El brujo

Soy Vany de Buenos Aires mido 1,55 soy mas bien rellenita con curvas 110 de pecho es lo que más los atrae.
Pasaba por una ruptura sentimental, depresión y bajó y rendimiento en mi trabajo. Un día una amiga se acercó y me recomendó ver un brujo y tirarme las cartas de Tarot. A esa altura creería en cualquier cosa por cambiar mi suerte. Al salir de mi trabajo, leí la dirección y con tanta suerte que era apenas unas cuadras de mi casa.
Al llegar no había fila.Estaba esperando cuando apareció, camisa blanca y pantalón de vestir  maduro unos 45 años, buen porte y una voz potente. Al ingresar, apenas un escritorio dos sillas un sofá al costado algunas imágenes y un equipo de música. Nos sentamos enfrentados, tiro dos cartas y me dijo cosas exactas de mi situación. Tiro varias más y yo como que perdí el sentido. De pronto dejó las cartas, fue al equipo puso música y se acercó a mi.
camisa blanca y pantalón de vestir  maduro unos 45 años, buen porte y una voz potente

Me pidió que me levante y con sus manos hizo un masaje en mis hombros increíble. Me sentí muy relajada. Un instante y sentí su voz al oído diciendo – dejate llevar- y mi piel se erizo por completo. Sus manos apretaron mis pechos. Su boca beso mi cuello. Me acariciaba y temblaba. En un abrir y cerrar de ojos había perdido la ropa y me recostó en la alfombra. Separó mis piernas y se dedicó a lamer mi sexo de manera ansiosa, apasionada con mucha clase.
En un abrir y cerrar de ojos había perdido la ropa y me recostó en la alfombra. 

Gocé mucho luego se recostó y cabalgue sobre el como si fuera la última vez. Amasó mis pechos me acariciaba. Hasta que se levantó, después de sacarme varios orgasmos, y apretando su sexo con mis pechos acabó todo en mi cara. Me limpió, me ayudó a vestir y cuando salia me beso la boca y me dijo – ésto es lo que necesitabas- me fui muy excitada, feliz y relajada. Volví varias veces más pero esa es otra historia.