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Mi inicio gay

Hola a todos los queme lean.
Esta es la primera entrega de un relato largo. Por eso, y para no agobiar a nadie, elijo ir entregando por partes una historia personal que es larga, pero toda encadenada. Como la todo ser humano, en definitiva.
Ya desde chico sentía alguna curiosidad y desenfado acerca de la cercanía con mis amigos. Crecí en una sociedad en donde la distancia entre hombres aceptada socialmente era muy grande para mí, al menos no me molestaba romper con ese mandato social. Siempre tuve claro que mis preferencias apuntaban hacia el sexo opuesto. Pero la tensión con personas de mí mismo género estaba presente.
No voy a extenderme sobre mi adolescencia y demás porque transcurrió de la misma forma y no hay mucho para contar en este post gay.
Estuve casado unos años hasta que llegó el momento de la separación, ya que con el transcurrir del tiempo el sexo matrimonial era cada vez más escaso, y la verdad es que me aguantaron mucho tiempo mi falta de apetito sexual. Quizás ella ya habría encontrado la forma de suplir esa carencia, pero a mí no me inquietaba mucho esa posibilidad.
La vuelta a la soltería se revelaría rápidamente como un florecer de una adolescencia ya pasada, hoy tengo 40 años, pero pasaba por dentro mío un montón de ideas por mi cabeza que hasta ese momento estaban adormecidas o reprimidas.
La primera vez que comencé a curiosearme, como es de prever dentro de las situaciones que propician estas exploraciones, fue en el momento de estar bajo la ducha. El enjabonarme y pasar mis dedos cerca de mi orificio anal, me hacía provocar erecciones que hacían volar mi cabeza. Hacía mucho tiempo que había dejado de sentir. Rompí el primer escollo cuando aprovechando la lubricación provocada por el jabón en estado líquido introduje un dedo en mi año y me encanto...!! Pronto me di por enterado que podía animarme a introducir otro dedo y ya fueron dos. Todavía sentía que me calentaría más si introducía un tercer dedo. Volaba de la calentura. Se estremecía mis piernas y mi corazón se salía de mi caja torácica.
Otro día se me antojaba buscar un poco más de profundidad y mis dedos son demasiado cortos. Así que descubrí la forma fálica que tiene el mango de la herramienta que sirve para desobstruir cañerías, aquí en mi país le decimos sopapa. Lo lubriqué mucho y luego de dilatarme un poco lo fui metiendo poco a poco hasta alcanzar dieciséis o diecisiete centímetros dentro de mi cuerpo. Probé en distintas poses, en cuatro, contra la pared, sentándome encima como si fuera una perra en celo. Terminaba muy cansado luego de cada sesión de baño… ja
Todo esto oficia de introducción, lo realmente importante llegaría con mi interacción con otro ser humano. Ese paso no tardaría en llegar.
Buscando en un chat para personas que buscan personas comencé a hablar con una persona que casualmente vivía cerca de mi domicilio. Me costó arrancar, pero luego de conocernos un poco desde la virtualidad, quedamos en tomar un café en un lugar céntrico y neutral. Hay que cuidarse ante lo desconocido que era eso de encontrarme con un hombre por primera vez. La verdad es que me dio mucha confianza el encuentro y la charla, ella fluyo muy bien y él era muy agradable. Era una persona mayor que yo, y eso es lo que estaba buscando. Las personas maduras me dan mucha tranquilidad y morbo, la cosa es que me calentó mucho conocerlo y nos pasamos los números de móvil para seguirla por ahí.
Unas o dos semanas después quedamos para que vaya a su casa, Nacho era una persona divorciada y vivía solo. Fui un viernes por la noche y me recibió muy amablemente invitándome a pasar. Como sucede a veces, primero comenzó todo con una charla para pasar el tiempo y crear el clima, por lo que la primera media hora desarticulo todos mis temores con los que llegue a su casa.
Yo no aguantaba más la calentura y no veía la hora que el diera el primer paso. Hubo un momento de silencio en el que nos quedamos mirando como diciendo, bueno, ya está, basta de hablar, entonces se me acerco y me dijo que no me ponga nervioso y comenzamos a besarnos. Me metió la lengua hasta en fondo de la boca y nuestras lenguas se conocieron por primera vez, era un gran besador. Mientras que me besaba y me comía el cuello me apretaba hacia él y me metía la mano fuertemente en el culo.
Fuimos besándonos unos metros hasta entrar a su habitación, sentía que se me estremecía todo el cuerpo, todo eso que me imaginaba hasta antes de ese encuentro se iba a concretar. Le pedí si me podía sentar en la cama y mientras se quedaba parado lo acerque hacia mí y pose mi cara en su entrepierna mientras lo besaba por encima del pantalón. Le pregunte si podía dejarme llevar a quería comandar él lo que iba a seguir. Me dijo que deje volar mi imaginación.
No pare de besarlo mientras lo atraía más fuerte para hundir mi cara a la altura de su miembro. Sentía un bulto duro muy rápidamente y desabroche sus pantalones al tiempo que bajaba el cierre del mismo. Ya a esa altura de la noche estaba dispuesto a todo. Quedo en bóxer y el olor que emanaba su miembro era el de un macho a punto de estrenar a su hembra.
Baje su ropa interior y una hermosa pija se dejó ver en toda su dimensión. Era la primera vez que estaba a esa distancia de semejante cosa y no quería dejarlo pasar por nada del mundo. La besé tímidamente y luego me metí toda su pija en la boca, casi me ahogo porque llego casi hasta mi garganta, era una cosa descomunal. No para de recorrerla toda una y otra vez, besándola, pasándole la lengua como si fuera una golosina, era algo que me pareció riquísimo. No podía para de lamer su glande, tenía una cabeza hermosa.
Al rato lo acosté en la cama, ya a esa altura estaba completamente al mando, y se la chupé con una desesperación que lo hacía gemir y eso me calentaba mucho y me animaba a más. Creo que él ya estaba por acabar porque su pene se había puesto muy muy duro y no paraba de gemir, entonces decidió que el mando lo tomaba el y me agarro del cuello y me dijo que le encantaba como se la estaba chupando como una puta, pero que había llegado el momento de hacer las cosas que tenía pensado para mí. Sin soltarme como me tenía sujetado me tiro boca abajo en la cama y me ordeno que lo obedezca de ahí en más. Obviamente accedí a su pedido y le dije que era suya.
Hasta aquí llego con esta primera parte, ya se hizo bastante largo el relato. Si hay interés, pronto seguiré escribiendo retomando desde este punto.        

3 comentarios - Mi inicio gay

GIEGUI
Me encanta por favor segui subiendo cosas