se le veía muy nerviosa, casi no podía controlar su respiración, se acariciaba el cabello constantemente, sus manos temblaban ansiosas, tocando un poco sus pechos. Y sus pantorrillas no dejaban de menearse, sus pies se empalmaban uno contra el otro y sus piernas se estrechaban con fuerza. También note como sus pezones se ponían muy erectos.
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En ese momento la película terminó. Ella se levantó apresurada diciéndome que estaba muy cansada y se iría a dormir. Pero yo bien sabía lo que en realidad quería hacer, seguro que se iría a tocar como tantas ganas tenía.

Por accidente, había dejado su puerta entre abierta, tan solo lo suficiente para que pareciese que estaba cerrada. Sabía que se pondría bueno. Enseguida apagué el resto de las luces de la casa y me puse cómodo a las afueras de su recámara, espiando por la pequeña rejilla que habría dejado.

Lentamente me acerqué a su puerta, silenciando mis pasos tanto como podía. El departamento estaba en total silencio, solo se escuchaba mi respiración y los fuertes latidos de mi corazón en todo el piso.

De cuclillas me asomé por el delgado espacio que habría entre su puerta y el marco de la misma. Y ahí estaba, podía ver a mi madre recostada bajo la cama.

Se le notaba muy ansiosa, hasta temerosa, seguramente se debía estar preguntando qué le sucedía. Pero entonces todo cambió. Pude ver como comenzaba a tocarse, deslizando sus manos con sensualidad por su cuello, hombros y pecho, hasta llegar a sus senos escondidos bajo sus cobijas, acariciándolos con ternura y seducción, sin prisa, gozando de sus caricias y perdiéndose bajo la penumbra de sus parpados cerrados.

Me puse cómodo y seguí observando. Veía a mi madre excitada como nunca, intentando controlar su respiración mientras sus manos jugaban en sus pechos, bajando traviesas por su vientre hasta su entrepierna, oculta tras los telares de su aposento nocturno.

Seguía tocándose con extremo placer, haciéndose estremecer llena de pasión por aquel potenciador de placer estimulándola en sus venas. Llena de deseo, aclamaba las caricias de sus palmas masajeando todo su cuerpo, expresando ligeros sollozos y quejidos sensuales, gozando completamente del momento, sin saber bien por qué.

Y ahí estaba yo, espiando a mi madre, viendo cómo se masturbaba, estimulada por la droga que yo mismo le había servido. Cuando de pronto, se levantaba de su cama acercándose a la puerta. De inmediato me escondí por un momento para no ser descubierto, estaba muerto de pánico, pero sobre todo, muy, muy excitado.

Ahí me perdí. Enloquecí con el espectáculo, ver a mi madre así, muerta de excitación y completamente desnuda, hizo que me explotará mi corazón, temblando y sucumbiendo al fin ante la maravillosa escena. Su cabello suelto, sus hermosos senos en forma de gota balanceándose libremente, su coqueta cintura, su tersa piel color nuez, y su vagina velludita, pero elegantemente recordada, postrada en ese magnífico marco de sus gruesas piernas y su femenina cadera.

No le perdía el rastro a cada movimiento ahora que regresaba a su cama, recostándose por encima de sus cobijas en esta ocasión, separado un poco sus piernas para poderse tocar su caliente sexo con una mano y sus endurecidos senos con la otra.

Mientras me zanjaba fuertemente mi lubricado pene completamente endurecido, fuera de mis pantalones deportivos, mi madre continuaba acariciándose con dulce placer; su respiración se agitaba cada vez más, inflamando su tórax, levantando todavía más sus hermosas tetas grandes y firmes como montañas desde mi perspectiva, engalanadas por su par de pezones marrones completamente erectos.

Expulsaba gemidos, seguido de uno más, mientras su mano la estimulaba como loca entre sus piernas, obligándola a separarlas cada vez un poco más, y al mismo tiempo permitiéndome ver más profundo en medio de ellas.

Sus movimientos se hacían más intensos, se contorsionaba en su cama al borde del orgasmo, gimiendo eróticamente a punto de venirse. Tocándose con erotismo, meneando las caderas de arriba abajo, metiéndose los dedos de su mano profundamente, estimulando su parte más privada, haciendo que sus pechos rebotasen sensualmente en cada vaivén, bailando como preciosas perlas brillantes por el sudor que escurría de ellas.

Y entonces, cuando pensaba que no podría mejorar, me habría las piernas velozmente develándome esa majestuosa vagina madura, completamente lubricada por sus jugos íntimos escurriendo por todos sus labios rosados, inflamados y enrojecidos, completamente estimulados. Siendo ultrajados por sus dedos humedecidos con sus uñas largas sin pintar, masturbando su bien parado clítoris con desdén, provocándose intensos espasmos que la hacían arquearse por el ardor y tortuoso placer de aquellas caricias, gozando más y más, hasta que un instante expresaba un agudo alarido descorazonador, mientras su vagina explotaba entre sus manos, expulsando todo ese acuoso néctar trasparente, entre chapoteos de sus dedos haciéndola venirse intensamente.
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Completamente pasmado miraba la estremecedora escena, vinculando el orgasmo de mi madre con el mío, haciéndome eyacular ahí mismo, sin importar manchar todo el piso con el espeso contenido de mi pene hinchado y sonrojado por la brusquedad de mis jaloneos estrujándole.

