You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Navidad 24/25: Visita a Mayte y vermú navideño con Yoli

Mi follamiga Mayte no podía venir este año al vermú que todos los del gimnasio hacíamos cada año para celebrar el día de Nochebuena. La pobre estaba algo enferma. Por suerte su cornudo marido si iba a ir al vermú y este iba a llevar a su hija con sus padres, para que Mayte pudiera estar tranquila en casa recuperándose.
Decidí darle una sorpresita a Mayte, aprovechando que iba a estar sola. Cuando su marido escribió en un grupo que tenemos del gimnasio, que ya iba para el bar donde habíamos quedado, supe que ya podía ir a su casa a visitar a su mujer. Cuando Mayte me vio al abrir su puerta, me sonrió y me pregunto qué hacía. Le dije que había ido a cuidarla un poco y darle la medicina que tanto le gusta a ella. Mayte llevaba un pijama mono, bien navideño, bastante feo, que era como el disfraz de un elfo.
Cuando cerró la puerta le agarré de la cintura y comencé a besarla y morderla el cuello, pues no podíamos besarnos a gusto debido a su resfriado. De camino al sofá del salón, la pregunte por que llevaba ese pijama tan feo. Su respuesta fue que su marido los había comprado a juego, junto al de su hija y el de él, y que esa noche los habían estrenado. Fui acariciando su culo, hasta llegar al sofá y sentarnos.
Volví a besarla y comerla el cuello y también mordisqueé sus orejas. Mi mano comenzó a acariciar sus pechos, notando que no llevaba sujetador bajo el pijama. Mayte comenzó a pasar su mano por mi paquete y no tardo en sacarme la polla y masturbarme. Mi mano bajo hasta su coño, acariciándolo por encima del pijama. Le dije que esos pijamas cutres tenían una cosa muy buena. Ella me pregunto el que y yo le dije que las costuras de esos pijamas eran bien malas. Agarré la zona del coño del pijama y comencé a estirarla. Mayte me pedía que no, pero en el segundo tirón, ya se rompió, haciéndose un pequeño agujero, del que tire, hasta hacérselo más grande, por donde vi que llevaba una braguita blanca. Metí mi mano por el roto y la braguita y empecé a masturbarla. Comencé a morderla los pechitos por encima del pijama. Mayte, cachondísima, me masturbaba más fuerte.
Me levanté y fui a la cocina por unas tijeras. Al verme volver con ellas, Mayte me pregunto que iba a hacer. Le dije que se relajara y disfrutara, mientras me ponía de rodillas en el suelo, entre sus piernas. Mordisquee la braguita y la estire, varias veces, antes de cogerla y cortarla por los laterales, pudiéndosela sacar por el roto del pijama, dejándola sin nada debajo de él. Comencé a comerla el coño y Mayte empezó a apretar sus muslos contra mi cabeza y a liberarla, según la velocidad de mi lengua bien dentro. Mis manos acariciaban sus piernas y sus pechos y las suyas mi cabeza. No pare hasta que Mayte se corrió y soltó un buen gemido. La pregunte si la primera dosis de la medicina la había sentado bien y su sonrisa me dejo bien claro que sí.
Me puse de pie, frente a ella, y la dije que ahora la tocaba la medicina vía oral. Acerque mi polla a su cara y la golpee con ella. Mayte agarro mi polla y comenzó a masturbarme, lamiéndome los huevos y el glande. Con mi polla durísima, comencé a follarla la boca. Fui subiendo la velocidad y metiéndosela hasta el fondo de la garganta, provocándola algunas arcadas, momentos donde le decía que la medicina no podía vomitarla, que tuviera mas aguante. A Mayte se la salía su saliva por las comisuras, cayendo hacia su barbilla, pues no podía tragársela.
Me quité el pantalón, Mayte me puso un condón y me senté en el sofá. Mayte lo hizo de rodillas sobre mí y se metió mi polla en su coño. Comenzó a moverse en círculos con cara de gran felicidad. Mis manos acariciaban sus pechos y la besaba el cuello. Comencé a morder sus pechos por encima del pijama y noté como sus pezones se ponían bien duros. Cogí las tijeras y la dije a Mayte que ya el pijama era para tirar, así que había que aprovecharlo bien. Esta vez no me dijo nada y comencé a cortar el pijama por sus pechos, haciendo unos círculos, por donde se le mostraban. Pellizque sus pezones, estirándolos, antes de comenzar a comérselos. Mayte cada vez se movía más rápido y comenzaba a soltar gemiditos. Mordisquee sus pezones y los estire con mi boca, haciendo que también soltara grititos de dolor.
