Este es un nuevo relato sobre cómo volví a compartir a mi esposa sin que ella se diera cuenta. Si quieren leer cómo y con quien lo hice la primera vez, pueden leerlo aquí: http://www.poringa.net/posts/relatos/5817365/Esposa-compartida-con-un-viejo-vagabundo.html
Habían pasado varios años desde que vi a mi esposa ser usada por un anciano mientras estaba inconsciente. Ese viejo de apariencia horrible, desafortunadamente, embarazó a mi mujer y hasta el día de hoy ella no sabe que ese niño no es mío y que fue el resultado de mi deseo de verla penetrada por otro hombre, uno que, por cierto, ella despreciaba.
Al momento de los sucesos de este relato, mi esposa tenía 33 años y, para quienes no leyeJuanmi relato anterior, ella es una mujer elegante, muy atractiva con un cuerpo atlético y, a pesar de haber estado embarazada, con ejercicios logró regresar a su peso de 120 libras. Mi esposa tiene unas tetas hermosas con pezones rígidos y su coño es fino y peludo. No voy a ahondar en descripciones pero mi esposa es muy atractiva y cada vez que salimos los hombres siempre la miran con mucho deseo y hasta con lujuria.
El paso del tiempo no disipó de mi mente el deseo de ver a mi esposa ser penetrada nuevamente por otro hombre y por esa razón, durante mucho tiempo, le insistí que experimentáramos juntos un trio. Ella me dijo, una y otra vez, que no... que ella era una mujer decente, una esposa fiel y una buena madre y que nunca haría semejante cosa.
Es importante mencionar que yo todavía guardaba varias de las cápsulas con las que drogué a mi esposa años antes, pero no sabía si ya habían expirado. Debo confesarles también que me tomó muchísimo tiempo (de hecho, años) armarme de valor para volver a intentarlo. El primer paso fue probar si las cápsulas funcionaban dándole una a mi esposa y viendo cuánto tiempo estaría inconsciente. Para minimizar mi sentimiento de culpa y matizar un poco la situación me dije a mi mismo que solo la iba a dormir pero que no volvería a exponerla a una situación tan terrible como la que provoqué hace años.
Era un sábado por la noche y mi esposa y yo estábamos solos porque "nuestro" hijo estaba pasando el fin de semana en la casa de uno de sus amigos. Este era el chico que mi esposa tuvo después de ser usada y embarazada por un anciano asqueroso mientras estaba inconsciente. De esto, como lo he enfatizado varias veces, ya habían pasado varios años.
Esa noche, mi mujer y yo estábamos tomando unas copas de vino en nuestro patio trasero, que ahora daba a un centro comercial, y aproveché cuando ella me pidió que fuera por otra botella de vino para llevar a cabo mi pequeño e inocente experimento.... Aunque ella se extrañó que me llevara las copas (en realidad no tenía sentido hacerlo si iba por otra botella de vino), las necesitaba para mezclar su bebida con el polvo blanco contenido en una de las cápsulas. Al salir al patio le entregué la copa de vino y al probarla mi esposa, una extraordinaria catadora de vinos, me preguntó si este era otro tipo de vino tinto. Torpemente, le dije que no y que posiblemente su paladar estaba levemente alterado por el tipo de quesos que estabamos comiendo. Mi esposa, sin imaginarse las perversiones mentales de su esposo, bebió el vino y unos 10 minutos más tarde me dijo que se iba a acostar temprano porque tenía sueño.
Mi esposa se levantó, expresando que se sentía muy mareada, entró en nuestro dormitorio y se desplomó en nuestra cama quedando completamente inconciente. Saqué mi celular y tomé varias fotos de mi maravillosa esposa completamente vestida en nuestra cama. Luego le quité toda la ropa y tomé unas 150 fotos y videos diferentes de ella con las piernas abiertas exponiendo su bella y peluda vagina. Tomé unas cuantas fotografias con mi polla en su boca y un buen video mientras me follaba su coño peludo.
Mi esposa estuvo inconsciente durante unas 8 horas y media. A la mañana siguiente, el efecto fue el mismo que el de la vez anterior, se sentó con mucha dificultad sintiendo resequedad en su boca y sus movimientos eran torpes. Con voz débil me preguntó cuánto tiempo había dormido y si habíamos tuvimos sexo anoche.... le dije que sí y que me había encantado lo salvaje que que había sido.
Mi esposa dijo que los años le estaban pesando porque ya no aguantaba tanto los efectos del vino porque, esta vez, la dejaJuanfuera de combate y que no se acordaba que habíamos tenido sexo. Ahora sabía que las cápsulas funcionaban tan bien como lo hicieJuanhace años, y que ahora, si yo quisiera, podía poner en marcha mi plan para encontrar al tipo adecuado que follara a mi esposa.
Empecé a mirar sitios porno que tenían funciones de compartir fotos y chatear. Encontré muchos hombres que estaban dispuestos a follar a mi esposa, pero siempre hubo un impedimento ya sea por la disponibilidad de tiempo o por la ubicación que se proponía.
Tras varias semanas en este ciclo entendí que, para que esto funcionara, tendría que encontrar a un hombre cerca de nuestra casa, y el momento tendría que funcionar. No sé si por cansancio o desesperación, desistí de mi plan. Además valoré que el riesgo era muy alto.
Habían transcurrido dos meses y, francamente, ya me había olvidado del asunto. Aprovechando que "nuestro" hijo estaría con sus abuelos maternos un fin de semana, planificamos un viaje romántico en la costa. Al preparar mi maleta, algo en mi interior, una especia de presentimiento o la llamada "intuición" me impulsaJuana meter las cápsulas solo "por si acaso".
Llegamos a un resort todo incluido muy lujoso. Al desempacar, mi esposa se percató que había olvidado el protector solar. Yo gustosamente salí de la habitación para comprar uno en la tienda de conveniencia, igualmente lujosa, del hotel. Desafortunadamente, acababan de cerrar la tienda (eran las 10pm), así que decidí salir del resort y comprarlo fuera. Al salir noté que, a dos cuadras, había una tienda para adultos con las luces encendidas, pero no le presté mayor atención. Sin embargo, al regresar hacia el hotel no pude aguatarme las ganas de entrar... ustedes ya la conocen... esa curiosidad morbosa y maliciosa...
Nunca había estado en una tienda para adultos tan grande como esa. Debo confesar que estaba impresionado, había revistas, juguetes sexuales de todo tipo y una sala de video en la parte trasera de la tienda. Mientras revisaba algunas de las revistas cerca de la parte trasera de la tienda, noté que algunos hombres mayores entraban y salían de las salas de video. Todos estos hombres parecían pervertidos sexuales cuya única opción para satisfacer sus necesidades sexuales era este lugar y, especificamente, esa sala de video y las cabinas individuales.
Entré en la habitación de atrás y había unas 15 cabinas y noté a algunos de los hombres mayores mirando videos porno. En mi interior pensaba en lo desesperados que debían estar estos ancianos e, inmediatamente, me exité al pensar en uno de ellos usando a mi esposa para su placer personal. Tenía muchas de las fotos que le tomé desnuda a mi esposa en mi teléfono y se me ocurrió una fabulosa idea.