Justo cuando creía que todo había terminado, mi madre se levanto y tomo un dildo, se acostó en el piso y le dio una muy sensual chupada.
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Recorría su lengua por todo lo largo del suave juguete, cubriéndolo con su saliva hasta dejarlo completamente empapado. Enseguida regresó a su cama y se recostó con sus piernas abiertas dobladas frente a ella, y sin más comenzó a introducirlo en su recién eyaculada vagina completamente lubricada, permitiendo que aquel falo de plástico curvo, con una pequeña saliente en su base que sirve para estimular el clítoris, entrase en su nuevo cálido hogar.

Con gran delicia se metía excitantemente el artefacto sexual, produciendo un sonido acuoso al pasar entre sus pliegues vaginales, empapándolo a su paso. Lentamente hasta el fondo de su intimidad, gozando como nunca. Arqueaba su espalda, se perdía en sus caricias, y gemía como cachorrita. En verdad lo estaba disfrutado.

Entonces se arrodillo y dió la vuelta para comenzar a montarlo.
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Ahora todo era perfecto al darme la espalda podía ver su hermoso culo y pajearme sin problemas.
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-"aahhh…..ah…ah..ah…ah..ah…ah…ahhh!!! Si!...aahhh!!!...Si...CARAJO!!!!"

Ella tuvo un gran orgasmo, no resistí más y eyaculé.

Mi verga perdía la erección poco a poco, mientras la veía temblar sudorosa pero de pronto ví como introdujo uno de sus dedos en el culo. Recupere mi erección casi al instante comencé a pajearme de nuevo mientras ella seguía preparando ese delicioso agujero. Entonces colocó la punta del dildo en su coño para comenzar a deslizarse sobre él lentamente.

-"aaahhhh!!!!....aahhh...Si!!!....aaahhh.."

Entonces aumentó la velocidad, aquella escena era increíble su estaba tan acostumbrada a masturbarse, que podía montar cómo loca ese dildo sin problema, como una de esas zorras del porno.

En ese instante mi madre se llevó su nuevo juguete hasta las profundidades de su empapada vagina, haciendo que la base del vibrador se calvara en su clítoris. Y ahí lo dejó un momento, disfrutando de las deliciosas sensaciones que estremecían todo su cuerpo, hasta lo más profundo, arrancándose su inminente orgasmo. Entonces, sucedió. Endureciendo su mandíbula, apretando los dientes, frunciendo el ceño y el coño, soltando un orgasmo brutal

-"ah!...aahhh…ah!..ah!...Si!!..ahh!!...ah!..ah!!.. aaahhhh!!!.....MIERDA!!!!!!.....AAAHHH!!!!!!"

Para finalmente dar paso a un potente chorro trasparente que expulsaba desde las profundidades de su más íntima sexualidad, proyectando el dildo fuera de ella, mientras eyaculaba sobre él, gimoteando agitadamente completamente loca de placer, restregando sus dedos de nuevo sobre su rosado clítoris totalmente asomado entre sus mojados pliegues, metiéndose sus dedos medios, haciendo una cuneta con ellos para masturbarse su punto de placer dentro, secretando más y más de sus espesos fluidos que no paraban de escurrir por todos lados, hasta que de pronto, alcanzaba otro orgasmo, eyaculando de nuevo, en menor cantidad pero con más fuerza, expulsando todos sus líquidos.

Toda su habitación se había impregnado de su aroma, de su excitación. Olía a sexo. A su sexo completamente empapado, estimulándose tan satisfactoriamente que parecía haberse olvidado que no estaba sola, pues ahora expresaba todo su placer sin pudor ni recato.
Yo ya no podía con la excitación, así que en un acto de estupidez y calentura entre a su cuarto
-"QUE HACES AQUÍ?!!"
"Perdón mamá pero ya no aguanto".

La agarré y la levanté, ella trato de zafarse pero no pudo, mi verga estaba justo entre su entrepierna la cabeza estaba empujando contra su puchita, los fluidos que salían empezaban a mancharla, no podía creer que mi verga estaba en su labios vaginales , aunque también me di cuenta que ella no hacía mucha fuerza para zafarse creo que muy dentro algo buscaba, la voltee y la ví a a los ojos diciéndole “por favor déjame hacerlo contigo una vez, rápido mira como estoy”, automáticamente mi mano bajo hasta su chocho y se lo empezaba a acariciar, tenía bastante vello púbico que se sentía abultado, durito, suave.

