El viaje

Cierta ocasión me fui con una de mis amigas a un viaje, que habíamos planeado por varios meses, la verdad es que a mí me fascina la idea ya que me sentía hipnotizado por sus tetas, puesto que siempre me mandaba fotos eróticas de sus pechos.




Pero hasta el momento no se había dado la oportunidad de follar, por lo que yo ya tenía el miembro bien dispuesto para la ocasión. Entonces llego el día del viaje teníamos un itinerario para vernos con otros amigos en la ciudad pero desde que llegamos al hotel, ya no nos importo conocer lugares, ambos queríamos y basto solo un rozon de ella con mi miembro y sentir sus tetas, que empezamos con la acción, la cargue y trate de hacerle llegar de todas las maneras posibles, que al final se vino en squirt un par de veces, yo estaba tan excitado y con la verga tan erecta que no podía hacerme llegar, ella ya tenía la vagina roja y estaba tan exprimida, que se le notaba el cansancio, por lo que me recomendó echarme una ducha, que no funcionó de mucho, entonces ella como última opción opto por hacerme una mamada que es la más rica que he sentido con el agua cayendo encima de mi y su boca toda caliente que al momento de venirme expulse tanta leche que me temblaron las piernas, de esos momentos se repitieron todos los días durante nuestra instancia en el cuarto de hotel, al día de hoy después de tantos años, cada vez que nos vemos seguimos cogiendo con la misma intensidad.