En 2007 estaba sin trabajo y un amigo me ofreció manejar un taxi .
Comencé por la zona centro optando por no entrar a los barrios, no por seguridad sino porque desconocía las calles.
Al mes ya fui tomándole el gustito y una tarde de verano recibo un llamado de una zona periférica pero la calle me resultaba conocida, así que fui hacia ese pedido
En una esquina me hizo seña una mujer embarazada, me acerqué y era quien había llamado.
Era una pendeja, de unos 18/19 años, con un embarazo bastante avanzado.
Subió y me dió la dirección de destino...era en la otra punta de la ciudad.
Habremos hecho 10 cuadras cuando me rogó pasarse al asiento delantero porque ir atrás le incomodaba la panza.
Cambió de lugar e íbamos charlando.
Efectivamente era una pendejita, cumplía 18 años ese día... Iba a la casa de la madre a la que no veía ni se hablaba desde que confesó que estaba embarazada, al menos esa fue la historia que me contó.
Era de piel muy blanca, pálida, con pecas, y unos ojos verdes increíbles.
Me daba charla y más charla hasta que después de aproximadamente media hora me dijo que estábamos llegando.
Me señaló una casa y me detuve.
Ella miró hacia todos lados y me dijo que no tenía plata para pagarme el viaje.
Me enojé y la insulté, le dije que era un empleado y que tenía que rendir el viaje al dueño del coche.
Ella me miraba y me pedía perdón.
En un momento me tomó la mano y la puso en una de sus tetas.
Me dijo que podía chupármela a cambio del pago.
Me sentí un hijo de puta, pero sin pensarlo aflojé en cinturón y me bajé el pantalón.
Me pidió que fuésemos a la vuelta, a una plaza.
Estacioné y ella, acomodando la panza, se inclinó a lamerme la pija.
La llenó de saliva de arriba a abajo y se la metió entera.
No sabía que hacer con mis manos y empecé a acariciarle la panza.
No tardé en largar leche, la tomó toda.
Limpió con su lengua todo el largo y besó la puntita de la cabeza.
Me pidió el número de teléfono y me preguntó si podía llamar en caso de necesitar un coche, que ese sería el pago si yo estaba de acuerdo.
Dos veces a la semana la trasladé hasta la casa de la madre, hasta que tuvo a su hijo.
Igualmente, a los 2 meses, me llamó ... Con el chico prendido a una teta y mí pija en su boca fue la última vez que nos vimos.
Nunca supe su nombre.
Comencé por la zona centro optando por no entrar a los barrios, no por seguridad sino porque desconocía las calles.
Al mes ya fui tomándole el gustito y una tarde de verano recibo un llamado de una zona periférica pero la calle me resultaba conocida, así que fui hacia ese pedido
En una esquina me hizo seña una mujer embarazada, me acerqué y era quien había llamado.
Era una pendeja, de unos 18/19 años, con un embarazo bastante avanzado.
Subió y me dió la dirección de destino...era en la otra punta de la ciudad.
Habremos hecho 10 cuadras cuando me rogó pasarse al asiento delantero porque ir atrás le incomodaba la panza.
Cambió de lugar e íbamos charlando.
Efectivamente era una pendejita, cumplía 18 años ese día... Iba a la casa de la madre a la que no veía ni se hablaba desde que confesó que estaba embarazada, al menos esa fue la historia que me contó.
Era de piel muy blanca, pálida, con pecas, y unos ojos verdes increíbles.
Me daba charla y más charla hasta que después de aproximadamente media hora me dijo que estábamos llegando.
Me señaló una casa y me detuve.
Ella miró hacia todos lados y me dijo que no tenía plata para pagarme el viaje.
Me enojé y la insulté, le dije que era un empleado y que tenía que rendir el viaje al dueño del coche.
Ella me miraba y me pedía perdón.
En un momento me tomó la mano y la puso en una de sus tetas.
Me dijo que podía chupármela a cambio del pago.
Me sentí un hijo de puta, pero sin pensarlo aflojé en cinturón y me bajé el pantalón.
Me pidió que fuésemos a la vuelta, a una plaza.
Estacioné y ella, acomodando la panza, se inclinó a lamerme la pija.
La llenó de saliva de arriba a abajo y se la metió entera.
No sabía que hacer con mis manos y empecé a acariciarle la panza.
No tardé en largar leche, la tomó toda.
Limpió con su lengua todo el largo y besó la puntita de la cabeza.
Me pidió el número de teléfono y me preguntó si podía llamar en caso de necesitar un coche, que ese sería el pago si yo estaba de acuerdo.
Dos veces a la semana la trasladé hasta la casa de la madre, hasta que tuvo a su hijo.
Igualmente, a los 2 meses, me llamó ... Con el chico prendido a una teta y mí pija en su boca fue la última vez que nos vimos.
Nunca supe su nombre.
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