Recibí el mensaje de WhatsApp de mi amiga -a la que llamaré “V”-, invitándome a su casa a tomar mate para charlar. Se había hecho tarde, mi marido me llevó y me dejó en la puerta de su casa, toqué el timbre, me atendió su hijo que en ese momento salía:
- Hola, como estás, mamá esta adentro, salgo a comprar unas cosas para el asado con los chicos mañana, chau. – Se fue y dejó la puerta abierta para que entrara.
Ingresé a la casa de mi amiga, ella vino a mi encuentro. Desde el patio, avanzó en malla, a contraluz se veía su hermosa figura:
- Hola “V” …guacha estás hermosa -le dije.
- Hola yegüita, ¿cómo estás? viniste, me alegro, te esperé para tomar sol. - me dijo en tono de reproche.
- Se me hizo tarde, pero te quería ver, tengo muchas ganas de hablar con vos. Capaz que no da para mates, pero podemos abrir algo más. – le dije.
- Si, vení vamos al patio, trae unas cervecitas para tomar. - me invitó.
Nos sentamos, el calor del atardecer era tan intenso como el del resto del día, una frente a otra comenzamos a hablar de diferentes cosas: el regreso al trabajo, nuestros padres ya ancianos, nuestros hijos, la vida en general. Dos mujeres en sus 40 y pico de años hablando de la vida, yo separada y vuelta a casar, ella, divorciada hace poco tiempo; viviendo una segunda juventud.
Yo: ¿Así que mañana vienen los amigos de tu hijo a hacer un asado y disfrutar la pileta?
V: Si amiga, eso me tiene alterada -dijo y lanzó una risa pícara- Vos sabés que me encanta ver esos cuerpos jóvenes, me calienta mucho, quiero hacer una locura.
Yo: ¿Qué querés hacer?
V: El otro día imaginaba que me agarraban en el living y se turnaban para cogerme por la concha y el culo y la boca y yo en cuatro regalada.
Yo: Trola te los querés coger a todos, son como 7, te van hacer mierda. - dije riéndome.
V: Si, eso quiero
Yo: Porque no los hacés pasar de a uno y te los cogés como una prosti – le.
V: Me encanta, eso voy a hacer. -dijo convencida y decidida.
Yo: Jajaja…en serio, mirá si vos vas a actual como una prostituta.
V: ya vas a ver, estoy recaliente, me animo a cualquier cosa.
Me asusté, porque la vi resuelta y decidida a avanzar con su aventura sexual. La conozco, se que es capaz, es una mujer audaz y osada, y que por calentura puede hacer cualquier cosa. Tomé un sorbo de cerveza y le dije:
Yo: No creo que la partuza en el living sea lo mejor... los pendejos andan con celulares todo el día te sacan una foto o te hacen un video, se viraliza y te joden la vida. Perdón que te corte la fantasía, pero así es.
Ella se quedó pensando, se tiró para atrás en el sillón, tomo todo el vaso de cerveza y contestó:
V: Gracias amor por cuidarme y hacerme pensar más allá de la calentura. Voy a ver qué hago, ves estas cosas son las que nos unen y hacen de nuestra amistad algo hermoso, también cuidarnos de esa manera.
Sus palabras me llegaron al corazón, me acerqué le di un fuerte abrazo y fui a buscar más cerveza. En el camino pensé que le había arruinado la fantasía a mi amiga, pero también busqué alternativas. Traje las latitas, y en el camino se me ocurrió una idea.
Yo: Porque no te hacés la calienta pijas -le dije y agregué- eso es hermoso. A mí me encanta, me sale naturalmente.
V: Ya se guacha, te vi varias veces y sé que pusiste locos de celo a varias de tus parejas por eso.
Yo: ¿Lo hiciste alguna vez?
V: No, pero me encanta la idea.
Yo: Me parece una buena salida. Te calentás vos, calentás al resto y no se jode nadie.
V: Me encanta, me encanta…, lo voy a hacer.
Yo: Para mañana creo que tenés que calentonear mucho, sacar esa calienta pijas que tanto te gusta. Así vestidita como me dijiste, me imagino una rozadita de tetas y de culo a los pendejos, así como al pasar, una cruzada de piernas mientras ellos juegan y vos mirás el celular, que se te vea la rajita, unas miradas de tetas cuando le servís la mesa .....putería
La charla siguió, en cómo se vestiría, hablamos algunas cositas más seguimos tomando. La noche pasó, me vino a buscar mi marido y me fui. El sábado me levanté ansiosa, quería saber cómo estaba mi amiga, le mandé mensajes y solo contestó con un “todo bien”. Decidí no molestarla.
