Le llene bien la concha por qué el marido no puede. Esas morochas lindas, culito bien parado, bueno una de esas, nunca jamás me dió bola, y siempre le tuve hambre, hasta que un día se dió de encontrarnos casualmente en un cumpleaños, ella sin su marido y yo sólo con amigos, unas de esas noches dón