Esperé a las afueras de las salas de video con la intención de abordar al primero de los hombres que saliera. Mientras esperaba, un viejo con rostro de hombre primitivo y de piel morena salió de la sala de videos. Mientras pasaba le pregunté si le gustaría ver las fotos desnudas de mi hermosa esposa. El tipo me miró fijamente y me dijo que sí, que le gustaría verla. Saqué mi teléfono, fui a mi galería de fotos y se lo di para que él las viera. Fue increíble la sensación... mi esposa se miraba tan hermosa extendida de par en par en nuestra cama. Me preguntó qué edad tenía mi esposa y me dijo que le encantaría follar a una perra como ella.
Mi respuesta fue que mi mujer era una dama, cuyo comportamiento era pudoroso y apropiado en todo momento y que ella nunca dejaría que otro hombre la follara, mucho menos un moreno.
Él me respondió que dudaba mucho que fuera así como yo la describía porque se había dejado tomar estas fotos desnuda. Sonriendo, le dije que yo las había tomado después de darle una píldora y que, en esas fotos, mi esposa estaba inconsciente.
Este viejo de aspecto asqueroso dijo que no habia tenido mujer que se pareciese a ella, asi de bonita, en muchos años y el único sexo que ha tenido era con unas cuantas prostitutas. Me dijo que se llamaba Juan Diego y me preguntó que por qué alguien como yo estaba en un lugar como este. Le expliqué que nunca había estado dentro de una tienda para adultos de este tamaño y con una sala de videos (que asemeja a una sala de cines) y que me había dado curiosidad. Juan me dijo que si tuviera una mujer tan agradable como mi esposa en este momento, estaría en casa reventándole el coño y no en una tienda para adultos.
Ambos salimos de la librería para adultos y caminamos hacia mi coche en el estacionamiento. Cuando él se volteó para despedirse, le pregunté si realmente le gustaría follarse a mi esposa. Sin dudarlo me dijo que sí, que solo un demente no aprovecharía follarse a una mujer tan hermosa. Juan me dijo que ha tenido fantasías que no ha podido hacerlas realidad con ninguna mujer y mucho menos con una tan hermosa.
Le dije a Juan que sabía que mi esposa nunca se ofrecería como voluntaria para tener sexo con él y que la única manera de que él la follara sería estando inconsciente. Le dije a Juan que yo tenía algunas cápsulas que la pondrían a dormir por unas 6 a 7 horas. Juan me dijo que con 2 horas bastaba para morderle esos pezones, nalgas y restregar su polla en todo su rostro.
Le pregunté si podia llegar a nuestro resort, le pedí su número de teléfono y le dije que estaría en contacto con él mañana.
Me fui al hotel, estaba muy nervioso, temblando de la exitacion, pensando si debía hacer esto con mi esposa... que era un juego peligroso. Miré a mi esposa, tan sexy e impresionante, y comencé a imaginar cómo se vería bajo ese viejo pervertido, tan feo y espeluznante. Ahora quería que esto sucediera más que nunca, más que antes, mucho más, porque confluía el deseo del momento y el recuerdo de lo que experimenté hace años.
Le pregunté a mi esposa si le gustaría probar una bebida exótica del lugar, a lo que ella respondió que sí. Sin perder el "momentum" le indiqué que era difícil de conseguir pero que ya la había ordenado y que mañana por la noche podíamos probarla, eso si, en la habitación del hotel por la concentración de alcohol era alta y no quería que pásaramos ninguna verguenza inecesaria. Ambos nos reímos de solo pensar que podíamos hacer el ridículo a estas edades.
Al día siguiente, antes de iniciar la avalancha de actividades que mi esposa tenía programadas, llamé a Juan y le dije que si todavía estaba disponible para llegar esa noche. En una actitud de frialdad absoluta y con voz de ultratumba me preguntó la hora exacta de nuestro encuentro y añadió que las horas se le harían eternas esperando para disfrutar del cuerpo de mi esposa. Le dije que tendría que preparar la bebida de mi esposa y esperar a que le hiciera efecto y que por eso yo le indicaría el momento adecuado para que él subiera a nuestra habitación... que trataría de hacerlo alrededor de las 8:00 pm. Juan me dijo que estaba bien y que estaría esperando mi llamada. Estaba por terminar la llamada cuando Juan me preguntó, como si se hubiera tenido que armar de valor para hacerlo, si estaría bien si tomara fotos y un video de él usando a mi esposa. Que el prometía que me entregaría el video y que solo seria para mi consumo. Le dije que no tenía problemas pero que yo me encargaría de borrarlo de su dispositivo. También me preguntó si era necesario usar condón o si podía hacerlo al natural ya que esa era su predilección. Le dije a Juan que mi esposa estaba en control de la natalidad pero que dadas sus aventuras con prostituta me sentiría más seguro que usara condón, sobre todo porque no quería que ella pudiera contraer una enfermedad de transmisión sexual. Juan me aseguró que estaba limpio y sano pero que él lo entendía perfectamente y no había problema.
Parecía que el día estaba pasando en cámara lenta mientras mi mente sólo podía enfocarse en un sólo pensamiento: a Juan dentro de mi adorada esposa... a esta siendo usada sexualmente por un anciano feo.
Finalmente, alrededor de las 5pm y ya al borde de la desesperación, conduje de regreso al resort, tan rápido como pude, y cuando llegué le dije a mi esposa que preparía la cena. Me acerqué a ella, le di un beso apasionado y le metí la mano por debajo de su falta hasta tocar sus labios vaginales. Sorprendida, mi esposa me preguntó qué me pasaba, que porqué estaba tan encendido. La miré a los ojos y le dije que la amaba y qué me encantaba tocarla y sentir su sexo con mis manos. Mi esposa me sonrió diciéndome que me amaba y que tal vez después de la cena podríamos tomar algunas bebidas y tener sexo esa noche. Miré la cara bonita de mi esposa y estaba pensando en mi interior, si solo supieras lo que tengo reservado para ti más tarde.... y sí, vas a tener sexo esta noche, pero no será conmigo.
Después de la cena ayudé a mi esposa a limpiar los platos y le pregunté si le gustaría probar la bebida que le había mencionado ayer. Mi esposa me dijo que le parecía genial probar nuevas bebidas pero que su única condición era que después me comería como postre.
Preparé dos bebidas, una con el polvo mágico y el otro para mi. Mientras lo hacía, le escribía Juan para preguntarle si ya estaba en el lobby y él me confirmó que sí.
En cuanto le entregué la bebida a mi esposa, empecé a abrazarla diciéndole cuánto la amaba y empecé a frotar sus tetas y a rodar con los dedos sus rígidos y duros pezones. Mi esposa me decía cuánto me amaba y que se sentía afortunada de tener a un hombre bueno como yo. Le pregunté como recordaba nuestra primera cita y ella comenzó a contarme su versión de la historia. Siendo honesto, me importaba un carajo ese relato de amor, lo hice para medir si la droga estaba haciendo efecto... lo notaría al sentirla arrastrar las palabras, como si le pesara la lengua, lo cual comenzó a suceder 10 minutos después.