El domingo a la mañana tomaba unos mates sola y recibí el llamado de ella totalmente exultante. me quería contar todo.
V: No sabés que divino la pasé, calenté a los pendejos, primero vestida y después en tanga, me tiré a la pileta con ellos, les mostré el culo y dejé entrever la concha, mi malla tenía una aureola de mi flujo, a uno lo agarré a escondidas y le hice un pete. Después me fui a mi pieza y me hice dos pajas a los gritos para que escucharan. Sigo recaliente amiga, gracias por el consejo, no lo había hecho nunca en mi vida. Estuve hecha una madre degenerada. (http://www.poringa.net/posts/relatos/5852669/Calentando-a-los-amigos-de-mi-hijo.html)
Esa podría ser la síntesis de lo sucedido, me dijo que quería contarme más, que depues abundaría en detalles y se despidió. Yo quede impactada y excitada, muuuuyyy….excitada, decenas de imágenes pasaron por mi mente, automáticamente me mojé. Pasó el medio día, comida en familia, siesta, mi hija fue a la playa con amigos y amigas
Como a las 5 se fue mi marido, a visitar a sus padres, y justo llegó mi hija con sus amigos de la playa, gürises y gürisas de entre 17 y 20 años; vinieron a casa a tomar unos tereré. Los vi a los chicos e inmediatamente me acordé de lo que había hecho mi amiga “V”. Me dije “esta es mi oportunidad, siempre lo hice sin darme cuenta, hoy lo voy a hacer conscientemente”.
Debo aclarar que esto fue un problema con mis diferentes parejas por que ellos aseguran que yo soy una “calienta pijas”, que anda todo el tiempo seduciendo en fiestas con amigos y otros eventos. Yo nunca me di cuenta, pero parece que es verdad.
El día era muy caluroso, esos días que se transpira mucho. Los chicos y chicas se fueron al patio y yo me fui a poner una ropa para regar las plantas, la excusa que pensé para mostrarme. No sabía que ponerme no quería parecer muy putona, me decidí por un remerón corto, con dos cortes a los costado y escote en V color manzana verde, de una tela fina. Por supuesto sin corpiño, pero me puse una bombacha bien cavada. Ya estaba caliente, de solo pensar la situación, sentía mariposas en el estómago y se me paraban los pezones.
Después me fui a regar las plantas. Ellos estaba en el patio 3 chicas y 5 chicos, yo en lo mío con la manguera en la mano. Hacia un calor tremendo (39°) si no estas en el aire acondicionado comenzás a transpirar a eso hay que sumarle que estaba caliente ufffff……mi cuerpo estaba todo transpirado .
Fui a buscar un pandulce para que coman, acompañando el tereré; lo trocé en la mesa inclinando mi cuerpo hacia delante, se me veían las tetas y debido al tajo del vestido este se me iba para adelante, por lo tanto se podía observar la tanga. Noté las miradas en el cuerpo, como si invadieran mi aura, me desnudaban querían ver más allá. Yo estaba que reventaba de caliente, mis pechos duros, los pezones parecían timbres y mi concha palpitaba debido a la mirada de los jovencitos, me sentía deseada.
Seguí regando, pero estaba re caliente se me notaba en los pezones, de lejos los veía mirándome, hasta que uno se atrevió y me trajo un tereré. Me lo ofreció desde lejos, yo me di vuelta y lo dejé ver de frente, mis pezones eran dos lanzas que sobresalían de mi vestido, el muchachito no podía evitar mirarlos estaba hipnotizado, hacia un esfuerzo por mirarme a los ojos, yo como distraída miraba hacia otro lado para indicarle cosas de las plantas, la intención era que me mirara las tetas, dejarlo ver.
Esa situación me encendió y quise dar un paso más, me fui a la cocina, de lejos escucho que uno de los chicos venía buscar hielo, me mojé las manos, tomé el vestido del escote, lo separé de mi cuerpo y comencé a pasarme las manos por las tetas para refrescarme, quería saber cómo actuaría el amigo de mi hija. Por el rabillo del ojo veo que el pendejo se queda escondido mirando, eso me puso más caliente. Sentirme observada, espiada. Deseaba que entre y que allí me tome, me levante arriba de la mesada y me coja de atrás sin miramiento hasta hacerme acabar como una perra. Seguí refrescándome moviendo mi vestido como ventilándome, hacía flamear la tela humedecida por la transpiración, en un juego que mostraba y no mostraba, me di la vuelta y haciendo como que no lo veo me voy para mi pieza y muestro el culo.
