Hola nuevamente a quienes me leyeron y a los que lo hacen a partir de ahora.
Esta es la segunda parte del relato iniciado. A los que no leyeron la primera entrega aun, los remito a su búsqueda si así lo desean. Hay distintas formas de llegar a él… ja, no sean cómodos/as.
Luego que me puso boca abajo en su cama (imaginen estar en la cama de otro hombre, algo completamente nuevo para mí, el olor a macho impregnado en las sabanas, la sensación de estar entregada a alguien a quien le dije que disponga de mi cuerpo. De pensarlo me dan ganas de volver a ese lugar, siempre lo nuevo tiene un plus que no se repite a partir de la segunda oportunidad. ¡Que fruta noble es la adrenalina…!!!), entonces, luego que me puso boca abajo en su cama sentí el peso de su cuerpo aprisionando el mío contra el colchón. Ya en esa instancia estaba con el torso desnudo y me frotaba sus poderosas manos en la espalda a medida que se acercaba a mi oído y me decía lo que iba a hacer de su putita una vez que me desnudara. Mi cabeza volaba de la emoción y del sentimiento de placer que me esperaba. Me besó la espalda muchas veces y me mordisqueo los hombros y la oreja al mismo tiempo que me metía la lengua por el oído. Me parecía escuchar y tener su lengua en el cerebro fogoneando mis fantasías. Movía esa lengüita como si fuera un experto espadachín batiéndose a duelo. Hasta que, en un momento al percatarse de mi calentura, imagino que sería porque tenía el cuerpo tan acalorado que semejaba un estado febril irreversible, me dijo –mi putita, te voy a comer el culo y vas a gozar como una perra que sos-. Mi cuerpo ya no daba más, no cabía otra posibilidad que ese hombre fuera quien me introdujera por vez primera una pija por el culo. Ya no lo deseaba, lo necesitaba tanto como se necesita el oxígeno para vivir. No cabía otra chance que tener ese ejemplar de hombre dentro mío.
Dicho esto, fue bajando por mi espalda y comenzó a meter fuertemente su mano en mi raya, una y otra vez. Paso su brazo por debajo de mi cuerpo y desabrocho mis pantalones y bajo el cierre, la cremallera, lentamente hasta lo más bajo. Como si practicara esto todos los días tomo mis pantalones por la cintura y me los bajo como si estuviera despojando a un plátano de su recubrimiento, su plátano es lo que quería tener yo, pensaba… Hizo a un lado esos pantalones que ya no tenían sentido de existir y quede en bóxer y con el culo para arriba. Por supuesto, como imaginaran, hundió su cara dentro de mi culo y sentía como su lengua intentaba perforar la tela con que está hecha mi ropa interior. Al hacer esto sus talentosas manos ya tomaban mi bóxer por el elástico y comenzaba a bajar hasta dejar mi culito al aire y deseoso de un buen tratamiento.
Me dijo varias veces, putito te voy a garchar y vas a dejar de ser virgen, te voy a clavar la pija tan profunda que esa va a ser mi marca de ahora en más, vas a ser mi puta y yo tu hombre. Dejo de hablar y no puedo explicar lo que sentí después, la chupada de culo que comenzó a darme fue de otra dimensión. Creo que perdí la noción de saber dónde estaba ni con quien, lo único de lo que tenía certeza era del goce glorioso que me estaba provocando Nacho. Fue esa la primera vez que me anime a hablarle, luego que tomo la iniciativa, y le pedí que no pare. Hundía su lengua en lo más profundo de mi una y otra vez. Recorría mi culo de arriba abajo, dejando una estela de baba que hacía las veces de lubricación para sus dedos que introducía dentro mío.
Al principio fue uno y luego dos y más tarde tres dedos me introducía mientras lamia mi espalda. Las sensaciones que atravesaba mi cuerpo eran indescriptibles por nuevas y porque no se pueden racionalizar algunas cosas, hay que experimentarlas y dejarse llevar. La verdad es que me tranquilizo mucho el hecho de haber visto cerca de la cama un lubricante de uso íntimo. Al parecer estaba decidido a lograr una experiencia única para los dos en esa noche, pensé mientras sus dedos se sacudían dentro mío.
