Mara y yo siempre tuvimos muy buena conexión, desde el primer momento el sexo fue muy intenso entre nosotros. Pero nuestra pasión fue más allá de lo convencional. Un deseo latente, una fantasía compartida, nos llevó a explorar los límites del placer. La idea de ver a Mara entregándose a otro hombre me excitaba hasta la locura. Y entonces, apareció él: un antiguo cliente de su estudio profesional, una invitación a la tentación. Y así, en la intimidad de su departamento, comenzó esta historia de una Hotwife, un cornudo sumiso y un amante muy bien dotado.
Después de meses de que mi novia me pusiera los cuernos, un día me soltó que quería que la llamara "Hotwife". Esa frase me confirmó que disfrutaba ponerme los cuernos. Me recordo que yo había querido que coja con Federico, un ex cliente que se había separado recientemente y que tenía una pija descomunal que la hacía temblar.
Dos días antes de San Valentín, tuvieron un encuentro fogoso. Se besaron como animales en el hall del edificio y se encerraron en el departamento. Se manosearon y se quitaron la ropa con desesperación. Mara estaba empapada de flujo de lo caliente que estaba, y Federico lo sabía. Le restregó su pija por la concha y el culo, la ató con su cinturón y sacaron fotos, una con la cabeza de su verga en la cintura de mi novia.
Cuando intentó penetrarla, a pesar de lo mojada que estaba, no pudo. Tuvieron que usar lubricante. Federico la levantó del culo y la llevó a la cama, donde la penetró con fuerza, como a ella le gustaba. Cambiaron de posiciones hasta que ella se puso encima de él. Federico no aguantó más y acabó dos veces seguidas, con una gran cantidad de leche.
Mara aún no había acabado, así que le pidió a Federico que le metiera los dedos mientras ella se acariciaba el clítoris. Alcanzó el orgasmo con gemidos y jadeos. Luego, se vistieron y conversaron un rato. Federico le preguntó si yo estaba al tanto de la situación, y ella le confirmó que sí. Poco después, Mara me avisó que Federico se había ido, que habían tomado fotos y que fuera a su departamento.
A pesar de haberme masturbado dos veces horas antes, me encontraba excitadísimo. ¡Qué cornudo pajero! Al llegar al departamento, nos besamos apasionadamente en el hall, el mismo lugar donde minutos antes ella había estado con su amante. Luego, nos dirigimos al sillón y, mientras nos desnudábamos, me contó los detalles del encuentro. Mara se puso en roll dominante, algo que me encanta, y me ordenó que le chupe la concha mientras me acariciaba la cabeza como a un perro. ¡Esa actitud me enloquece! Ella alcanzó el orgasmo, se recuperó y luego me masturbó mientras me contaba lo mucho que le gustaba la pija de Federico y como se la coje y lo cornudo que me hace. Sabía que esa noche no me dejaría penetrarla.
Ya en la cama, le pedí que me tocara porque seguía muy caliente, pero se negó. Me prometió que al despertar me masturbaría, pero al día siguiente tampoco cumplió su promesa. En la puerta del edificio, mientras nos despedíamos, escuchamos un audio de Federico donde se autodenominaba como el peor amante. Me gustó que reconociera su papel como amante de mi novia, pero no podía creer que se considerara un mal amante cuando sé cuánto disfruta Mara cuando él la coje. Le rogué a Mara que me enviara las tres fotos que habían tomado, y me fui a casa para masturbarme con ellas. Me encantó todo lo que había pasado la noche anterior, volver a ver las fotos me excitó muchisimo, era la primera vez que veia a mi hotwife en accion y me sentía muy cornudo.
Esa misma tarde habíamos quedado que íbamos a coger pero, de nuevo, me dijo que había quedado dolorida de la cojida que le había dado Federico por lo que no me dejó penetrarla y me dijo que se la chupara, se estaba cumpliendo el roll del cornudo sumiso a la perfección, la hotwife disfruta coger con el amante y no quiere que el novio la penetre y lo obliga a chupar, lejos de disgustarme esta situación me excitó más, por la noche en un momento se puso muy mimosa y me acariciaba y besaba y me decía que me amaba mucho, nos amamos y me encanta que ella disfrute con pija gigante de Federico.
Me imagino a Mara cojiendo cada vez más seguido con Federico, llevarla a que se la coja en la casa, pasarla a buscar, conocerlo y ver como cogen, siempre desde el lugar de cornudo sumiso, viendo como se besan y se tocan y la levanta a Mara y se la coje en el aire, patitas al hombro, ver como le chupa la pija, que le acabe en la boca y le chorree pero todavía Fede no me deja, no pierdo la esperanza.