Nunca supe si fue el efecto químico de la droga o si mis tácticas de seducción habían funcionado pero mi esposa sacó mi polla por entre mis pantalones y mientras me besaba apasionadamente, me comenzó a tocar. Le pregunté a mi mujer si quería "llevar la fiesta al dormitorio". A todo esto, se me olvidó contarles que la nuestra era una Suite con un balcón, lugar donde estábamos bebiendo en ese momento. Sin dudarlo y para la sorpresa de dos tipos que estaban en el balcón aldedaño, mi mujer se desnudó completamente sólo para dirigirse a la recámara, donde comenzó a masturbarse. Yo le dije que no siguiera... que no quería que terminara antes de tiempo... que me esperara 1 minuto para ir al baño. Como se imaginarán me tardé unos 8 minutos y cuando salí ya se había dormido. Ahora sí, comenzaría la verdadera acción.
Tras moverla violentamente y presionarle un pecho con muchísima fuerza, me levanté de la cama, miré a mi hermosa esposa desnuda y se me hizo agua la boca al pensar en lo que estaba a punto de suceder. Salí de nuestra habitación, bajé al lobby (yo sabía que Juan estaba esperándome en el restaurante), y le entregué a la joven recepcionista un sobre, indicándole que llegaría un hombre "adulto mayor" que se llama Juan. Regresé a la habitación con la certeza de que Juan apreciaría este gesto de dejarle la tarjeta para el elevador y la puerta de la habitación. Mientras esperaba a Juan, tomé a mi esposa, le abrí las piernas y las puse por encima de su cabeza. Mi mujer se veía tan bien abierta y enseñándo el agujero abierto de su coño que no me aguanté y cogí los dedos, abrí sus labios y le tomé algunas fotos antes de que su cuerpo fuera usado por un total extraño. Este hombre sería el segundo hombre en tener sexo con mi esposa aparte de mí.
Tenía todas las luces encendidas de la habitación para que mi esposa pudiera ser plenamente apreciada por ese pervertido.
Salí de nuestro dormitorio a la puerta principal de la Suite cuando escuché que se abria. Juan entró y le pregunté si estaba listo para mi esposa, y me dijo que no podía esperar para divertirse con ella.
Caminamos de regreso hacia el dormitorio y abrí la puerta para Juan, quien vio a mi esposa totalmente desnuda sobre la cama. Juan dejó su equipo de video y se acercó a nuestra cama y miró a mi esposa solo para exclamar “que impresionante tu mujer… mierda estoy exitado” mientras se frotaba la entrepierna en los pantalones. Sin pedir permiso o preludio alguno, tomó sus dedos y abrió el coño de mi esposa mientras miraba fijamente su agujero, mientras insertaba su dedo de en medio en ella. Juan se inclinó sobre ella y puso una de sus tetas en su boca tirando de su pezón lo más fuerte que pudo mientras que su bigote gris y áspero raspaba las tetas de mi esposa.
Juan se levantó de nuestra cama y puso su celular en un trípode un tanto sofisticado para un hombre de su edad… y comenzó a grabar y me dijo que yo tomara todas las fotos que quisiera con mi celular para que las tuviera de recuerdo y me pudiera masturbar; y que por favor me despreocupara porque el video me lo pasaría para mi propio consumo y que dejaría a mi borrarlo antes de irse. En ese momento me sentía tan excitado que casi me costaba respirar…En eso, Juan me dijo que mirara a la cámara y que le dijera a mi esposa que la amaba mucho, pero que yo quería que Juan pusiera su sucia verga en su boca y en su coño. Miré a la cámara y dije “Mi amor, te amo más de lo que las palabras pueden expresar, eres mi luz, mi todo y sobre cualquier persona te amo a ti, pero quiero que Juan ponga su sucia polla tu coño y en tu boca y quiero ver que su semen salga por todos tus agujeros”. Al voltear Juan tenía una sonrisa macabra mientras me miraba de cuerpo entero.
Fue hasta ese momento que Juan, apoyado en una esquina de nuestro dormitorio comenzó a quitarse la ropa, mientras me indicaba que yo debía hacer lo mismo y que me acomodara, así lo que hice. ¡Juan parecía aún más espeluznante y feo desnudo!!!!! Él tenía 68 años, con el pelo gris y la cabeza medio calva, tenía quemaduras en sus brazos y su bigote gris. Tenía una polla muy grande, bueno… mucho más grande que mi polla de 6 pulgadas, su polla era de unas 9 pulgadas. Juan era delgado y tenía la piel de color muy pálido. Aunque estábamos en una habitación y de noche, nunca se quitó sus gafas de lentes gruesos y sobre las cuales tenía unos lentes de sol de esos que son magnéticos. Parecía el tipo de violador espeluznante del que te avisaba tu madre cuando eras niño.
Juan, ahora totalmente desnudo, caminó hacia el lado de nuestra cama y me dijo que tomara algunas fotos fijas de él mirando a mi esposa desnuda. Luego me dijo que me parara a su lado y que mirara la cámara de video y que le volviera a decer a mi esposa que la amaba mucho y que era hora de que Juan disfrutara de su bonito cuerpo. Juan y yo estábamos totalmente desnudos, miré a la cámara y dije que lo que él me había pedido. Juan se metió en nuestra cama, se acostó apoyando su cabeza entre las tetas de mi esposa y me dijo que tomara algunas fotos. Así lo hice. Juan cambiaba de poses, todas un tanto inocentes al inicio pero rápidamente se puso creativo y más sucio.
Juan agarró los tobillos de mi esposa los tiró hacia atrás moviendo sus piernas y me dijo que tomara algunas fotos de él al lado de mi esposa mostrando su polla, saco de pelota cerca del coño de mi mujer. El viejo y feo Juan realmente parecía un poco repugnante al lado de mi esposa, siempre tan perfecta y pulcra. En esta pose realmente parecían la belleza y la bestia. Juan me dijo que ahora iba a hacer de mi esposa SU PUTA ESTA NOCHE!. Juan me dijo que le tomara muchas fotos con mi esposa y de las cosas repugnantes que le iba a hacer.
Juan se puso encima de mi esposa de rodillas, comenzó a besarle la boca corriendo la lengua por la garganta diciéndole como si estuviera despierta que ahora el viejo Juan iba a joder todos sus agujeros con su gran polla Perra Sucia!. Mientras Juan le decía toda clase de vulgaridades y suciedades a mi esposa, me debatía entre detenerlo y golpearlo (aunque parezca inverosímil, hubo momentos de indignación) o pedirle que se la metiera de una vez. Ganó la segunda opción… realmente quería que Juan se pusiera el preservativo y que disfrutara del coño peludo de mi esposa. Estaba mirando las bolas colgantes de Juan solo pensando en lo que había dentro de su viejo saco queriendo ser liberado en el coño de mi esposa.
