Actualmente tengo 23 años, pero en ese entonces (hace unos 7 años) sucedió. Yo era una chica de estatura baja, con curvas que ya empezaban a llamar la atención. Mi piel canela suave contrastaba con mi cabello oscuro y ondulado, que caía sobre mis hombros como un marco natural. Mis pechos no eran grandes, pero sí firmes y proporcionales, con unos pezones que se erizaban al menor roce. Lo que más destacaba, sin embargo, era mi trasero: redondo, firme y con una forma que hacía que los shorts y los bikinis se vieran mejor en mí.
![La puta de mi primo La puta de mi primo](https://img-16.poringa.net/poringa/img/E/0/E/B/8/1/Mariale_02/DBB.jpg)
El baño
Era el primer día del viaje a la playa. Después de horas en el auto, llegamos a la casa alquilada. Me tocó compartir cuarto con mi hermano Sebastián y Daniel, mi primo. Daniel siempre había sido el chico flaco y alto de la familia, con una sonrisa fácil y una mirada que parecía saber demasiado. Nunca lo había visto como algo más que mi primo, hasta esa noche.
En ese entonces, tenía un enamorado. No recuerdo su nombre, pero sí recuerdo lo que sentía por él: una mezcla de ilusión y curiosidad. Él era dulce, atento, pero nuestra intimidad era tímida, casi inocente. Nunca me había preguntado si había algo más allá de eso, hasta que vi a Daniel desnudo.
Después de cenar, entré al baño sin pensar. La puerta no estaba cerrada con llave, y ahí estaba él: desnudo, con el agua corriendo por su cuerpo delgado y poco musculoso. Pero lo que me dejó sin aliento fue su pene. Colgaba pesado, grueso, con una cabeza rosada que parecía mirarme directamente. Era enorme, mucho más de lo que hubiera imaginado para alguien con su complexión. Largo, grueso, con venas que marcaban su longitud. Me sentí mareada, como si hubiera descubierto un secreto que no debía saber.
![puta puta](https://img-19.poringa.net/poringa/img/3/9/1/F/9/B/Mariale_02/10D.jpg)
Él se dio la vuelta, sorprendido, pero no hizo nada para cubrirse.
—Perdón —murmuré, pero no me moví.
—No hay problema —dijo con una sonrisa traviesa, como si disfrutara de mi incomodidad—. ¿Te gusta lo que ves?
Salí del baño con el corazón acelerado, pero no pude evitar pensar en él el resto de la noche. No podía creer que algo tan impresionante existiera fuera del porno. Y menos en alguien como Daniel, que conocía a mi novio y siempre había sido parte de la familia.
La playa
Al día siguiente, nos dirigimos a la playa. Me puse un bikini provocativo, azul y con un escote que dejaba poco a la imaginación. Sabía que lucía bien: el ajuste perfecto en mis pechos, el tejido ceñido que resaltaba mi cintura y el hilo dental que hacía que mi trasero se viera aún más redondo y firme. Daniel no podía apartar sus ojos de mí, y yo lo sabía. Mi hermano Sebastián estaba demasiado ocupado jugando vóley con los demás como para notar la tensión entre nosotros.
![Incesto Familiar Incesto Familiar](https://img-20.poringa.net/poringa/img/B/E/9/0/0/F/Mariale_02/BCB.jpg)
En el agua, todo comenzó como un juego. Él me levantaba, me lanzaba suavemente, pero siempre encontraba la manera de rozarme. Sus manos se deslizaban por mi cintura, y su cuerpo se pegaba al mío cada vez que una ola nos golpeaba. Sentía su bulto duro presionando contra mi trasero, y aunque intentaba ignorarlo, mi cuerpo respondía.
—¿Te gusta? —susurró al oído, mientras sus manos bajaban lentamente hacia mis caderas.
No respondí, pero mi respiración entrecortada lo decía todo.
—No te hagas la tímida —dijo, acercándose más—. Sé que lo quieres.
En ese momento, recordé a mi novio. Su cuerpo delgado, su pene promedio, sus caricias suaves. Nada comparado con lo que Daniel estaba ofreciendo. Y aunque me sentía culpable, no podía negar que quería más.
La puta de mi primo
Esa noche, después de que todos se durmieran, Daniel se deslizó en mi cama. Su cuerpo caliente se pegó al mío, y sus manos exploraron cada centímetro de mi piel.
—Calladita —murmuró, mientras deslizaba mis bragas a un lado.
Su pene, ahora completamente erecto, era aún más impresionante de lo que recordaba. Me arrodillé frente a él, tomándolo con ambas manos. Era grueso, caliente y palpitante. Lo miré a los ojos antes de llevarlo a mi boca, sintiendo cómo se tensaba bajo mis labios. Lo chupé lentamente, saboreando cada centímetro, mientras él gemía en voz baja.
—Así, Mariale —susurró, mientras sus manos se enredaban en mi cabello—.
Cuando no pude esperar más, lo guié dentro de mí, sintiendo cómo me llenaba por completo. Cada embestida era intensa, profunda, y yo intentaba ahogar mis gemidos en la almohada.
![incesto incesto](https://img-19.poringa.net/poringa/img/7/B/0/F/4/8/Mariale_02/C3E.png)
—Monta tú —dijo, volteándome suavemente para que yo estuviera encima.
Me senté sobre él, sintiendo cómo su grosor me estiraba de una manera que mi novio nunca había logrado. Moví mis caderas lentamente al principio, sintiendo cada centímetro de él dentro de mí. Luego, aceleré el ritmo, dejándome llevar por el placer.
![infiel infiel](https://img-16.poringa.net/poringa/img/3/F/3/D/C/4/Mariale_02/28B.png)
—Así, así —gemía él, mientras sus manos agarraban mis caderas.
Después de un rato, me pidió que me pusiera en cuatro. Me coloqué en esa posición, sintiendo cómo su pene entraba aún más profundo. Cada embestida era más intensa que la anterior, y yo no podía evitar gemir, aunque intentaba hacerlo en voz baja.
—¿Te gusta? —preguntó, mientras me agarraba de las caderas con fuerza.
—Sí —respondí, sin poder contenerlo.
Fue entonces cuando escuché un ruido. Mi hermano Sebastián se movió en su cama, y por un momento, pensé que nos había descubierto. Pero Daniel no se detuvo.
Yo sabía que Sebastián estaba despierto. Podía sentirlo. Pero no dije nada. Solo cerré los ojos y me dejé llevar, sabiendo que este secreto nunca sería solo nuestro.
Finalmente, Daniel me volteó boca abajo, colocándose sobre mí. Sus manos agarraron mis caderas con fuerza mientras sus embestidas se volvían más rápidas y profundas.
—Voy a acabar —gruñó, y antes de que pudiera responder, lo sentí palpitar dentro de mí.
Con un último empujón, se retiró y su semen caliente chorreó sobre mi espalda y mi trasero, marcándome con su esencia. Me quedé quieta, sintiendo cómo su líquido corría por mi piel, mientras él jadeaba detrás de mí.
![cornudo cornudo](https://img-16.poringa.net/poringa/img/2/6/C/B/A/2/Mariale_02/275.png)
—Eres increíble —susurró, acariciando mi espalda antes de limpiarme suavemente con una toalla.
Yo no dije nada, pero sabía lo que había pasado. Ese día, me convertí en la puta de mi primo. Y aunque me sentía culpable, no podía negar que lo había disfrutado.
Otro días les cuento lo que paso con Sebas después...
2 comentarios - La puta de mi primo