No sé si el joven estaba caliente, pero yo sí. Me fui al baño me saqué la bombacha, la prenda estaba empapada de mis flujos, estaba por dejarla en el cesto de ropa sucia y dije: “no”, la dejo acá a la vista, para que cuando vengan al baño los jovencitos la vean. Eso me excitó más pues los imaginé oliéndola o pajeándose con ella.
Así, sin ninguna ropa interior, toda empapada de sudor y con el vestido mojado -transpirado por la calentura- me fui al patio a trabajar en el jardín. Comencé a arreglar las plantas, eso me obligaba a ponerme de cuclillas, abría las piernas; me puse de rodillas para limpiar, se subió un poco el vestido y casi mostraba el culo y la concha. Los tenía embobados, me daba mucha risa y me calentaba a la vez. Era una mezcla de perversión, dominio, autosatisfacción, deseo, vouyerismo y sentirse una puta inalcanzable a la que todos quieren coger.
Iba cada tanto a pedir un tereré, así toda mojada de traspiración, se me re notaban los pezones y que no tenía bombacha; después uno vino a traerme un tereré y yo estaba agachada, me miraba las tetas y yo quedé a la altura de su pija, vi como crecía el miembro y él rápidamente puso la mano en el bolsillo para contenerlo. Me contuve, tenía ganas de chupársela, me imaginaba de rodillas en el pasto con la pija del joven en la boca, observada por el resto de los machitos que esperaban su turno para descargar su abundante semen en mi boca y por todo mi cuerpo dejándome pegoteada por sus líquidos. Finalmente me senté alejada de ellos a mirar el celular, por supuesto que empecé un ritual de cruce de piernas y de apertura para dejar ver, insinuaciones, me tocaba los pechos; siempre haciéndome la distraída. Entre ellos se avisaban cuando yo dejaba entrever mi conchita al abrir las piernas lo hacia un por lapso corto de tiempo
Por dentro era una caldera a punto de explotar, los pezones como si tuvieran vida propia estaban duros y apuntando a esos jovencitos que me comían con la mirada, mi vagina totalmente empapada y palpitando; mi cuerpo ardía. Imaginaba situaciones en las que era cogida por esos cuerpos jóvenes y de pijas duras, perforada por todos los agujeros, acabando como una catarata y con el cuerpo pegoteado de semen.
El tiempo pasó, los chicos y chicas se fueron, la calentura no me pasaba y llegó mi marido. Fui al baño a ver el destino de mi bombacha, estaba toda pegoteada, alguno de los machitos se había hecho la paja con ella y me dejó el regalito, eso me voló la cabeza y me calentó. Tomé la prenda, la olfatee y así como estaba toda pegoteada por la mezcla de mis flujos y el semen de no se quien, la usé para rozarme y hacerme una paja, me la pasé por las tetas, me rocé el culo y la concha, y acabé en soledad en mi baño ahogando un grito de cuclillas en el piso recostada por la pared.
Me duché y cenamos y me fui a costar junto a mi marido. En vano intentó contarme los problemas de sus padres, yo no lo escuchaba, tomé la iniciativa lo destapé y comencé a chuparle la pija como una desesperada, él se sorprendió, pero no le di tiempo, lo hice callar le ofrecí mis tetas y lo monté. A un ritmo frenético moví mis caderas, acabé dos veces y luego sentí su leche escurriéndose por mi concha, caí desfallecida, así como estaba me recosté a su lado y nos dormimos.
El inconsciente es una maquina perversa. Las conexiones entre las personas son inimaginables. Lo que soñé esa noche fue tremendo: estaba con mi amiga “V” en una orgía sirviéndonos de pijas jóvenes una y otra vez, siendo cogidas por todos los agujeros, recibiendo semen, haciendo lluvia dorada sobre pechos de machos calientes, siendo penetrada en el aire por dos hombres, besándonos en la boca intercambiando semen y terminar exhaustas. Al otro día me levanté y lo primero que hice fue llamarla y contarle, su respuesta me sorprendió: “hay amiga, anoche soñé lo mismo”…las dos rompimos en una larga carcajada.