Juan se dio la vuelta, me miró y me dijo que ni siquiera sabía cómo se llama mi linda esposa, y le dije que, precisamente así, Linda. Se levantó, se paró en el lado de la cama, agarró a mi esposa del pelo y la posicionó de tal forma que su cabeza colgara de la esquina de la cama boca arriba. Juan miró a mi esposa y dijo: Linda, ahora este viejo, quiere poner su sucia polla en tu boca, sucia prostituta de mierda!
Juan abrió la boca de mi esposa metiendo su polla lentamente mientras la frotaba. Juan me dijo: Asegúrate de tomar algunas fotos con mi polla en la boca de tu esposa. Juan siguió sacudiendo su ahora dura y gruesa polla en la boca de mi esposa. Le estaba jodiendo la cara llamándola perra y puta. Juan miró a mi esposa y dijo: Ahora el viejo Juanse está preparando para que tragues mi semen puta sucia. Juan gruñó y le disparó una gruesa carga de semen en la boca mientras yo tomaba fotos de su gran eyaculación en la boca de mi esposa.
Juan se detuvo, y me dijo que me acercara para tomarle foto a la boca llena de semen de mi esposa mientras me preguntaba que ¿qué pensaba de mi esposa, a la que tanto amo, viéndola así? Sin esperar una respuesta de mi parte, Juan se subió a la cama en una posición de 69 con mi esposa debajo de él, Juan tenía su ahora suave polla y pelotas colgando hacia abajo y su cara entre las piernas de mi esposa y comenzó a lamer el coño peludo corriendo su lengua en lo profundo de su coño rosa.
Juanme miró y dijo: ¿Puedo follar a tu mujer sin condón? Le dije que no, pero Juan me dijo que mirara la cámara de video y le dijera que le estaba dando permiso para follarla sin preservativo y que le estaba dando permiso para terminar en lo profundo de su coño peludo. Me paré en la cabecera de la cama, miré a la cámara y le dije a mi esposa que la amaba mucho y que ahora Juan iva a poner su vieja polla en ella, sin preservativo y que iba a acabar en su coño peludo.
Juan colocó su cuerpo entre las piernas de mi esposa, me miró y me dijo que me preparara para ver a Linda siendo empalada con su vieja polla que lo disfrutara que recordara que yo se lo había pedido, que yo lo había buscado y que él sólo estaba cumpliendo con volver a mi mujer en su juguete sexual, que para él ella solo era un objeto una prostituta inmunda y sucia. Nuevamente, me miró con una sonrisa macabra, y me dijo que quería que enfocara la cámara hacia la vagina de mi mujer y que yo guiara su gruesa polla a la abertura peluda de mi esposa. Dijo: Mira la cámara y di que ahora puedes disfrutar del coño de mi esposa. Miré a la cámara y dije: Disfruta del cálido coño de mi esposa. Acto seguido, Juan empujó sus gruesa polla profundamente en mi esposa, estrellando sus bolas en mi mujer, produciendo un sonido que casi me hace terminar.
En ese momento Juan me ordenó que me parara a la par de la cámara porque quería que me masturbara viéndolo disfrutar de mi esposa, pero que no me quería cerca porque este era su tiempo con ella.
Juan me dijo que siguiera repitiendo que amaba mucho a mi esposa, ya que básicamente me estaba humillando viéndolo follar bien a mi esposa. Hice lo que Juan dijo: Juan miró a mi bonita esposa y dijo que ahora el viejo y feo Juan te va a follar como una puta sucia….. miserable puta. Tu maldito marido está de pie junto a la cama sacudiéndose mientras nos mira. Juan luego comenzó a montar, abofetear, presionar los pechos, retorcer su piel muy violentamente llamándola todos los nombres sucios que se le ocurrían. Juan jodió a mi esposa durante al menos 30 minutos muy duro mientras estaba junto a la cama sacudiendo mi polla, diciéndole a mi esposa que la amaba mucho. Juan me miró y me dijo: Prepara la cámara porque ahora me estoy preparando para llenar el coño de Linda. Quiero que tomes algunas fotos mientras vacio mis pelotas en el coño peludo de Linda. Quiero que me digas, adelante Juan vacía tus grandes pelotas en mi esposa. Conseguí la cámara apuntando entre sus piernas y las grandes bolas de Juan estaban abofeteando el culo de mi esposa violentamente con toda confianza e impunidad. Le dije a Juan que amaba mucho a mi esposa, pero quería que vaciara sus grandes pelotas dentro de ella. Justo cuando dije esto, Juan gruñó y gimió y me di cuenta que Juan había descargado una tonelada de semen en mi esposa porque le salía a chorros de su vagina.
Juan me dijo que me preparara porque ahora iba a quitar lentamente su vieja polla del coño peludo de Linda y quería que tomara muchas fotos de su coño sucio. Juan sacó lentamente su polla ahora suave y el coño de mi esposa, ahora rojo intenso por la gruesa polla de Juan, llena de semen.
Contrario a Juan yo no había terminado todavía, así que me dijo que me parara frente a la cámara de video y quería que me masturbara y que liberara mi carga dentro de la vagina de mi esposa. Juan me dijo que le dijera a mi esposa que la amaba mucho mientras hacía esto. Me sacudí hasta que disparé mi carga en el suelo de nuestro dormitorio diciéndole a mi esposa que la amaba mucho. Esta vez, no hice lo que él me había pedido porque me dio asco.
Juan estaba ahora vestido, le dio la vuelta a mi esposa poniéndola boca arriba y le dio un beso con lengua, para luego escupirle en la cara y darle una bofetada, mientras con la otra mano le presionó la teta con toda la fueraza que le quedaba, como si quisiera asegurarse de que realmente quedaría lastimada.
Ambos nos paramos. Yo tomé el celular de Juan, me envié el video. Lo borré de Whatsapp, en su galería de fotos y, para desilusión de Juan, su basurero.
En ese momento me miró y me dijo que me iba a llamar por la mañana, que quería que conociera su casa y para contarme los planes que tenía con mi esposa y conmigo para la noche siguiente. Miré a Juan, ahora molesto, y le dije que esto no se repetiría nunca más y que nosotros en dos días estaríamos lejos de ese lugar. Sin mediar palabra, pero con una gran sonrisa, se marchó. Limpié bien a mi esposa y luego me metí en la cama y me fui a dormir pensando en lo que Juan dijo mientras salía de nuestra habitación esta noche… nervioso por esos supuestos planes que tenía con mi esposa y conmigo.
A la mañana siguiente mi esposa se despertó y dijo: ¡Guau, cuánto tiempo he estado dormida?_ y tuvimos sexo anoche! Miré a mi esposa y le dije que te emborrachaste y tuvimos una buena sesión de sexo aunque, por lo visto, ella no lo recordaba…. Mi esposa me miró fijamente, me besó y me dijo que estuvo tan borracha que no se acordaba lo que había pasado que lo sentía y que realmente lo sentía. Le dolían los pechos y le ardía internamente la vagina.
