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Al señor lo había conocido por Facebook.

Al señor lo había conocido por Facebook.
Vivía en una ciudad cercana a Montevideo.
Uno de sus pedidos era que llegar de calzas las últimas 10cuadras.
Entonces, cuando fui en el ómnibus, me bajé unas paradasantes, atrás de un árbol, me saco el jean y quedo de calzas rojas y así caminémeneándome las diez cuadras que separaban de su casa, más de uno me dijo algunacosa y eso me calentó bastante.
Ni bien llego, el me recibió, me hizo pasar y ni bien entrome da una cachetada en la nalga, “estás rica trola” me dijo.
Yo solo sonreí. Me invita algo para tomar pero me dice queme quede parada así el me veía la colita. Obviamente obedecí y se la meneaba unpoco.
Después del segundo trago, ya me tocaba, me pasaba la mano,me daba algún cachetazo en la nalga. Yo le perreaba como putita con ganas.
Al rato, me toma de la cintura, me da vuelta y me obliga aagacharme, se baja el pantalón y me pone la verga en la boca, se la chupo unosdiez minutos, hasta que para, va hacia un cajón, lo abre y saca un vibrador, meordena a que mientras se la chupo, me introdujera el juguetito en la cola. Mebajo la calza, me corro la tanga y me lo introduzco y lo pongo a vibrar
¡Qué cosa más linda! Sentir eso adentro mientras se lachupaba con más fuerza, gimiendo mientras se la chupaba un buen rato. Yo lomiraba a la cara mientras se la chupaba, hasta que me mira hacia abajo y meescupe, “puta como chupas” y yo seguía.
Al rato me saca la pija de la boca, me da vuelta, me baja mesaca las calzas, me saca la tanga, me saca el consolador y ahí de una meempieza a penetrar con mucha fuerza, a medida que seguía yo disfrutaba, gemía ygritaba de placer. Me preguntaba “¿qué sos?” “soy tu puta papi”, así me cogíacon fuerza e insultándome, diciéndome de todo, yo movía más y más la colita paradisfrutarla toda.
Así me dio tanto que se vino adentro mío.
Me besa, mientras me decía “¡qué puta que sos!”
Descansamos como una hora, yo quedé dormitando un poco,cuando empiezo a sentir que me cacheteaba con la verga, “mira que viniste acoger no a dormir puta de mierda” ahí nuevamente empecé a chupársela hasta quese le volvió a parar, ahí me ordenó que lo mirara mientras la chupaba y le hicecaso así estuve un ratito más hasta que de nuevo me agarra, me levanta y elmismo me sienta en su verga. Le empiezo a cabalgar mientras me agarraba confuerza de la cintura. Yo gemía de placer, pedía más y eso a él le encantaba. Enun momento me agarra más fuerte y me acaba todo adentro.  Sin decir más, totalmente frío, me dijo queme duchara y me fuera y que volviera al día siguiente. De la misma forma, 10cuadras antes, de calzas.
Me fui y al día siguiente hago lo mismo, me tomo el ómnibus,me bajo, atrás de un árbol me saco el jean y me dejé las calzas, solo que estavez eran grises.
Cuando llego de vuelta me cachetea la cola, “pasá puta”,dejo mi bolsito en una silla, él se acerca y me besa.
Enseguida, me mira la calza, me acaricia la cola “biendurita”, y me pasa la mano por el pecho. Yo tenía una remera alicrada de mangalarga. Conversamos un rato. Miró para afuera. La casa de él, estaba en elpueblo pero a unas dos cuadras del final del mismo, después ya era, no campopero bien afuera todo.
En medio de la conversación, me dice que íbamos a ir al bara tomar algo. No me gustaba la idea, pero me tranquilizó que era poca gente yno me iba a pasar nada. Además no me conocía nadie ahí. Iba a ir así vestida.
Salimos y caminamos unas cinco cuadras hasta el bar. Que erabien un boliche de mala muerte, de lata. Había cinco borrachos y el cantinero.Cuando llega, lo saludan a él, era conocido. Pide algo para tomar y me mandaservir a mí. Me quedo en un costado, al principio y él habla algo con el resto.
Cuando termina me pide que me acerque, mientras me dice aloído que esté tranqui que no pasaba nada. Pero los viejos me miraban, empezabana hacer chistes de putos, uno me preguntó mi nombre y cuando le dije Natalia,“hay hasta nombre de nena tiene” dijo fuerte para que todos escuchen. A partirde ahí fui Natalia para todos. Me miraban, pasaban al lado y me metían la manoen la cola, pasaba uno y otro y me tocaban cada vez que pasaban, ya sea la manoen la cola, en las piernas, en el pecho. Mi señor me decía al oído que pararaun poco más la colita.  Yo lo obedecía.Igual esos veteranos tan borrachos seguramente ni se les pare ya, pero al menostenían un show nuevo.
Todos me mandaban una copa, yo estaba tomando grapa miel,bebida bien dulce de alto contenido alcohólico.
Ya a las tres horas más o menos, los veteranos ya me decíancualquier cosa, pero sin hacerme nada malo, solo me preguntaban si era puta,les dije que sí, con cuántos hombres había estado, como me gustaba que mecogieran, “esta cola divina que tenés”, yo ya con los efectos del alcoholbastante fuertes les sonreía y seguía todas. Bailé con todos mientras metocaban. Hasta que en un momento mi dueño ya se acerca y me dice “Vamos Naty”,volvimos a su casa yo bastante borracha.