- Hola, como estás, mamá esta adentro, salgo a comprar unas cosas para el asado con los chicos mañana, chau. – Se fue y dejó la puerta abierta para que entrara.
Ingresé a la casa de mi amiga, ella vino a mi encuentro. Desde el patio, avanzó en malla, a contraluz se veía su hermosa figura:
- Hola “V” …guacha estás hermosa -le dije.
- Hola yegüita, ¿cómo estás? viniste, me alegro, te esperé para tomar sol. - me dijo en tono de reproche.
- Se me hizo tarde, pero te quería ver, tengo muchas ganas de hablar con vos. Capaz que no da para mates, pero podemos abrir algo más. – le dije.
- Si, vení vamos al patio, trae unas cervecitas para tomar. - me invitó.
Nos sentamos, el calor del atardecer era tan intenso como el del resto del día, una frente a otra comenzamos a hablar de diferentes cosas: el regreso al trabajo, nuestros padres ya ancianos, nuestros hijos, la vida en general. Dos mujeres en sus 40 y pico de años hablando de la vida, yo separada y vuelta a casar, ella, divorciada hace poco tiempo; viviendo una segunda juventud.
Yo: ¿Así que mañana vienen los amigos de tu hijo a hacer un asado y disfrutar la pileta?
V: Si amiga, eso me tiene alterada -dijo y lanzó una risa pícara- Vos sabés que me encanta ver esos cuerpos jóvenes, me calienta mucho, quiero hacer una locura.
Yo: ¿Qué querés hacer?
V: El otro día imaginaba que me agarraban en el living y se turnaban para cogerme por la concha y el culo y la boca y yo en cuatro regalada.
Yo: Trola te los querés coger a todos, son como 7, te van hacer mierda. - dije riéndome.
V: Si, eso quiero
Yo: Porque no los hacés pasar de a uno y te los cogés como una prosti – le.
V: Me encanta, eso voy a hacer. -dijo convencida y decidida.
Yo: Jajaja…en serio, mirá si vos vas a actual como una prostituta.
V: ya vas a ver, estoy recaliente, me animo a cualquier cosa.
Me asusté, porque la vi resuelta y decidida a avanzar con su aventura sexual. La conozco, se que es capaz, es una mujer audaz y osada, y que por calentura puede hacer cualquier cosa. Tomé un sorbo de cerveza y le dije:
Yo: No creo que la partuza en el living sea lo mejor... los pendejos andan con celulares todo el día te sacan una foto o te hacen un video, se viraliza y te joden la vida. Perdón que te corte la fantasía, pero así es.
Ella se quedó pensando, se tiró para atrás en el sillón, tomo todo el vaso de cerveza y contestó:
V: Gracias amor por cuidarme y hacerme pensar más allá de la calentura. Voy a ver qué hago, ves estas cosas son las que nos unen y hacen de nuestra amistad algo hermoso, también cuidarnos de esa manera.
Sus palabras me llegaron al corazón, me acerqué le di un fuerte abrazo y fui a buscar más cerveza. En el camino pensé que le había arruinado la fantasía a mi amiga, pero también busqué alternativas. Traje las latitas, y en el camino se me ocurrió una idea.
Yo: Porque no te hacés la calienta pijas -le dije y agregué- eso es hermoso. A mí me encanta, me sale naturalmente.
V: Ya se guacha, te vi varias veces y sé que pusiste locos de celo a varias de tus parejas por eso.
Yo: ¿Lo hiciste alguna vez?
V: No, pero me encanta la idea.
Yo: Me parece una buena salida. Te calentás vos, calentás al resto y no se jode nadie.
V: Me encanta, me encanta…, lo voy a hacer.
Yo: Para mañana creo que tenés que calentonear mucho, sacar esa calienta pijas que tanto te gusta. Así vestidita como me dijiste, me imagino una rozadita de tetas y de culo a los pendejos, así como al pasar, una cruzada de piernas mientras ellos juegan y vos mirás el celular, que se te vea la rajita, unas miradas de tetas cuando le servís la mesa .....putería
La charla siguió, en cómo se vestiría, hablamos algunas cositas más seguimos tomando. La noche pasó, me vino a buscar mi marido y me fui. El sábado me levanté ansiosa, quería saber cómo estaba mi amiga, le mandé mensajes y solo contestó con un “todo bien”. Decidí no molestarla.