4 horas más tarde recibí una llamada que cambió mi vida para siempre… era Juan… y este relato continuará
Habían pasado varios años desde que vi a mi esposa ser usada por un anciano mientras estaba inconsciente. Ese viejo de apariencia horrible, desafortunadamente, embarazó a mi mujer y hasta el día de hoy ella no sabe que ese niño no es mío y que fue el resultado de mi deseo de verla penetrada por otro hombre, uno que, por cierto, ella despreciaba.
Al momento de los sucesos de este relato, mi esposa tenía 33 años y, para quienes no leyeJuanmi relato anterior, ella es una mujer elegante, muy atractiva con un cuerpo atlético y, a pesar de haber estado embarazada, con ejercicios logró regresar a su peso de 120 libras. Mi esposa tiene unas tetas hermosas con pezones rígidos y su coño es fino y peludo. No voy a ahondar en descripciones pero mi esposa es muy atractiva y cada vez que salimos los hombres siempre la miran con mucho deseo y hasta con lujuria.
El paso del tiempo no disipó de mi mente el deseo de ver a mi esposa ser penetrada nuevamente por otro hombre y por esa razón, durante mucho tiempo, le insistí que experimentáramos juntos un trio. Ella me dijo, una y otra vez, que no... que ella era una mujer decente, una esposa fiel y una buena madre y que nunca haría semejante cosa.
Es importante mencionar que yo todavía guardaba varias de las cápsulas con las que drogué a mi esposa años antes, pero no sabía si ya habían expirado. Debo confesarles también que me tomó muchísimo tiempo (de hecho, años) armarme de valor para volver a intentarlo. El primer paso fue probar si las cápsulas funcionaban dándole una a mi esposa y viendo cuánto tiempo estaría inconsciente. Para minimizar mi sentimiento de culpa y matizar un poco la situación me dije a mi mismo que solo la iba a dormir pero que no volvería a exponerla a una situación tan terrible como la que provoqué hace años.
Era un sábado por la noche y mi esposa y yo estábamos solos porque "nuestro" hijo estaba pasando el fin de semana en la casa de uno de sus amigos. Este era el chico que mi esposa tuvo después de ser usada y embarazada por un anciano asqueroso mientras estaba inconsciente. De esto, como lo he enfatizado varias veces, ya habían pasado varios años.
Esa noche, mi mujer y yo estábamos tomando unas copas de vino en nuestro patio trasero, que ahora daba a un centro comercial, y aproveché cuando ella me pidió que fuera por otra botella de vino para llevar a cabo mi pequeño e inocente experimento.... Aunque ella se extrañó que me llevara las copas (en realidad no tenía sentido hacerlo si iba por otra botella de vino), las necesitaba para mezclar su bebida con el polvo blanco contenido en una de las cápsulas. Al salir al patio le entregué la copa de vino y al probarla mi esposa, una extraordinaria catadora de vinos, me preguntó si este era otro tipo de vino tinto. Torpemente, le dije que no y que posiblemente su paladar estaba levemente alterado por el tipo de quesos que estabamos comiendo. Mi esposa, sin imaginarse las perversiones mentales de su esposo, bebió el vino y unos 10 minutos más tarde me dijo que se iba a acostar temprano porque tenía sueño.
Mi esposa se levantó, expresando que se sentía muy mareada, entró en nuestro dormitorio y se desplomó en nuestra cama quedando completamente inconciente. Saqué mi celular y tomé varias fotos de mi maravillosa esposa completamente vestida en nuestra cama. Luego le quité toda la ropa y tomé unas 150 fotos y videos diferentes de ella con las piernas abiertas exponiendo su bella y peluda vagina. Tomé unas cuantas fotografias con mi polla en su boca y un buen video mientras me follaba su coño peludo.
Mi esposa estuvo inconsciente durante unas 8 horas y media. A la mañana siguiente, el efecto fue el mismo que el de la vez anterior, se sentó con mucha dificultad sintiendo resequedad en su boca y sus movimientos eran torpes. Con voz débil me preguntó cuánto tiempo había dormido y si habíamos tuvimos sexo anoche.... le dije que sí y que me había encantado lo salvaje que que había sido.
Mi esposa dijo que los años le estaban pesando porque ya no aguantaba tanto los efectos del vino porque, esta vez, la dejaJuanfuera de combate y que no se acordaba que habíamos tenido sexo. Ahora sabía que las cápsulas funcionaban tan bien como lo hicieJuanhace años, y que ahora, si yo quisiera, podía poner en marcha mi plan para encontrar al tipo adecuado que follara a mi esposa.
Empecé a mirar sitios porno que tenían funciones de compartir fotos y chatear. Encontré muchos hombres que estaban dispuestos a follar a mi esposa, pero siempre hubo un impedimento ya sea por la disponibilidad de tiempo o por la ubicación que se proponía.
Tras varias semanas en este ciclo entendí que, para que esto funcionara, tendría que encontrar a un hombre cerca de nuestra casa, y el momento tendría que funcionar. No sé si por cansancio o desesperación, desistí de mi plan. Además valoré que el riesgo era muy alto.
Habían transcurrido dos meses y, francamente, ya me había olvidado del asunto. Aprovechando que "nuestro" hijo estaría con sus abuelos maternos un fin de semana, planificamos un viaje romántico en la costa. Al preparar mi maleta, algo en mi interior, una especia de presentimiento o la llamada "intuición" me impulsaJuana meter las cápsulas solo "por si acaso".
Llegamos a un resort todo incluido muy lujoso. Al desempacar, mi esposa se percató que había olvidado el protector solar. Yo gustosamente salí de la habitación para comprar uno en la tienda de conveniencia, igualmente lujosa, del hotel. Desafortunadamente, acababan de cerrar la tienda (eran las 10pm), así que decidí salir del resort y comprarlo fuera. Al salir noté que, a dos cuadras, había una tienda para adultos con las luces encendidas, pero no le presté mayor atención. Sin embargo, al regresar hacia el hotel no pude aguatarme las ganas de entrar... ustedes ya la conocen... esa curiosidad morbosa y maliciosa...
Nunca había estado en una tienda para adultos tan grande como esa. Debo confesar que estaba impresionado, había revistas, juguetes sexuales de todo tipo y una sala de video en la parte trasera de la tienda. Mientras revisaba algunas de las revistas cerca de la parte trasera de la tienda, noté que algunos hombres mayores entraban y salían de las salas de video. Todos estos hombres parecían pervertidos sexuales cuya única opción para satisfacer sus necesidades sexuales era este lugar y, especificamente, esa sala de video y las cabinas individuales.
Entré en la habitación de atrás y había unas 15 cabinas y noté a algunos de los hombres mayores mirando videos porno. En mi interior pensaba en lo desesperados que debían estar estos ancianos e, inmediatamente, me exité al pensar en uno de ellos usando a mi esposa para su placer personal. Tenía muchas de las fotos que le tomé desnuda a mi esposa en mi teléfono y se me ocurrió una fabulosa idea.