Me llevó a su casa y me obligó a tomarme otro vaso enorme degrapa miel.
Bueno, nos besamos, me tocó y me llevó al otro dormitorio desu casa, agarrándome porque no podía mantenerme en pie por la borrachera.
Durante unas horas no recuerdo nada de lo que pasó. Sé quecuando entré en razón eran más o menos las seis de la mañana y había un hombrecogiéndome y yo gimiendo. Mi cara llena de leche y mi dueño mirándome.
Medio mareada miraba y disfrutaba de ese polvo, además de micara llena de semen, también mi boca tenía gusto.
Me dijo mi dueño que me había entregado a dos vecinos que mehabían roto el culo y a pesar de lo borracha, gemía y pedía más.
Cuando estos se van, me mandó a bañarme, dormimos juntos yaen su cama. Cuando despertamos. Me pidió que me quedara con el ese día, eradomingo.
Yo mandé un mensaje a mi casa para avisar que no iba y queestaba bien.
Fui al baño, me bañé, me limpié todo bien, cosa de quedarlimpita todo el día. Aún tenía algunos efectos del alcohol, pero comiendo algose me calmaban.
Luego mi dueño me dijo que si quería descansar un rato más, éliba hasta la feria cercana. Igual me dejó con la puerta trancada cosa que no mepudiera ir.
Como a la hora, volvió, con una tanguita, con unas mediaslargas y una pollerita bien cortita, que apenas me tapaba las nalgas. Me ordenóque me pusiera eso, lo hice.
Mientras el me daba algún mate, yo tenía que ayudarlobarriendo y limpiando su casa, el me daba las indicaciones y yo hacía caso.Cuando eran las once más o menos, capaz un poco más termino de limpiar unaparte.
Se ve que le gustó como quedó porque me recompensó con unbeso y mano por todo mi cuerpo.
También me dijo que si cocinaba rico para él, tenía otroregalo que me trajo de la feria.
Cocine algo rico, porque quedó satisfecho. Dormimos siestajuntos.
De tardecita, como a las ocho y algo de la noche, ya oscuroel día, me dijo de ir de nuevo a otro bar, también de mala muerte y tambiénapartado.
Ahí me dio el otro regalo, un jean de lycra rojo, no erafluorescente pero parecía.
Así que me duché, me puse la tanga, el jean y salimos. Él yaiba tomando una lata de cerveza en el camino.
Llegamos, habló algo en voz baja con el cantinero y listo.Ahí nos quedamos tomando aunque él tomaba más de la cuenta.
Mientras escuchaba a otros que querían como burlarse diciendo“¿Dónde está el lechero?” y cosas de ese tipo, yo me reía de lo que decían.
Al rato mi dueño apenas se mantenía en pie de lo que habíatomado.
Pero yo seguía ahí, tomando algo tranqui, conversando conalgún veterano que ahí estaba. En un momento uno sale a fumar afuera y pasa, metoca la cola, lo miré, no dije nada pero al minuto salgo yo a fumar uncigarrillo. Ese que salió, unos 60 años, me mira y me dice “con la cola quetenés este viejo puto que vino contigo se duerme, no te va a atender”, “y nocreo” le digo.
De vuelta “que cola divina” yo se la paré para mostrárselamejor. Se acerca y sin decir nada me agarra de la muñeca y me dice “vení”,vamos para una parte de atrás oscura y sin decir nada me mete una mano en lacola de vuelta y me empieza a acariciar, yo no decía nada, le permitía todo, mepalmea se pone de costado y me lleva la mano a su verga que ya la tenía parada,se la toco un poco, el de vuelta me da vuelta, me pone con las manos sobre lapared, me baja el pantalón y ahí mismo me entra a coger “ no hagas ruido”decía. No duró mucho y se vino adentro mío. Yo me limpio con un pañuelo quetenía, me subo el pantalón, la tanga, le sonrío y vuelvo a prender otrocigarrillo.
Cuando termino de fumar entro de nuevo y el que me cogióentra atrás y me manda una copa, “servile a ella” le dice al cantinero. Losdemás lo miraban y nadie decía nada, solo veo que uno lo mira y el levanta elpulgar.
Yo ya con algunas copas, quedaba ahí. Al rato otro quetambién me miraba me llama, “vamos al baño” y ahí me mete una mano en la colatambién y me lleva al baño. También termino con el pantalón bajo, la tanga alcostadito y otro polvo hermoso, este duró un poco más.
A los diez minutos salimos y tanto el que me había cogidohacía un rato, el otro que estaba en el bar y el cantinero se reían.
Seguimos tomando algo más cuando mi señor medio sedespierta. Pide agua, le dan. Y me ve ahí “¿todavía vos acá?” “necesito sacarla mochila de tu casa papi” le respondí.
“¿Nadie se metió contigo?”, “no papi, nadie”, “bien, así megusta”. Pagó y nos fuimos. Ya en su casa me di una ducha y me fui.
La historia sigue, la dejo para otro relato.
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 

2 comentarios - Al señor lo había conocido por Facebook.

Fifozi +1
como nos pones a los pibes con novia