El domingo a la mañana tomaba unos mates sola y recibí el llamado de ella totalmente exultante. me quería contar todo.
V: No sabés que divino la pasé, calenté a los pendejos, primero vestida y después en tanga, me tiré a la pileta con ellos, les mostré el culo y dejé entrever la concha, mi malla tenía una aureola de mi flujo, a uno lo agarré a escondidas y le hice un pete. Después me fui a mi pieza y me hice dos pajas a los gritos para que escucharan. Sigo recaliente amiga, gracias por el consejo, no lo había hecho nunca en mi vida. Estuve hecha una madre degenerada. (http://www.poringa.net/posts/relatos/5852669/Calentando-a-los-amigos-de-mi-hijo.html)
Esa podría ser la síntesis de lo sucedido, me dijo que quería contarme más, que depues abundaría en detalles y se despidió. Yo quede impactada y excitada, muuuuyyy….excitada, decenas de imágenes pasaron por mi mente, automáticamente me mojé. Pasó el medio día, comida en familia, siesta, mi hija fue a la playa con amigos y amigas
Como a las 5 se fue mi marido, a visitar a sus padres, y justo llegó mi hija con sus amigos de la playa, gürises y gürisas de entre 17 y 20 años; vinieron a casa a tomar unos tereré. Los vi a los chicos e inmediatamente me acordé de lo que había hecho mi amiga “V”. Me dije “esta es mi oportunidad, siempre lo hice sin darme cuenta, hoy lo voy a hacer conscientemente”.
Debo aclarar que esto fue un problema con mis diferentes parejas por que ellos aseguran que yo soy una “calienta pijas”, que anda todo el tiempo seduciendo en fiestas con amigos y otros eventos. Yo nunca me di cuenta, pero parece que es verdad.
El día era muy caluroso, esos días que se transpira mucho. Los chicos y chicas se fueron al patio y yo me fui a poner una ropa para regar las plantas, la excusa que pensé para mostrarme. No sabía que ponerme no quería parecer muy putona, me decidí por un remerón corto, con dos cortes a los costado y escote en V color manzana verde, de una tela fina. Por supuesto sin corpiño, pero me puse una bombacha bien cavada. Ya estaba caliente, de solo pensar la situación, sentía mariposas en el estómago y se me paraban los pezones.
Después me fui a regar las plantas. Ellos estaba en el patio 3 chicas y 5 chicos, yo en lo mío con la manguera en la mano. Hacia un calor tremendo (39°) si no estas en el aire acondicionado comenzás a transpirar a eso hay que sumarle que estaba caliente ufffff……mi cuerpo estaba todo transpirado .
Fui a buscar un pandulce para que coman, acompañando el tereré; lo trocé en la mesa inclinando mi cuerpo hacia delante, se me veían las tetas y debido al tajo del vestido este se me iba para adelante, por lo tanto se podía observar la tanga. Noté las miradas en el cuerpo, como si invadieran mi aura, me desnudaban querían ver más allá. Yo estaba que reventaba de caliente, mis pechos duros, los pezones parecían timbres y mi concha palpitaba debido a la mirada de los jovencitos, me sentía deseada.
Seguí regando, pero estaba re caliente se me notaba en los pezones, de lejos los veía mirándome, hasta que uno se atrevió y me trajo un tereré. Me lo ofreció desde lejos, yo me di vuelta y lo dejé ver de frente, mis pezones eran dos lanzas que sobresalían de mi vestido, el muchachito no podía evitar mirarlos estaba hipnotizado, hacia un esfuerzo por mirarme a los ojos, yo como distraída miraba hacia otro lado para indicarle cosas de las plantas, la intención era que me mirara las tetas, dejarlo ver.
Esa situación me encendió y quise dar un paso más, me fui a la cocina, de lejos escucho que uno de los chicos venía buscar hielo, me mojé las manos, tomé el vestido del escote, lo separé de mi cuerpo y comencé a pasarme las manos por las tetas para refrescarme, quería saber cómo actuaría el amigo de mi hija. Por el rabillo del ojo veo que el pendejo se queda escondido mirando, eso me puso más caliente. Sentirme observada, espiada. Deseaba que entre y que allí me tome, me levante arriba de la mesada y me coja de atrás sin miramiento hasta hacerme acabar como una perra. Seguí refrescándome moviendo mi vestido como ventilándome, hacía flamear la tela humedecida por la transpiración, en un juego que mostraba y no mostraba, me di la vuelta y haciendo como que no lo veo me voy para mi pieza y muestro el culo.