En un momento, no sé ni cómo me salieron las palabras porque estaba con el aliento entrecortado por la excitación, pero articule las letras justas y le dije que me la dejara chupar un poco más antes de cogerme. A lo cual accedió sin decir palabras, dejando que las acciones hablaran por él. Me coloco, casi arrastrándome, boca arriba y en sentido transversal en la cama, con la cabeza casi colgando fuera de ella y se paró como para inclinarse y metérmela hasta la garganta, cosa que hizo inmediatamente. (¿Entienden que me tenía y me sometía como el quería? ¿Y qué me hacía sentir como la más puta de toda la comarca? El tipo tenía una secuencia pornográfica en la cabeza y la quería materializar conmigo...!!) La cosa es que se la comí o más bien me la hizo comer toda, las arcadas y las lágrimas que salían por mis ojos no impedían que moviera mi lengua para acariciar la cabeza de su pija mientras la tenía en mi boca yendo y viniendo una y otra vez.
-Aaaaahhh putita, tanto te gusta mi verga? Te prometo que te voy a coger, pero me voy a guardar la leche para que te la tomes toda puta, me dijo. Lo cual hizo que me explotara la cabeza de la fiebre, no veía el momento de tenerla adentro y hasta lo más al fondo posible. Como si me estuviera leyendo el pensamiento, la sacó de mi boca y de un tirón me agarro de los brazos y me puso nuevamente boca abajo. Me dijo que esperara que iba a buscar un profiláctico, cosa que hizo y se lo colocó. Se veía hermosa esa pija que me iba a perforar como se perfora un pozo para extraer petróleo, me iba a taladrar esa herramienta en el culo.
Tal como lo había imaginado, puso un poco de lubricante en su mano y se impregno la verga con él y luego arrojo un poco cerca de mi ano y me lo esparció por fuera y algo adentro al tiempo que me dilataba con dos o tres de sus dedos. En esas instancias ya había perdido la noción del tiempo y mis sentidos solo pedían una cosa. Mi culo le gritaba cógeme y parecía que Nacho estaba decidido a hacerlo callar taponándolo con su barra de carne tan rica.
Bien, por ahora dejo acá porque nuevamente se está haciendo larga la narración. Pronto voy a subir la tercera entrega de este relato basado en mi experiencia directa. Por supuesto que ello va a estar supeditado al interés que perciba.
Esta es la segunda parte del relato iniciado. A los que no leyeron la primera entrega aun, los remito a su búsqueda si así lo desean. Hay distintas formas de llegar a él… ja, no sean cómodos/as.
Luego que me puso boca abajo en su cama (imaginen estar en la cama de otro hombre, algo completamente nuevo para mí, el olor a macho impregnado en las sabanas, la sensación de estar entregada a alguien a quien le dije que disponga de mi cuerpo. De pensarlo me dan ganas de volver a ese lugar, siempre lo nuevo tiene un plus que no se repite a partir de la segunda oportunidad. ¡Que fruta noble es la adrenalina…!!!), entonces, luego que me puso boca abajo en su cama sentí el peso de su cuerpo aprisionando el mío contra el colchón. Ya en esa instancia estaba con el torso desnudo y me frotaba sus poderosas manos en la espalda a medida que se acercaba a mi oído y me decía lo que iba a hacer de su putita una vez que me desnudara. Mi cabeza volaba de la emoción y del sentimiento de placer que me esperaba. Me besó la espalda muchas veces y me mordisqueo los hombros y la oreja al mismo tiempo que me metía la lengua por el oído. Me parecía escuchar y tener su lengua en el cerebro fogoneando mis fantasías. Movía esa lengüita como si fuera un experto espadachín batiéndose a duelo. Hasta que, en un momento al percatarse de mi calentura, imagino que sería porque tenía el cuerpo tan acalorado que semejaba un estado febril irreversible, me dijo –mi putita, te voy a comer el culo y vas a gozar como una perra que sos-. Mi cuerpo ya no daba más, no cabía otra posibilidad que ese hombre fuera quien me introdujera por vez primera una pija por el culo. Ya no lo deseaba, lo necesitaba tanto como se necesita el oxígeno para vivir. No cabía otra chance que tener ese ejemplar de hombre dentro mío.