Coloqué a Mayte a gatas en el sofá y me puse de rodillas detrás de ella. Hice mas grande el roto y comencé a follarla el culo. Desde el primer momento se lo empecé a follar bien fuerte. También la azotaba el culo bien fuerte y la tiraba del pelo. Me incline sobre su espalda y aprete su cabeza contra el sofá, mientras se la clavaba sa fondo y duro en su culo. Metí mi polla en su coño, de nuevo y se lo volví a follar.
Nos levantamos y la quite el pijama dejándola desnuda. Subí una de sus piernas al sofá y volví a meter mi polla en su húmedo coño, follándoselo, mientras la besaba el cuello y la acariciaba los pechos. No pare hasta que se corrió, nuevamente. Entonces me arrodillé y la comí el coño, agarrando fuerte su culo, con mi lengua a fondo en su coño, limpiando sus jugos.
Volví a sentarme en el sofá y Mayte lo hizo de espaldas sobre mí. Se metió mi polla en su coño y comenzó a botar como una loca. La besaba y mordía el cuello y con mis manos acariciaba sus pechos. De vez en cuando, una de mis manos, bajaba hasta su clítoris, acariciándoselo. Cuando iba a correrme, me levante, dejando sentada a Mayte. Me quite el condón y Mayte volvió a comerme la polla. Cuando ya iba a explotar, la quite mi polla y me masturbe, apuntando hacia su boca bien abierta. Cuando me corrí y salió mi semen disparado, le dije a Mayte que disfrutara de la rica medicina. Casi todo mi semen cayo en su boca, pero algo acabo en su barbilla y mejillas. Mayte volvió a comerme la polla, dejándomela bien seca y limpia.
Me senté a su lado y me tomé una cerveza, haciéndola compañía, mientras la acariciaba las piernas y pechos y charlábamos un poco. Tras la cerveza, me vestí y me despedí de Mayte. Antes de salir de la casa de Mayte, escribí al grupo del gimnasio, que ya iba para el bar y su marido no tardo en responder que me estaban esperando con ganas, cosa que hizo reír a Mayte.

Al llegar al bar donde estaba la gente del gimnasio, lo primero que hice fue saludar a Javi, cornudo marido de Mayte, y preguntarle que tal estaba Mayte. Lógicamente, por dentro, me estaba muriendo de la risa al oírle como me decía que estaba muy malita en casa sin ganas de hacer nada.
Avanzada la fiesta, al bar entro mi follamiga infiel Yoli, que venia con unas amigas. Esta venia bien morbosa, como ella suele, con un vestido negro, hasta medio muslo, de manga larga, con un escotazo en v, dejando ver su tremendo canalillo y parte del sujetador negro, ajustado en la parte de arriba, marcando sus buenos pechos. También llevaba unos botines marrones claros y unas medias transparentes. Charlábamos cada poco rato y nuestras manos acariciaban nuestros culos, disimuladamente, cada vez que nos era posible.
Cuando el bar iba a cerrar, me despedí de la gente del gimnasio y me dirigí hacia Yoli. La excusa era despedirme, pero tanto ella como yo, teníamos ganas de seguir un poco mas de fiesta, mas privada. Al despedirme de ella, la dije al oído que estuviera atenta al móvil, que la mandaba la ubicación de mi coche. Así hice al llegar a él, y unos minutos después allí aparecía Yoli, sonriente. No había nadie en la calle y no nos pudimos resistir a besarnos. Fue un breve beso, antes de meternos al coche y allí si darnos un caluroso beso, durante el cual mis manos abrieron su abrigo y comenzaron a acariciar sus pechos.
