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Putita infiel del trabajo

Que onda gente, bueno, de una vez les aviso que si no les gusta las burlas a los cornudos o cosas crueles por el estilo, sáltense este, mientras los demás disfruten.
A esta chica yo la conocía ya de años, en un viaje por el trabajo, donde habíamos cogido en una borrachera, sabía que le encantaba que la trataran como una puta, y la chupaba como una diosa, pero después de volver de los viajes no nos veíamos prácticamente nunca, y mucho menos cogíamos, así que me resultó raro que un día me invitase a tomar, más aun cuándo ya tenía novio, cosa que acepté, no había mucho más que hacer.
El día llegó y la vi de nuevo, chaparrita, morenita, un poquito llenita pero con un culo y unas tetas deliciosas, que cada que las veía me hacían recordar cuando la tenía rebotando sobre mi verga o en cuatro con la cara contra la almohada diciéndole que era mi puta.
Pero bueno, ahí estaba, compramos unas cahuamas y fuimos a mi departamento, comenzamos a platicar de lo común, del trabajo y esas cosas, hasta que salió el tema de su novio, se habían peleado por una pendejada y ella estaba encabronada con él, a lo que capté de inmediato la situación y casi al instante me pegué más a ella y me puse más cariñoso, cosa que ella aceptó más que bien y, en poco rato, ya me encontraba metiéndole mano por debajo de la blusa.
-Entonces...- le dije al oído mientras mis manos manoseaban sus tetas -solo quieres vengarte de ese pendejo, no?-
Ella solo cerraba los ojos y suspiraba pero en ese momento me dijo.
-No lo llames pendejo-
-Pues si, es un pendejo, seguro está pensando en ti y tu acá andas de perrita de nuevo conmigo, seguro nadamas te peleaste como excusa para que te cogiera como antes de nuevo- le dije mientras ya le quitaba la blusa y le desabrochaba el bra, dejando esas enormes tetas al descubierto
-No es cierto, si me hizo enojar, pero además si tenía ganas de coger, solo fue coincidencia-
Sin decirle más le comencé a chupar los pezones y mordérselos mientras ella soltaba unos gemidos que ya extrañaba escuchar, y mientras mi mano buscaba su panocha por debajo del pantalón. Ella por su lado ya tenia bien metida la suya en mi pantalón y no soltaba mi verga, se notaba deseosa de volver a tenerla bien adentro.
Yo ya estaba muy caliente así que dejé sus tetas un momento y le puse la mano en la cabeza, cosa que ella entendió de inmediato, por lo que no dudó en agacharse y sacar mi verga del pantalón, y, sin dudarlo, se la metió en la boca.
-Querías mi verga verdad putita?, siempre te gustó ser mi perrita mamadora cuando estábamos en los viajes- ella solo asentía y hacía los únicos ruidos que podía hacer con mi verga en la boca. En un momento se la saqué de la boca y le di una cachetada, a lo que ella solo me miró con más deseo -Quien te gusta más como te trata, yo o ese pendejo de tu novio?- Ella solo suspiraba y tragaba saliva mientras veía fijamente mi verga deseosa de más -Contesta o ya no cogemos putita-
-Tu, me gusta mas que tu me trates como una puta cualquiera-
Como premio le volví a meter la verga en la boca y la agarré de la cabeza mientras la bombeaba con fuerza, cosa que ya sabía que ella aguantaba por las experiencias previas.
ya con la verga bien babeada y ella tratantado de recuperar el aire, la acomodé en el sillón donde estábamos, levanté su culo y puse su cara contra los cojines, vi que ya estaba escurriendo deseosa de ser usada y, sin más le metí la verga de golpe, ella gimió y gritó, y comenzó a mover su culo solita, estaba desesperada por verga, pero la detuve, y comencé a moverme a mi ritmo, mucho mas rápido y fuerte, galgueándola y tomándola del pelo, diciéndole que solo servía para coger, que no era mas que mi perrita fácil, así continué hasta que sus nalgas estaban rojísimas y ella comenzó a venirse, mojándome todo, ya que es de esas chicas que empapan mucho cuando se vienen, a lo que se la saqué y la puse a mamar nuevamente, hasta que me vine en el fondo de su boca, ella sin protestar se lo trago todo y encima me limpió la verga sin dudar. Repetimos otras dos veces ese día, y se fue, posteriormente una semana después resultó que me tocó trabajar con su novio, el muy pendejo me platicó que estaba de buenas porque se había reconciliado con su novia y eso, a lo que yo, con ganas de reír, escuchaba con cara de indiferencia, aunque luego me preguntó que si yo tenía a alguien y yo le dije que no, pero que me andaba cogiendo a una vieja con novio y el muy pendejo no se daba cuenta, cosa que le hizo gracia y me dijo que como podía haber weyes tan estúpidas que no notaban que se andaban cogiendo a sus viejas, a lo que yo me reí y le dije que si, que era super pendejo.
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Bueno gente, espero lo hayan disfrutado, recuerden que todas son historias reales, por si gustan algún detalle cuando pueda aclaro, obvio cambio fechas y ubicaciones y cosas así para mantener privacidad jaja, pero bueno disfruten sus jaladas y si alguien quiere prestar a su vieja y es de puebla yo encantado jaja

1 comentarios - Putita infiel del trabajo

Gaomisarkq
Uff crees q se deje con otra persona la putita ? Jaja me gustaría cogerla también con tu relato dan ganas de buscarla