Dicho esto, fue bajando por mi espalda y comenzó a meter fuertemente su mano en mi raya, una y otra vez. Paso su brazo por debajo de mi cuerpo y desabrocho mis pantalones y bajo el cierre, la cremallera, lentamente hasta lo más bajo. Como si practicara esto todos los días tomo mis pantalones por la cintura y me los bajo como si estuviera despojando a un plátano de su recubrimiento, su plátano es lo que quería tener yo, pensaba… Hizo a un lado esos pantalones que ya no tenían sentido de existir y quede en bóxer y con el culo para arriba. Por supuesto, como imaginaran, hundió su cara dentro de mi culo y sentía como su lengua intentaba perforar la tela con que está hecha mi ropa interior. Al hacer esto sus talentosas manos ya tomaban mi bóxer por el elástico y comenzaba a bajar hasta dejar mi culito al aire y deseoso de un buen tratamiento.
Me dijo varias veces, putito te voy a garchar y vas a dejar de ser virgen, te voy a clavar la pija tan profunda que esa va a ser mi marca de ahora en más, vas a ser mi puta y yo tu hombre. Dejo de hablar y no puedo explicar lo que sentí después, la chupada de culo que comenzó a darme fue de otra dimensión. Creo que perdí la noción de saber dónde estaba ni con quien, lo único de lo que tenía certeza era del goce glorioso que me estaba provocando Nacho. Fue esa la primera vez que me anime a hablarle, luego que tomo la iniciativa, y le pedí que no pare. Hundía su lengua en lo más profundo de mi una y otra vez. Recorría mi culo de arriba abajo, dejando una estela de baba que hacía las veces de lubricación para sus dedos que introducía dentro mío.
Al principio fue uno y luego dos y más tarde tres dedos me introducía mientras lamia mi espalda. Las sensaciones que atravesaba mi cuerpo eran indescriptibles por nuevas y porque no se pueden racionalizar algunas cosas, hay que experimentarlas y dejarse llevar. La verdad es que me tranquilizo mucho el hecho de haber visto cerca de la cama un lubricante de uso íntimo. Al parecer estaba decidido a lograr una experiencia única para los dos en esa noche, pensé mientras sus dedos se sacudían dentro mío.
En un momento, no sé ni cómo me salieron las palabras porque estaba con el aliento entrecortado por la excitación, pero articule las letras justas y le dije que me la dejara chupar un poco más antes de cogerme. A lo cual accedió sin decir palabras, dejando que las acciones hablaran por él. Me coloco, casi arrastrándome, boca arriba y en sentido transversal en la cama, con la cabeza casi colgando fuera de ella y se paró como para inclinarse y metérmela hasta la garganta, cosa que hizo inmediatamente. (¿Entienden que me tenía y me sometía como el quería? ¿Y qué me hacía sentir como la más puta de toda la comarca? El tipo tenía una secuencia pornográfica en la cabeza y la quería materializar conmigo...!!) La cosa es que se la comí o más bien me la hizo comer toda, las arcadas y las lágrimas que salían por mis ojos no impedían que moviera mi lengua para acariciar la cabeza de su pija mientras la tenía en mi boca yendo y viniendo una y otra vez.
-Aaaaahhh putita, tanto te gusta mi verga? Te prometo que te voy a coger, pero me voy a guardar la leche para que te la tomes toda puta, me dijo. Lo cual hizo que me explotara la cabeza de la fiebre, no veía el momento de tenerla adentro y hasta lo más al fondo posible. Como si me estuviera leyendo el pensamiento, la sacó de mi boca y de un tirón me agarro de los brazos y me puso nuevamente boca abajo. Me dijo que esperara que iba a buscar un profiláctico, cosa que hizo y se lo colocó. Se veía hermosa esa pija que me iba a perforar como se perfora un pozo para extraer petróleo, me iba a taladrar esa herramienta en el culo.
Tal como lo había imaginado, puso un poco de lubricante en su mano y se impregno la verga con él y luego arrojo un poco cerca de mi ano y me lo esparció por fuera y algo adentro al tiempo que me dilataba con dos o tres de sus dedos. En esas instancias ya había perdido la noción del tiempo y mis sentidos solo pedían una cosa. Mi culo le gritaba cógeme y parecía que Nacho estaba decidido a hacerlo callar taponándolo con su barra de carne tan rica.
Bien, por ahora dejo acá porque nuevamente se está haciendo larga la narración. Pronto voy a subir la tercera entrega de este relato basado en mi experiencia directa. Por supuesto que ello va a estar supeditado al interés que perciba.
2 comentarios - Mi inicio gay II
van 10