No sé si el joven estaba caliente, pero yo sí. Me fui al baño me saqué la bombacha, la prenda estaba empapada de mis flujos, estaba por dejarla en el cesto de ropa sucia y dije: “no”, la dejo acá a la vista, para que cuando vengan al baño los jovencitos la vean. Eso me excitó más pues los imaginé oliéndola o pajeándose con ella.
Así, sin ninguna ropa interior, toda empapada de sudor y con el vestido mojado -transpirado por la calentura- me fui al patio a trabajar en el jardín. Comencé a arreglar las plantas, eso me obligaba a ponerme de cuclillas, abría las piernas; me puse de rodillas para limpiar, se subió un poco el vestido y casi mostraba el culo y la concha. Los tenía embobados, me daba mucha risa y me calentaba a la vez. Era una mezcla de perversión, dominio, autosatisfacción, deseo, vouyerismo y sentirse una puta inalcanzable a la que todos quieren coger.
Iba cada tanto a pedir un tereré, así toda mojada de traspiración, se me re notaban los pezones y que no tenía bombacha; después uno vino a traerme un tereré y yo estaba agachada, me miraba las tetas y yo quedé a la altura de su pija, vi como crecía el miembro y él rápidamente puso la mano en el bolsillo para contenerlo. Me contuve, tenía ganas de chupársela, me imaginaba de rodillas en el pasto con la pija del joven en la boca, observada por el resto de los machitos que esperaban su turno para descargar su abundante semen en mi boca y por todo mi cuerpo dejándome pegoteada por sus líquidos. Finalmente me senté alejada de ellos a mirar el celular, por supuesto que empecé un ritual de cruce de piernas y de apertura para dejar ver, insinuaciones, me tocaba los pechos; siempre haciéndome la distraída. Entre ellos se avisaban cuando yo dejaba entrever mi conchita al abrir las piernas lo hacia un por lapso corto de tiempo
Por dentro era una caldera a punto de explotar, los pezones como si tuvieran vida propia estaban duros y apuntando a esos jovencitos que me comían con la mirada, mi vagina totalmente empapada y palpitando; mi cuerpo ardía. Imaginaba situaciones en las que era cogida por esos cuerpos jóvenes y de pijas duras, perforada por todos los agujeros, acabando como una catarata y con el cuerpo pegoteado de semen.
El tiempo pasó, los chicos y chicas se fueron, la calentura no me pasaba y llegó mi marido. Fui al baño a ver el destino de mi bombacha, estaba toda pegoteada, alguno de los machitos se había hecho la paja con ella y me dejó el regalito, eso me voló la cabeza y me calentó. Tomé la prenda, la olfatee y así como estaba toda pegoteada por la mezcla de mis flujos y el semen de no se quien, la usé para rozarme y hacerme una paja, me la pasé por las tetas, me rocé el culo y la concha, y acabé en soledad en mi baño ahogando un grito de cuclillas en el piso recostada por la pared.
Me duché y cenamos y me fui a costar junto a mi marido. En vano intentó contarme los problemas de sus padres, yo no lo escuchaba, tomé la iniciativa lo destapé y comencé a chuparle la pija como una desesperada, él se sorprendió, pero no le di tiempo, lo hice callar le ofrecí mis tetas y lo monté. A un ritmo frenético moví mis caderas, acabé dos veces y luego sentí su leche escurriéndose por mi concha, caí desfallecida, así como estaba me recosté a su lado y nos dormimos.
El inconsciente es una maquina perversa. Las conexiones entre las personas son inimaginables. Lo que soñé esa noche fue tremendo: estaba con mi amiga “V” en una orgía sirviéndonos de pijas jóvenes una y otra vez, siendo cogidas por todos los agujeros, recibiendo semen, haciendo lluvia dorada sobre pechos de machos calientes, siendo penetrada en el aire por dos hombres, besándonos en la boca intercambiando semen y terminar exhaustas. Al otro día me levanté y lo primero que hice fue llamarla y contarle, su respuesta me sorprendió: “hay amiga, anoche soñé lo mismo”…las dos rompimos en una larga carcajada.
7 comentarios - Una Madre calienta las pijas de los amigos de su hija
Muy trolas las dos, te quiero mi putiamiga!!!