Hace algún tiempo solía ir al gimnasio muy, pero muy temprano, para así poder estar sola y que todas las máquinas estén a mí disposición. Algo así de las seis de la mañana. Llegaba y siempre me atendía el chico del turno de la mañana, que realmente tenía un buen físico todo marcado y delgado. Ya nos habíamos echado unas miradas e intercambiamos sonrisas.
Una vez lo llamé para que me ayude en un ejercicio y pude notar como me miraba las tetas por el espejo. Y cuando se fue se acomodó la verga después ayudarme, evidenciando que se le había parado. Con esta información cada día que iba pedía más ayuda y el se propasaba con migo. Recuerdo que en una solicitud para hacer sentadilla apoyó su miembro en mí culo y lo empezó a rosar. Yo lo dejé, y me fui un poquito más atrás para tenerlo entre mis nalgas, y se sintió muy rico. Rápidamente me separé para confundirlo un poco.
En otra ocasión le pedí que me ayudara a hacer un ejercicio de espalda. Y sus manos se escabulleron por mí cintura y luego hacia mis muslos. Me levanté rápidamente y le amenacé con denunciarlo. Me encantó ver su cara de confusión y coraje cuando lo hice. Se fue muy bravo y ese día ya no me quiso ayudar. Pero recordar sus manos pasando por mí cuerpo es algo delicioso.
Un día fui con una ropa de entrenamiento muy cortita y sexy, me puse a hacer cardio para quedar bien sudada y aparte dejé caer un poco de agua en mis pechos para que se marquen mis pezones. Lo llame y no me quiso ayudar, supongo por no tener problemas como la anterior vez. Frustrados mis planes para que el toque alguna parte de mí cuerpo. Fui al mostrador a exhibir mis tetas y que se anime a hacer algo. Pero siguió en su plan de no hacer nada.
Decepcionada fui a terminar mí rutina y luego a los vestuarios. Cuando me estaba empezando a desvestir el entró a los vestuarios no se para que. Así que lo llame a mí cubículo inventandome un desperfecto con la luz. Al principio dudó pero luego entró y en ese momento le agarré el miembro y pude sentir como se erectaba por debajo de su deportivo. El quedó confundido pero bastante editado. Me pidió que lo dejé de hacer. Pero yo empecé a frotarlo y a reírme. Luego metí la mano por debajo de su pantalón pude tener su verga en mí mano; era tan grande y empecé a masturbarlo. En ese momento se desinhibio y me empezó a besar y toquetearme el culo, yo seguía haciéndole el trabajito.
Se quitó la camiseta y me empezó a desnudar en el cubículo. Los dos quedamos desnudos. Le pregunte si traía un preservativo, me dijo que no y yo dudé, paré todo. Pero la verdad es que no me quería perder esa dura verga que tenía en frente. Me tomó por los dos muslos y me levanto como si nada. Me penetró contra la pared, el marcaba el ritmo subiendome y bajandome para que resbale en su verga. Después me dió la vuelta, me puso contra la pared y me abrió las piernas. Amasaba mí culo y después me penetró tirandome del pelo. Entre embestidas aprovechaba para darme nalgadas muy fuertes, cómo castigandome por lo que le había hecho pasar los días anteriores. Sentía su verga entrando y saliendo de mí vagina mientras me nalgueaba y apretaba los senos.
Pensaba que se iba a venir adentro de mí. Pero la sacó,me puso de rodillas y me metió su miembro en la boca. Yo se la chupe toda saboreando la mezcla de sus fluidos y los míos. Trataba de estimularlo también acariciándole los huevos. En cierto momento la sacó y eyaculó una gran descarga en mí cara, la cual recibí con los ojitos cerrados.
Me soltó y me llevó a las duchas. Pensé que me iba a coger de nuevo, pero llamaron a recepción, se puso su ropa rápidamente y fue a atender. Yo me duché y cambié. Al salir solo me despedí con un chao y el me respondió de la misma forma.
Una vez lo llamé para que me ayude en un ejercicio y pude notar como me miraba las tetas por el espejo. Y cuando se fue se acomodó la verga después ayudarme, evidenciando que se le había parado. Con esta información cada día que iba pedía más ayuda y el se propasaba con migo. Recuerdo que en una solicitud para hacer sentadilla apoyó su miembro en mí culo y lo empezó a rosar. Yo lo dejé, y me fui un poquito más atrás para tenerlo entre mis nalgas, y se sintió muy rico. Rápidamente me separé para confundirlo un poco.
En otra ocasión le pedí que me ayudara a hacer un ejercicio de espalda. Y sus manos se escabulleron por mí cintura y luego hacia mis muslos. Me levanté rápidamente y le amenacé con denunciarlo. Me encantó ver su cara de confusión y coraje cuando lo hice. Se fue muy bravo y ese día ya no me quiso ayudar. Pero recordar sus manos pasando por mí cuerpo es algo delicioso.
Un día fui con una ropa de entrenamiento muy cortita y sexy, me puse a hacer cardio para quedar bien sudada y aparte dejé caer un poco de agua en mis pechos para que se marquen mis pezones. Lo llame y no me quiso ayudar, supongo por no tener problemas como la anterior vez. Frustrados mis planes para que el toque alguna parte de mí cuerpo. Fui al mostrador a exhibir mis tetas y que se anime a hacer algo. Pero siguió en su plan de no hacer nada.
Decepcionada fui a terminar mí rutina y luego a los vestuarios. Cuando me estaba empezando a desvestir el entró a los vestuarios no se para que. Así que lo llame a mí cubículo inventandome un desperfecto con la luz. Al principio dudó pero luego entró y en ese momento le agarré el miembro y pude sentir como se erectaba por debajo de su deportivo. El quedó confundido pero bastante editado. Me pidió que lo dejé de hacer. Pero yo empecé a frotarlo y a reírme. Luego metí la mano por debajo de su pantalón pude tener su verga en mí mano; era tan grande y empecé a masturbarlo. En ese momento se desinhibio y me empezó a besar y toquetearme el culo, yo seguía haciéndole el trabajito.
Se quitó la camiseta y me empezó a desnudar en el cubículo. Los dos quedamos desnudos. Le pregunte si traía un preservativo, me dijo que no y yo dudé, paré todo. Pero la verdad es que no me quería perder esa dura verga que tenía en frente. Me tomó por los dos muslos y me levanto como si nada. Me penetró contra la pared, el marcaba el ritmo subiendome y bajandome para que resbale en su verga. Después me dió la vuelta, me puso contra la pared y me abrió las piernas. Amasaba mí culo y después me penetró tirandome del pelo. Entre embestidas aprovechaba para darme nalgadas muy fuertes, cómo castigandome por lo que le había hecho pasar los días anteriores. Sentía su verga entrando y saliendo de mí vagina mientras me nalgueaba y apretaba los senos.
Pensaba que se iba a venir adentro de mí. Pero la sacó,me puso de rodillas y me metió su miembro en la boca. Yo se la chupe toda saboreando la mezcla de sus fluidos y los míos. Trataba de estimularlo también acariciándole los huevos. En cierto momento la sacó y eyaculó una gran descarga en mí cara, la cual recibí con los ojitos cerrados.
Me soltó y me llevó a las duchas. Pensé que me iba a coger de nuevo, pero llamaron a recepción, se puso su ropa rápidamente y fue a atender. Yo me duché y cambié. Al salir solo me despedí con un chao y el me respondió de la misma forma.
1 comentarios - Lo hago con un chico en el gimnasio