Mamá no dijo nada, así que yo la lleve poco a poco a la cama. La acosté y me subí sobre ella, ella solo decía “no, espérate soy tu madre”, pero no me importo le hice a un lado su braga sexy y pude ver como estaba un poco mojada, aunque ella se resistía su cuerpo de mujer no podía negar que estaba caliente, sin pensarlo dos veces me saqué bien la verga y se la rosé de arriba abajo por sus labios vaginales para después meterla de un solo golpe.
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-"Basta!!!.....no!!!..aahhh….DETENTE!!... aahhhh!!!"

Ella exclamo un gemido de placer y dolor a la vez, sin duda la estaba lastimando se notaba por qué ella con una de sus manos trataba de evitar que toda mi verga entrada dentro de su conchita, desde el primer empujón que le di la vagina la sentí muy apretada, estaba mojada y caliente, sentía como su interior abrazaba todo el tronco de mi verga, a su vez que sentía como estaba estirando el coño maduro de mi madre.

Sus paredes se ensanchaban cada vez que mi verga entraba y salía de ella era la mejor vagina que hubiera probado, a pesar de su edad y de haber tenido 2 hijos era magnifica, era claro que mi papá ya no la tocaba desde hace años como se debe por eso estaba tan bien cuidada, una dulce, apretada, cálida y pequeña puchita de madura, después le empecé a dar más y más fuerte mientras ella estaba acostada en la cama con las piernas abiertas y yo encima ensartándole mi verga, su cara se notaba de preocupación pero también veía como se apretaba los labios, le estaba gustando como mi verga golpeaba el interior de su coño pero no lo decía, la tenía en la posición de misionero mientras sus manos trataban de hacer que me detuviera pero no podía evitar que la penetrara como loco,
“ya por... mmm...favor ya para, detente esto está mal, por favor déjame esto no está bien, soy tu propia maAhhh”,
Cómo mamá se convirtió en mi puta¹




pero no le hice caso, al contrario empecé a darle más fuerte, le daba empujones hasta lo más adentro de su vagina incluso podía sentir como la cabeza de mi verga rozaba con la entrada de su útero, era como si mi verga besara su útero con cada empujón, tener a mi madre así era un sueño, de patas abiertas, vestida con un conjunto de lencería y prácticamente gimiendo con mi verga dentro de ella, de pronto empecé a moverme más rápido ella apretó sus manos e incluso clavo sus uñas en mis brazos del placer que sentía, sus ojos se iban para arriba del placer solo que no quería aceptarlo, para ese entonces su coño estaba totalmente húmedo se escuchaba solo como los fluidos hacían ese ruido tan característico al pegarse y despegarse.

mis muslos chocaban contra sus nalgas y era delicioso, estuvimos así como 5 minutos y solo de ver como mi verga estaba entrando y saliendo de su vagina en esa posición estuvimos unos minutos más hasta que sentí como mis bolas se hinchaban de leche, sentía como las venas de mi verga se hacían más gruesas de sentir que mi leche estaba por salir, no aguante más y una enorme carga de semen salió disparada hacia la entrada de su útero, en el último empujón se la metí lo más profundo que pude para que todas las paredes de su vagina bebieran mi esperma, para que probaran el sabor de su hijo.

-"aaaggghhh!!!.... AAAGGGHHH!!!!!..... AAAHHH!!!!!..... AAAGGGHHH!!!!!!!!!!!!!"

Ella soltó un hermoso y gran gemido y sintió mi leche caliente en su pucha estoy completamente seguro, sintió como un chorro con mucha presión era escupido por mi pito y golpeaba la entrada de su matriz, desde hace meses o años no sentía algo caliente en su interior podría jurarlo, después ella trato de pararse, pero no le di oportunidad, desde adolescente me masturbaba mucho, así que por lo regular no aguantaba mucho por cogida, pero a cambio de eso podía correrme unas 3 veces casi seguidas. Mientras mi verga seguía algo dura sin sacársela le seguí dando una y otra vez,
-"…detente…por favor…..no sigas…esto no…..mmm....detente….. "
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ella lo decía mientras embestía su dulce vagina que estaba muy apretada, yo solo ignoraba lo que decía y le seguía embistiendo.

Dure unos minutos a si hasta que me volví a venir dentro de ella a chorros, sentía como sus paredes vaginales se manchaban con mi esperma, Después de unos 15 minutos y antes que pudiera venirme otra vez ella se paró a la fuerza, salió corriendo del cuarto y todo se volvió silencio, talvez el efecto ya había pasado..., ya con la cabeza más fría, el pito flácido no podía creer lo que había pasado, había cogido con mi mamá.

Pero ese solo fue el inicio de la historia...

*DEJEN SUS PUNTOS SI QUIEREN QUE SIGA LA HISTORIA*
*Lo resubi pq le agregué un par de cosas*

8 comentarios - Cómo mamá se convirtió en mi puta¹

Lord-hanabi93
Muy bueno el relato. Tiene buen desarrollo y evolución sin que sea forzado. 10/10