Esperé a las afueras de las salas de video con la intención de abordar al primero de los hombres que saliera. Mientras esperaba, un viejo con rostro de hombre primitivo y de piel morena salió de la sala de videos. Mientras pasaba le pregunté si le gustaría ver las fotos desnudas de mi hermosa esposa. El tipo me miró fijamente y me dijo que sí, que le gustaría verla. Saqué mi teléfono, fui a mi galería de fotos y se lo di para que él las viera. Fue increíble la sensación... mi esposa se miraba tan hermosa extendida de par en par en nuestra cama. Me preguntó qué edad tenía mi esposa y me dijo que le encantaría follar a una perra como ella.
Mi respuesta fue que mi mujer era una dama, cuyo comportamiento era pudoroso y apropiado en todo momento y que ella nunca dejaría que otro hombre la follara, mucho menos un moreno.
Él me respondió que dudaba mucho que fuera así como yo la describía porque se había dejado tomar estas fotos desnuda. Sonriendo, le dije que yo las había tomado después de darle una píldora y que, en esas fotos, mi esposa estaba inconsciente.
Este viejo de aspecto asqueroso dijo que no habia tenido mujer que se pareciese a ella, asi de bonita, en muchos años y el único sexo que ha tenido era con unas cuantas prostitutas. Me dijo que se llamaba Juan Diego y me preguntó que por qué alguien como yo estaba en un lugar como este. Le expliqué que nunca había estado dentro de una tienda para adultos de este tamaño y con una sala de videos (que asemeja a una sala de cines) y que me había dado curiosidad. Juan me dijo que si tuviera una mujer tan agradable como mi esposa en este momento, estaría en casa reventándole el coño y no en una tienda para adultos.
Ambos salimos de la librería para adultos y caminamos hacia mi coche en el estacionamiento. Cuando él se volteó para despedirse, le pregunté si realmente le gustaría follarse a mi esposa. Sin dudarlo me dijo que sí, que solo un demente no aprovecharía follarse a una mujer tan hermosa. Juan me dijo que ha tenido fantasías que no ha podido hacerlas realidad con ninguna mujer y mucho menos con una tan hermosa.
Le dije a Juan que sabía que mi esposa nunca se ofrecería como voluntaria para tener sexo con él y que la única manera de que él la follara sería estando inconsciente. Le dije a Juan que yo tenía algunas cápsulas que la pondrían a dormir por unas 6 a 7 horas. Juan me dijo que con 2 horas bastaba para morderle esos pezones, nalgas y restregar su polla en todo su rostro.
Le pregunté si podia llegar a nuestro resort, le pedí su número de teléfono y le dije que estaría en contacto con él mañana.
Me fui al hotel, estaba muy nervioso, temblando de la exitacion, pensando si debía hacer esto con mi esposa... que era un juego peligroso. Miré a mi esposa, tan sexy e impresionante, y comencé a imaginar cómo se vería bajo ese viejo pervertido, tan feo y espeluznante. Ahora quería que esto sucediera más que nunca, más que antes, mucho más, porque confluía el deseo del momento y el recuerdo de lo que experimenté hace años.
Le pregunté a mi esposa si le gustaría probar una bebida exótica del lugar, a lo que ella respondió que sí. Sin perder el "momentum" le indiqué que era difícil de conseguir pero que ya la había ordenado y que mañana por la noche podíamos probarla, eso si, en la habitación del hotel por la concentración de alcohol era alta y no quería que pásaramos ninguna verguenza inecesaria. Ambos nos reímos de solo pensar que podíamos hacer el ridículo a estas edades.
Al día siguiente, antes de iniciar la avalancha de actividades que mi esposa tenía programadas, llamé a Juan y le dije que si todavía estaba disponible para llegar esa noche. En una actitud de frialdad absoluta y con voz de ultratumba me preguntó la hora exacta de nuestro encuentro y añadió que las horas se le harían eternas esperando para disfrutar del cuerpo de mi esposa. Le dije que tendría que preparar la bebida de mi esposa y esperar a que le hiciera efecto y que por eso yo le indicaría el momento adecuado para que él subiera a nuestra habitación... que trataría de hacerlo alrededor de las 8:00 pm. Juan me dijo que estaba bien y que estaría esperando mi llamada. Estaba por terminar la llamada cuando Juan me preguntó, como si se hubiera tenido que armar de valor para hacerlo, si estaría bien si tomara fotos y un video de él usando a mi esposa. Que el prometía que me entregaría el video y que solo seria para mi consumo. Le dije que no tenía problemas pero que yo me encargaría de borrarlo de su dispositivo. También me preguntó si era necesario usar condón o si podía hacerlo al natural ya que esa era su predilección. Le dije a Juan que mi esposa estaba en control de la natalidad pero que dadas sus aventuras con prostituta me sentiría más seguro que usara condón, sobre todo porque no quería que ella pudiera contraer una enfermedad de transmisión sexual. Juan me aseguró que estaba limpio y sano pero que él lo entendía perfectamente y no había problema.
Parecía que el día estaba pasando en cámara lenta mientras mi mente sólo podía enfocarse en un sólo pensamiento: a Juan dentro de mi adorada esposa... a esta siendo usada sexualmente por un anciano feo.
Finalmente, alrededor de las 5pm y ya al borde de la desesperación, conduje de regreso al resort, tan rápido como pude, y cuando llegué le dije a mi esposa que preparía la cena. Me acerqué a ella, le di un beso apasionado y le metí la mano por debajo de su falta hasta tocar sus labios vaginales. Sorprendida, mi esposa me preguntó qué me pasaba, que porqué estaba tan encendido. La miré a los ojos y le dije que la amaba y qué me encantaba tocarla y sentir su sexo con mis manos. Mi esposa me sonrió diciéndome que me amaba y que tal vez después de la cena podríamos tomar algunas bebidas y tener sexo esa noche. Miré la cara bonita de mi esposa y estaba pensando en mi interior, si solo supieras lo que tengo reservado para ti más tarde.... y sí, vas a tener sexo esta noche, pero no será conmigo.
Después de la cena ayudé a mi esposa a limpiar los platos y le pregunté si le gustaría probar la bebida que le había mencionado ayer. Mi esposa me dijo que le parecía genial probar nuevas bebidas pero que su única condición era que después me comería como postre.
Preparé dos bebidas, una con el polvo mágico y el otro para mi. Mientras lo hacía, le escribía Juan para preguntarle si ya estaba en el lobby y él me confirmó que sí.
En cuanto le entregué la bebida a mi esposa, empecé a abrazarla diciéndole cuánto la amaba y empecé a frotar sus tetas y a rodar con los dedos sus rígidos y duros pezones. Mi esposa me decía cuánto me amaba y que se sentía afortunada de tener a un hombre bueno como yo. Le pregunté como recordaba nuestra primera cita y ella comenzó a contarme su versión de la historia. Siendo honesto, me importaba un carajo ese relato de amor, lo hice para medir si la droga estaba haciendo efecto... lo notaría al sentirla arrastrar las palabras, como si le pesara la lengua, lo cual comenzó a suceder 10 minutos después.