Después de meses de que mi novia me pusiera los cuernos, un día me soltó que quería que la llamara "Hotwife". Esa frase me confirmó que disfrutaba ponerme los cuernos. Me recordo que yo había querido que coja con Federico, un ex cliente que se había separado recientemente y que tenía una pija descomunal que la hacía temblar.
Dos días antes de San Valentín, tuvieron un encuentro fogoso. Se besaron como animales en el hall del edificio y se encerraron en el departamento. Se manosearon y se quitaron la ropa con desesperación. Mara estaba empapada de flujo de lo caliente que estaba, y Federico lo sabía. Le restregó su pija por la concha y el culo, la ató con su cinturón y sacaron fotos, una con la cabeza de su verga en la cintura de mi novia.
Cuando intentó penetrarla, a pesar de lo mojada que estaba, no pudo. Tuvieron que usar lubricante. Federico la levantó del culo y la llevó a la cama, donde la penetró con fuerza, como a ella le gustaba. Cambiaron de posiciones hasta que ella se puso encima de él. Federico no aguantó más y acabó dos veces seguidas, con una gran cantidad de leche.
Mara aún no había acabado, así que le pidió a Federico que le metiera los dedos mientras ella se acariciaba el clítoris. Alcanzó el orgasmo con gemidos y jadeos. Luego, se vistieron y conversaron un rato. Federico le preguntó si yo estaba al tanto de la situación, y ella le confirmó que sí. Poco después, Mara me avisó que Federico se había ido, que habían tomado fotos y que fuera a su departamento.
A pesar de haberme masturbado dos veces horas antes, me encontraba excitadísimo. ¡Qué cornudo pajero! Al llegar al departamento, nos besamos apasionadamente en el hall, el mismo lugar donde minutos antes ella había estado con su amante. Luego, nos dirigimos al sillón y, mientras nos desnudábamos, me contó los detalles del encuentro. Mara se puso en roll dominante, algo que me encanta, y me ordenó que le chupe la concha mientras me acariciaba la cabeza como a un perro. ¡Esa actitud me enloquece! Ella alcanzó el orgasmo, se recuperó y luego me masturbó mientras me contaba lo mucho que le gustaba la pija de Federico y como se la coje y lo cornudo que me hace. Sabía que esa noche no me dejaría penetrarla.
Ya en la cama, le pedí que me tocara porque seguía muy caliente, pero se negó. Me prometió que al despertar me masturbaría, pero al día siguiente tampoco cumplió su promesa. En la puerta del edificio, mientras nos despedíamos, escuchamos un audio de Federico donde se autodenominaba como el peor amante. Me gustó que reconociera su papel como amante de mi novia, pero no podía creer que se considerara un mal amante cuando sé cuánto disfruta Mara cuando él la coje. Le rogué a Mara que me enviara las tres fotos que habían tomado, y me fui a casa para masturbarme con ellas. Me encantó todo lo que había pasado la noche anterior, volver a ver las fotos me excitó muchisimo, era la primera vez que veia a mi hotwife en accion y me sentía muy cornudo.
Esa misma tarde habíamos quedado que íbamos a coger pero, de nuevo, me dijo que había quedado dolorida de la cojida que le había dado Federico por lo que no me dejó penetrarla y me dijo que se la chupara, se estaba cumpliendo el roll del cornudo sumiso a la perfección, la hotwife disfruta coger con el amante y no quiere que el novio la penetre y lo obliga a chupar, lejos de disgustarme esta situación me excitó más, por la noche en un momento se puso muy mimosa y me acariciaba y besaba y me decía que me amaba mucho, nos amamos y me encanta que ella disfrute con pija gigante de Federico.
Me imagino a Mara cojiendo cada vez más seguido con Federico, llevarla a que se la coja en la casa, pasarla a buscar, conocerlo y ver como cogen, siempre desde el lugar de cornudo sumiso, viendo como se besan y se tocan y la levanta a Mara y se la coje en el aire, patitas al hombro, ver como le chupa la pija, que le acabe en la boca y le chorree pero todavía Fede no me deja, no pierdo la esperanza.

6 comentarios - El encuentro que reafirma nuestras ganas de querer más
Me encantaría cogerla bien rico a Mara y que bueno que sean rosarinos igual que yo 🤩. Hay más chances 🤩🤩🤩
Cualquier cosa, estamos en contacto. 😉
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