De repente sonó el móvil de Yoli. Era su pareja, pero prefirió no cogerlo. Seguimos besándonos, pero ante la segunda llamada de su pareja, Yoli tuvo que coger la llamada. Mi cabeza bajo, metiéndose en su canalillo, comiéndoselo, mientras ella hablaba con su pareja. Podía oír como este le preguntaba lo que iba a tardar en ir a casa y esta le respondía que se acababa de pedir la ultima copa y ya iba para allá. Le dijo que mejor fuera el a recoger a su hija y que ella iba directa a casa en una media hora. Cuando colgó me dijo que ese era el tiempo que teníamos y la respondí que era más que suficiente para pasarlo bien.
Arranque el coche y nos fuimos a un descampado cercano. En cuanto pare el coche, volvimos a besarnos y mis manos agarraron sus tetas. No tarde en meter de nuevo mi cara en su canalillo. Como el escote era elástico, pude abrirlo bien, para mostrarme el sujetador negro de aro que llevaba. Saqué sus ricas tetas del sujetador y se las empecé a comer, con mi lengua jugueteando en sus pezones y succionándolos, mientras mis manos apretaban sus pechos.
Sali del coche y abrí su puerta. Me baje los pantalones y Yoli comenzó a hacerme una deliciosa mamada. Poco a poco fue subiendo la velocidad de esta, haciéndome un tremendo mamadón, bien profundo. Con mi polla llena de sus babas, la metió entre sus pechos y me hizo una cubana deliciosa, mientras lamia mi glande. Yo acariciaba su cabeza y con una mano pellizcaba uno de sus pezones.
Levante a Yoli, sacándola del coche y la puse mirando la puerta trasera. Le quité el abrigo y la subí el vestido, viendo que las medias la llegaban hasta la cintura y que llevaba un tanga negro. Yoli agarro su vestido para que no se bajara, mientras me ponía un condón. Pase mi polla por la raja de su culo, antes de romperle las medias. Aparte su tanga y comencé a follarla. Yoli giro la cabeza y nos besábamos, mientras mis manos agarraban sus tetazas. Empecé a subir la velocidad de las penetraciones. Una de mis manos agarro su pelo largo, tirando de él, mientras la otra apretaba sus tetas ricas y estiraba sus pezones.
Gire a Yoli, apoyando su espalda en la puerta. Subí una de sus piernas y seguimos follando. Metí mi cara entre sus tetas y las devoré. Yoli iba a correrse, por lo que me arrodillé y la comí el coño, hasta que lo hizo. Me levanté, volví a levantar su pierna, volviendo a follarla, mientras nos besábamos y probaba sus jugos de mi boca.
Le quité el vestido y abrí la puerta trasera para meterla, colocándola a gatas en el asiento. Yo me quedé de pie, fuera del coche, y comencé a follarla bien fuerte su culo ancho. Yoli comenzó a soltar fuertes gritos de dolor, que me ponían mas cachondo aun e hicieron que comenzara a azotarla fuerte, también. Me acabe echando sobre su espalda, poniendo un pie sobre el asiento. Agarre su pelo y tire de el fuerte, mientras mi otra mano agarraba fuerte uno de sus pechos. Cuando solté su melena, agarré su otro pecho, disfrutando también de él. Yoli no paraba de gritar de dolor y yo no bajaba el ritmo de penetraciones en su culo.
La hice levantar y me tumbé en el asiento. Yoli se sentó de rodillas sobre mí, con mi polla, nuevamente, en su coño. Comenzó a cabalgar como loca y yo apretaba fuerte sus tetas. La hice echarse sobre mí, para poder comérselas, mientras azotaba su culo. Yoli se tumbó sobre mí, en posición para un 69. Yo empecé a comerla el coño, con mis manos agarrando sus pechos, y ella me quito el condón y me comió la polla.
Cuando iba a correrme, salimos del coche. Yoli se arrodillo y me hizo una gran cubana, con sus tetas, lamiendo mi glande, hasta que me corrí y me comió la polla. Cuando la dejo bien seca, se levanto y volvimos a besarnos. Al poco, me volví a arrodillar, para terminar de comerla el coño y que ella se volviera a correr.
Me levante y la comí los pechos, hasta que me dijo que lo mejor es que la llevara a casa, si no quería levantar sospechas. Nos dimos un buen beso, antes de vestirnos y llevarla a su casa.

Yo me fui a la mía, para prepararme para la cena de nochebuena y posterior trabajo y fiesta en el bar.

0 comentarios - Navidad 24/25: Visita a Mayte y vermú navideño con Yoli