Nunca supe si fue el efecto químico de la droga o si mis tácticas de seducción habían funcionado pero mi esposa sacó mi polla por entre mis pantalones y mientras me besaba apasionadamente, me comenzó a tocar. Le pregunté a mi mujer si quería "llevar la fiesta al dormitorio". A todo esto, se me olvidó contarles que la nuestra era una Suite con un balcón, lugar donde estábamos bebiendo en ese momento. Sin dudarlo y para la sorpresa de dos tipos que estaban en el balcón aldedaño, mi mujer se desnudó completamente sólo para dirigirse a la recámara, donde comenzó a masturbarse. Yo le dije que no siguiera... que no quería que terminara antes de tiempo... que me esperara 1 minuto para ir al baño. Como se imaginarán me tardé unos 8 minutos y cuando salí ya se había dormido. Ahora sí, comenzaría la verdadera acción.
Tras moverla violentamente y presionarle un pecho con muchísima fuerza, me levanté de la cama, miré a mi hermosa esposa desnuda y se me hizo agua la boca al pensar en lo que estaba a punto de suceder. Salí de nuestra habitación, bajé al lobby (yo sabía que Juan estaba esperándome en el restaurante), y le entregué a la joven recepcionista un sobre, indicándole que llegaría un hombre "adulto mayor" que se llama Juan. Regresé a la habitación con la certeza de que Juan apreciaría este gesto de dejarle la tarjeta para el elevador y la puerta de la habitación. Mientras esperaba a Juan, tomé a mi esposa, le abrí las piernas y las puse por encima de su cabeza. Mi mujer se veía tan bien abierta y enseñándo el agujero abierto de su coño que no me aguanté y cogí los dedos, abrí sus labios y le tomé algunas fotos antes de que su cuerpo fuera usado por un total extraño. Este hombre sería el segundo hombre en tener sexo con mi esposa aparte de mí.
Tenía todas las luces encendidas de la habitación para que mi esposa pudiera ser plenamente apreciada por ese pervertido.
Salí de nuestro dormitorio a la puerta principal de la Suite cuando escuché que se abria. Juan entró y le pregunté si estaba listo para mi esposa, y me dijo que no podía esperar para divertirse con ella.
Caminamos de regreso hacia el dormitorio y abrí la puerta para Juan, quien vio a mi esposa totalmente desnuda sobre la cama. Juan dejó su equipo de video y se acercó a nuestra cama y miró a mi esposa solo para exclamar “que impresionante tu mujer… mierda estoy exitado” mientras se frotaba la entrepierna en los pantalones. Sin pedir permiso o preludio alguno, tomó sus dedos y abrió el coño de mi esposa mientras miraba fijamente su agujero, mientras insertaba su dedo de en medio en ella. Juan se inclinó sobre ella y puso una de sus tetas en su boca tirando de su pezón lo más fuerte que pudo mientras que su bigote gris y áspero raspaba las tetas de mi esposa.
Juan se levantó de nuestra cama y puso su celular en un trípode un tanto sofisticado para un hombre de su edad… y comenzó a grabar y me dijo que yo tomara todas las fotos que quisiera con mi celular para que las tuviera de recuerdo y me pudiera masturbar; y que por favor me despreocupara porque el video me lo pasaría para mi propio consumo y que dejaría a mi borrarlo antes de irse. En ese momento me sentía tan excitado que casi me costaba respirar…En eso, Juan me dijo que mirara a la cámara y que le dijera a mi esposa que la amaba mucho, pero que yo quería que Juan pusiera su sucia verga en su boca y en su coño. Miré a la cámara y dije “Mi amor, te amo más de lo que las palabras pueden expresar, eres mi luz, mi todo y sobre cualquier persona te amo a ti, pero quiero que Juan ponga su sucia polla tu coño y en tu boca y quiero ver que su semen salga por todos tus agujeros”. Al voltear Juan tenía una sonrisa macabra mientras me miraba de cuerpo entero.
Fue hasta ese momento que Juan, apoyado en una esquina de nuestro dormitorio comenzó a quitarse la ropa, mientras me indicaba que yo debía hacer lo mismo y que me acomodara, así lo que hice. ¡Juan parecía aún más espeluznante y feo desnudo!!!!! Él tenía 68 años, con el pelo gris y la cabeza medio calva, tenía quemaduras en sus brazos y su bigote gris. Tenía una polla muy grande, bueno… mucho más grande que mi polla de 6 pulgadas, su polla era de unas 9 pulgadas. Juan era delgado y tenía la piel de color muy pálido. Aunque estábamos en una habitación y de noche, nunca se quitó sus gafas de lentes gruesos y sobre las cuales tenía unos lentes de sol de esos que son magnéticos. Parecía el tipo de violador espeluznante del que te avisaba tu madre cuando eras niño.
Juan, ahora totalmente desnudo, caminó hacia el lado de nuestra cama y me dijo que tomara algunas fotos fijas de él mirando a mi esposa desnuda. Luego me dijo que me parara a su lado y que mirara la cámara de video y que le volviera a decer a mi esposa que la amaba mucho y que era hora de que Juan disfrutara de su bonito cuerpo. Juan y yo estábamos totalmente desnudos, miré a la cámara y dije que lo que él me había pedido. Juan se metió en nuestra cama, se acostó apoyando su cabeza entre las tetas de mi esposa y me dijo que tomara algunas fotos. Así lo hice. Juan cambiaba de poses, todas un tanto inocentes al inicio pero rápidamente se puso creativo y más sucio.
Juan agarró los tobillos de mi esposa los tiró hacia atrás moviendo sus piernas y me dijo que tomara algunas fotos de él al lado de mi esposa mostrando su polla, saco de pelota cerca del coño de mi mujer. El viejo y feo Juan realmente parecía un poco repugnante al lado de mi esposa, siempre tan perfecta y pulcra. En esta pose realmente parecían la belleza y la bestia. Juan me dijo que ahora iba a hacer de mi esposa SU PUTA ESTA NOCHE!. Juan me dijo que le tomara muchas fotos con mi esposa y de las cosas repugnantes que le iba a hacer.
Juan se puso encima de mi esposa de rodillas, comenzó a besarle la boca corriendo la lengua por la garganta diciéndole como si estuviera despierta que ahora el viejo Juan iba a joder todos sus agujeros con su gran polla Perra Sucia!. Mientras Juan le decía toda clase de vulgaridades y suciedades a mi esposa, me debatía entre detenerlo y golpearlo (aunque parezca inverosímil, hubo momentos de indignación) o pedirle que se la metiera de una vez. Ganó la segunda opción… realmente quería que Juan se pusiera el preservativo y que disfrutara del coño peludo de mi esposa. Estaba mirando las bolas colgantes de Juan solo pensando en lo que había dentro de su viejo saco queriendo ser liberado en el coño de mi esposa.
Juan se dio la vuelta, me miró y me dijo que ni siquiera sabía cómo se llama mi linda esposa, y le dije que, precisamente así, Linda. Se levantó, se paró en el lado de la cama, agarró a mi esposa del pelo y la posicionó de tal forma que su cabeza colgara de la esquina de la cama boca arriba. Juan miró a mi esposa y dijo: Linda, ahora este viejo, quiere poner su sucia polla en tu boca, sucia prostituta de mierda!
Juan abrió la boca de mi esposa metiendo su polla lentamente mientras la frotaba. Juan me dijo: Asegúrate de tomar algunas fotos con mi polla en la boca de tu esposa. Juan siguió sacudiendo su ahora dura y gruesa polla en la boca de mi esposa. Le estaba jodiendo la cara llamándola perra y puta. Juan miró a mi esposa y dijo: Ahora el viejo Juanse está preparando para que tragues mi semen puta sucia. Juan gruñó y le disparó una gruesa carga de semen en la boca mientras yo tomaba fotos de su gran eyaculación en la boca de mi esposa.
Juan se detuvo, y me dijo que me acercara para tomarle foto a la boca llena de semen de mi esposa mientras me preguntaba que ¿qué pensaba de mi esposa, a la que tanto amo, viéndola así? Sin esperar una respuesta de mi parte, Juan se subió a la cama en una posición de 69 con mi esposa debajo de él, Juan tenía su ahora suave polla y pelotas colgando hacia abajo y su cara entre las piernas de mi esposa y comenzó a lamer el coño peludo corriendo su lengua en lo profundo de su coño rosa.
Juanme miró y dijo: ¿Puedo follar a tu mujer sin condón? Le dije que no, pero Juan me dijo que mirara la cámara de video y le dijera que le estaba dando permiso para follarla sin preservativo y que le estaba dando permiso para terminar en lo profundo de su coño peludo. Me paré en la cabecera de la cama, miré a la cámara y le dije a mi esposa que la amaba mucho y que ahora Juan iva a poner su vieja polla en ella, sin preservativo y que iba a acabar en su coño peludo.
Juan colocó su cuerpo entre las piernas de mi esposa, me miró y me dijo que me preparara para ver a Linda siendo empalada con su vieja polla que lo disfrutara que recordara que yo se lo había pedido, que yo lo había buscado y que él sólo estaba cumpliendo con volver a mi mujer en su juguete sexual, que para él ella solo era un objeto una prostituta inmunda y sucia. Nuevamente, me miró con una sonrisa macabra, y me dijo que quería que enfocara la cámara hacia la vagina de mi mujer y que yo guiara su gruesa polla a la abertura peluda de mi esposa. Dijo: Mira la cámara y di que ahora puedes disfrutar del coño de mi esposa. Miré a la cámara y dije: Disfruta del cálido coño de mi esposa. Acto seguido, Juan empujó sus gruesa polla profundamente en mi esposa, estrellando sus bolas en mi mujer, produciendo un sonido que casi me hace terminar.
En ese momento Juan me ordenó que me parara a la par de la cámara porque quería que me masturbara viéndolo disfrutar de mi esposa, pero que no me quería cerca porque este era su tiempo con ella.
Juan me dijo que siguiera repitiendo que amaba mucho a mi esposa, ya que básicamente me estaba humillando viéndolo follar bien a mi esposa. Hice lo que Juan dijo: Juan miró a mi bonita esposa y dijo que ahora el viejo y feo Juan te va a follar como una puta sucia….. miserable puta. Tu maldito marido está de pie junto a la cama sacudiéndose mientras nos mira. Juan luego comenzó a montar, abofetear, presionar los pechos, retorcer su piel muy violentamente llamándola todos los nombres sucios que se le ocurrían. Juan jodió a mi esposa durante al menos 30 minutos muy duro mientras estaba junto a la cama sacudiendo mi polla, diciéndole a mi esposa que la amaba mucho. Juan me miró y me dijo: Prepara la cámara porque ahora me estoy preparando para llenar el coño de Linda. Quiero que tomes algunas fotos mientras vacio mis pelotas en el coño peludo de Linda. Quiero que me digas, adelante Juan vacía tus grandes pelotas en mi esposa. Conseguí la cámara apuntando entre sus piernas y las grandes bolas de Juan estaban abofeteando el culo de mi esposa violentamente con toda confianza e impunidad. Le dije a Juan que amaba mucho a mi esposa, pero quería que vaciara sus grandes pelotas dentro de ella. Justo cuando dije esto, Juan gruñó y gimió y me di cuenta que Juan había descargado una tonelada de semen en mi esposa porque le salía a chorros de su vagina.
Juan me dijo que me preparara porque ahora iba a quitar lentamente su vieja polla del coño peludo de Linda y quería que tomara muchas fotos de su coño sucio. Juan sacó lentamente su polla ahora suave y el coño de mi esposa, ahora rojo intenso por la gruesa polla de Juan, llena de semen.
Contrario a Juan yo no había terminado todavía, así que me dijo que me parara frente a la cámara de video y quería que me masturbara y que liberara mi carga dentro de la vagina de mi esposa. Juan me dijo que le dijera a mi esposa que la amaba mucho mientras hacía esto. Me sacudí hasta que disparé mi carga en el suelo de nuestro dormitorio diciéndole a mi esposa que la amaba mucho. Esta vez, no hice lo que él me había pedido porque me dio asco.
Juan estaba ahora vestido, le dio la vuelta a mi esposa poniéndola boca arriba y le dio un beso con lengua, para luego escupirle en la cara y darle una bofetada, mientras con la otra mano le presionó la teta con toda la fueraza que le quedaba, como si quisiera asegurarse de que realmente quedaría lastimada.
Ambos nos paramos. Yo tomé el celular de Juan, me envié el video. Lo borré de Whatsapp, en su galería de fotos y, para desilusión de Juan, su basurero.
En ese momento me miró y me dijo que me iba a llamar por la mañana, que quería que conociera su casa y para contarme los planes que tenía con mi esposa y conmigo para la noche siguiente. Miré a Juan, ahora molesto, y le dije que esto no se repetiría nunca más y que nosotros en dos días estaríamos lejos de ese lugar. Sin mediar palabra, pero con una gran sonrisa, se marchó. Limpié bien a mi esposa y luego me metí en la cama y me fui a dormir pensando en lo que Juan dijo mientras salía de nuestra habitación esta noche… nervioso por esos supuestos planes que tenía con mi esposa y conmigo.
A la mañana siguiente mi esposa se despertó y dijo: ¡Guau, cuánto tiempo he estado dormida?_ y tuvimos sexo anoche! Miré a mi esposa y le dije que te emborrachaste y tuvimos una buena sesión de sexo aunque, por lo visto, ella no lo recordaba…. Mi esposa me miró fijamente, me besó y me dijo que estuvo tan borracha que no se acordaba lo que había pasado que lo sentía y que realmente lo sentía. Le dolían los pechos y le ardía internamente la vagina.
4 horas más tarde recibí una llamada que cambió mi vida para siempre… era Juan… y este relato continuará
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